Estadio Olímpico de la Universidad Central de Venezuela
Estadio
Olímpico de la Universidad Central de Venezuela
Mi primera vez en el estadio
El poder de una foto, para nosotros los fotógrafos, es
que, al apreciar una fotografía, inmediatamente llegan a nuestra mente, los
momentos vividos en ese lugar, en una época, en un determinado tiempo, en una
determinada fecha, hasta somos capaces de recordar la hora exacta, así es que
ahora les voy a contar, como fue que conocí a este hermoso templo deportivo.
Cuando era un niño, a la edad de 5 años, mi familia, para
complementar el sustento familiar, los fines de semana y los días miércoles:
vendíamos maní en concha, en la Universidad Central de Venezuela “U.C.V.”, en
la década de los 60, en esa época, nos visitaban los grandes equipos
profesionales de futbol del país: de España y los del país: de Italia, cada vez
que había un encuentro, entre estos dos clubes, él estadio se ponía lleno, de
público, en su gran mayoría eran los extranjeros que habían llegado, de la post
guerra, muchos Españoles, Italianos, Portugueses, Árabes, entre otros, por ser
Europeos, les encantaba comer, el maní en concha, para acompañarlos con sus
bebidas.
Conocí la estatua de un futbolista con un balón en los
brazos, simulando un saque lateral, lo veía muy grande, caminaba por todos los
pasillos de la tribuna principal.
Era por eso que comprábamos el maní en una Manicería,
en el centro de la ciudad, en la avenida Baralt, lo empacábamos en unas
bolsitas plásticas, para ir a venderlos en el estadio, recuerdo, que se vendían;
Cuatros paquetes por un bolívar, y cada uno costaba medio, ósea 0, 25 de
centavos de bolívar. Nuestro grito de venta era “Maní, Maní, Cuatro por un
Bolívar”.
Llega a mi mente el recuerdo que, un día estaba con mi
mamá en la puerta de la entrada del estadio de Fútbol de la Universidad Central
de Venezuela, “U.C.V.” vendiendo nuestras mercancía, cuando a unos de los
vendedores de boletos de la Tribuna Principal, se le trancó la puerta, no tenía
manilla por la parte de afuera, él no tenía la llave de la puerta, la persona
que la tenía, no estaba, trataron de abrirla con palos y ganchos, hasta que a
alguien, se le ocurrió la idea de meterme, por la ventanilla de la caja, me
cargaron, me metieron primero el cuerpo, luego mi cabeza, al entrar me bajé del
mesón, y fui a la puerta, me decían: que jalara la palanca, hacia abajo, y
empujara la puerta, después de varios intento, logré abrir la puerta, el
vendedor de las entradas, me agradeció, me regaló dinero para que mi mamá me comprara
algo, así fueron transcurriendo los fines de semanas.
Hasta que llegó, el 29 de julio a las 8:05, del año de
1967, la noche de un pavoroso terremoto de 35 segundo, yo
estaba muy pequeño, pero lo recuerdo muy bien, a mi familia, no agarró el
terremoto en la Universidad Central de Venezuela, “U.C.V.”, en el estadio
Olímpico, en un juego de Fútbol, justo en la entrada principal, en la taquillas
de ventas de boletos, estábamos vendiendo en las entradas del público de la
Tribuna Principal, cada uno de mis hermanos, nos colocábamos en la fila de
público, en sus diferentes filas, a mí me mandaron con mi prima, a vender en la
fila de Preferencia, que era la taquilla que les vendían a los estudiantes, lo
que recuerdo que comenzó a escucharse un sonido muy fuerte, comenzó a moverse
el piso, me aferré en una baranda de las ventas de boletos, se movía de un lado,
a otro lado, mi prima: me socorrió, me
agarró por el brazo, me separó del tubo, me llevo al lado de mi mamá, me dio
una crisis de nervios, que comencé a temblar, mi boca, mi mandíbula,
titiritaba, me dieron a comer una naranja, para que me calmara, minutos después,
nos parábamos en las uniones de la calles, las que rellena con petróleo
derretido, aún se sentía el temblor, las personas colocaban su oído, “La oreja”
en el piso, se escuchaba el terremoto, en el subsuelo, nos retiramos del
estadio, llega a mi mente que mi papá me tenía cargado, fuimos hasta la parada
de los autobuses, no habían por el terremoto, así que tomamos un taxi, que nos
llevó hasta el Bloque Dos de la Silsa, en Catia, por el camino, se escuchaban
muchas sirenas de los bomberos, cuando llegamos al Bloque 2 de la Silsa, todos muy
preocupados, porque en el apartamento estaban mis hermanos, Roberto Antonio Sira Pérez, cuidando a
mis dos hermanas menores, entramos al estacionamiento, todos los vecinos
estaban en la planta baja, en la cancha de Volibol, y en el terreno del parque
infantil, preguntándole a los vecinos por nuestros hermanos, nos
re-encontramos, mi mamá abrazo a sus dos hijas menores, allí esperamos hasta la
medianoche, que fuimos subiendo a los apartamentos, lo que recuerdo, que al día
siguiente llegaron unos inspectores del Banco Obrero, preguntando si el
apartamento, había sufrido algún daño por el terremoto, lo que le informamos,
era que unas de la paredes de los cuartos, se había separado de la columna, y
algunas fisuras.
Así fueron transcurriendo los años, todos los sábados
en la noche y los domingos a las 3 de la tarde, íbamos a vender maní, al
estadio de Futbol, a veces nos permitían entrar, en el medio tiempo, o en el
tiempo de descanso del juego, aprovechábamos para ir vendiendo por toda la
Grada del estadio, a veces nos daban permiso, para vender en la Tribuna
Principal, hasta que poco a poco, se fueron alejando los equipos profesionales
de Venezuela, solamente competían lo estudiantes.
Estos son los recuerdos que llegan a mi memoria de
aquel día tan trágico para los Caraqueños.
CURIOSIDADES DEL TERREMOTO DE CARACAS EN 1967
En la memoria de muchas personas de mi edad, es
posible que el año de 1967 no sea de gratos recuerdos, la Ciudad cumplía 400
años y fue víctima el 29 de julio a las 8:05 de la noche de un pavoroso
terremoto de 35 segundos de duración y que se llevaría una gran cantidad de
vidas.
Si sienten curiosidad los jóvenes, pregunten a sus
familiares, descubrirán muchas anécdotas sobre esta tragedia, en mi caso
personal apenas con 5 años de edad, nunca podré olvidar el sonido y el
movimiento En Internet pueden conseguir fotografías y muchos relatos sobre lo
que paso esa noche del 29 de julio de 1967.
1.- El terremoto había sido predicho unos meses antes
por la vidente italiana Marina Marotti. Esta predicción fue publicada en enero
de 1967 en la revista “Elite” que, en la portada, mostraba una fotocomposición
de las torres del silencio siendo estremecidas por el temblor.
2.- entre las curiosidades publicadas días antes en
los periódicos, había un anuncio de una tienda de ropa para hombres, “trajes
David” que anunciaba su venta “terremoto” donde anunciaba trajes para
caballeros a Bs 99…
3.- En Caracas, se derrumbaron los edificios; “Neverí”
“Mijagual” “San José” “Palace Corvin” algunos al frente de la plaza Altamira,
otros en calles cercanas y también parcialmente en la guaira como “Mansión
Charaima” una curiosidad es cerca de la fuente del obelisco, hay una placa
conmemorativa del terremoto.
4.- Por accidente el sonido del terremoto fue grabado
en los estudios Sonomatrix, ubicados en Antimano. En ese momento se trabajaba
en el playback de una canción de navidad; Al huir los técnicos del estudio,
dejaron los micrófonos abiertos, grabando el sonido del temblor; creo en
internet existe todavía la grabación del audio.
5.- La mayor cantidad de estructuras destruidas fue en
la guaira. Uno de los edificios más modernos – la Mansión Charaima – se derrumbó
parcialmente y muchas personas resultaron heridas y muertas. Unos meses
después, se trató de demoler el edificio con explosivos, pero la estructura no
colapso. Después de reiterados intentos, no quedó más remedio que emplear una
bola de acero para su demolición. Hasta el día de hoy no se ha construido nada
en su lugar y aun son visibles las bases del edificio
6.- Durante el temblor, la cruz que coronaba la cúpula
de la catedral se desprendió, cayendo sobre el pavimento y quedando su figura
perfectamente marcada en él. Se dice que, en ese momento, dejo de temblar.
Durante algunos meses, la marca de la cruz en el pavimento fue venerada por los
habitantes de la ciudad, creo que el bloque de cemento fue preservado, y el
mismo dicen que puede verse en la capilla del santo cristo de la misericordia
de las hermanas catequistas de Lourdes, en la calle 18 del valle.
7.- Todos los escombros del terremoto fueron llevados
a la base aérea de la carlota para su revisión. Durante 6 meses, los
conductores que circulaban por la autopista podían ver ese triste espectáculo.
8.- durante los días siguientes al terremoto, se hizo
una transmisión de 24 horas ininterrumpidas y por primera vez en la televisión
venezolana, todo lo que se transmitió, era en vivo y sin ningún tipo de
edición.
9- muchos edificios fueron dañados considerablemente y
se repararon, de la tragedia se establecieron normas antisísmicas en todos los
edificios nuevos y además controles y reglamentaciones sobre la construcción de
edificios, estándares que se aplican hoy en día.
Pidamos a Dios, no tener que vivir otra vez, una
experiencia similar los caraqueños.
Segunda visita al estadio Olímpico
de la Universidad Central
Pasaron los años, cuando estaba estudiando la
primaria, en la escuela “El Grupo Escolar República del Ecuador” formé parte
del equipo de atletismo del colegio, entrenábamos en el estadio Nacional, como
de se le decía antes, hoy en día el estadio: Brigido Iriarte, al cual conocí también desde muy pequeño, allí
también vendíamos maní, cuando había eventos importantes, el profesor de
educación física, Oswaldo Flores, nos
llevaba desde la avenida San Martín, donde estaba la escuela, hasta el estadio
trotando, para hacer nuestros entrenamientos en la pista de atletismo.
Un día nos informaron que tendríamos una competencia,
distrital de colegios, recuerdo que nos llevaron al estadio Olímpico de la
Universidad Central de Venezuela, “U.C.V.”, aún recuerdo que nos dieron unas
franelillas con el logotipo del colegio G.E.R.E. al llegar al estadio, esta vez no estaba en
las gradas y tribuna del público, esta vez era un atleta, compitiendo en la
pista, todo emocionado, caminaba por
toda la pista y trotaba por la grama del campo de futbol, se dio inicio al
campeonato distrital, con una pequeña ceremonia, desfile de los diferentes
colegios de Caracas y los otros estados del país, inmediatamente comenzamos a
calentar, para participar en la carrera de 400 metros, en la primera carrera,
se podrán imaginar mi emoción, me sentía un gran atleta, en aquel estadio que
me vio crecer, la primera carrera seria clasificatoria, logré llegar ese día en
el segundo lugar, de mi serie, poco a poco fueron clasificando las otras
escuelas, hasta que llegó la gran final de la carrera de los 400 metros, aún
recuerdo que la pista de atletismo era de tierra, lo otros competidores tenían
zapatos especiales, para correr, con clavos en las puntas, yo con mis zapatos
normalitos, un short azul y la franelilla que no dio la escuela, con la
indicación: que después de las competencias teníamos que devolverla, y limpia.
No dirigimos a la línea de salida de la competencia,
mi profesor me animaba a que saliera rápido, y rematara al final, recuerdo la
grada llena de mucho público de los diferentes colegios, la Tribuna Principal,
llena en todo el centro, ya estábamos listo, nos dieron las indicaciones, el
juez de partida gritó, En sus Marcas, Listos, y el disparo de la pistola de
aire, salimos en la recta principal de la tribuna, todos salimos a una gran
velocidad, lo que recuerdo que de lado a lado, habían muchas personas
aupándonos, al tomar la primera curva, se me hizo larga, muy larga la curva,
para enfrentar la recta de las Gradas, a un paso acelerado y constante veníamos
todos los estudiantes, dando lo mejor , logramos llegar a la segunda curva,
corriendo por esta larga pista, vi los obstáculos, de las otras competencias,
las que están a un lado de la pista. Gracias a Dios, que me conocía muy bien el
estadio, que sabia que aún me faltaba mucho, para terminar la última curva,
para enfrentar los últimos 100 metros, de la recta que está al frente de la
tribuna principal, venía muy cansado, pero a un lado de la pista estaban mis
compañeros de la escuela y mi profesor de educación física; Oswaldo Flores, aupándome y exigiéndome
que rematara con todo, a mi lado veía a los otros corredores, al pasar la meta
quedé en segundo lugar, me dirigí a donde estaba mi equipo, donde todos
ansiosos por ver los resultados, ellos pensaban que yo había ganado, me tiré en
la grama a descansar, al rato nos informaron los resultados oficiales, que
había llegado de segundo lugar, al rato nos llamaron, para darnos la
premiación, todos muy felices por mi segundo lugar, así fue mi segunda visita
al estadio olímpico.
Tercera visita al Estadio
Olímpico
Todos tenemos una persona que nos inicia en algo, la
que nos orienta, o nos invitan a conocer su afición, un
vecino-amigo-padrino-hermano mayor, me invitó a ir a correr al estadio
Olímpico, el me inicio en el mundo del Atletismo, me iba con él todos los sábados,
a correr al estadio olímpico, cómo mi vecino, Luis Armando Lugo Madrid, el hermano de mi padrino: Igor José Lugo Madrid, él era
estudiante universitario, entrabamos a la pista, lo que llega a mi mente, es el recuerdo, que nos
quitábamos las ropa, dejábamos nuestro bolsos en la grama del campo de futbol,
jamás de los jamase se nos perdió algo, nadie tocaba lo que no era suyo, luego realizábamos
nuestros estiramiento y calentábamos nuestro cuerpo, corríamos una media hora,
o una hora al culminar nuestro entrenamiento, entrabamos a los baños, lo que
recuerdo que había una gran fila de regaderas, Locker, con unas regaderas de
agua muy fuerte, que te mojaba en un instante, así fueron pasando los años, a
veces nos íbamos a las piscina Olímpica, de la Universidad Central de Venezuela,
como a mi hermano mayor, Luis Armando
Lugo Madrid, lo conocían todos los estudiantes, nos dejaban pasar, nos
bañábamos en la piscina, allí fue que vi por primera vez los saltos
ornamentales de la plataforma de 6 metros, ya después entraba sólo, al estadio
para entrenar.
Cuarta visita al estadio
Me tocó prestar servicios comunitarios en los juegos
Panamericanos COPAN, en el año 1983, donde volví a tener el honor de volver a
visitar al estadio olímpico, en esa época era un Rovers Scouts, la asociación de
Scouts de Venezuela, fue invitada para que trabajáramos y colaboremos en la organización de estos
juegos, nos dieron nuestros credenciales, nos dieron una insignia, para que ese
la colocáramos a nuestro uniforme, de
esta manera podíamos entrar a los estadios y las instalaciones de la
universidad,
Estuvimos presente en los ensayos de la barra
olímpica, para luego, estar en la ceremonia inaugural de los Juegos, donde tuve
el placer de conocer y acompañar a la Miss Venezuela: Irene Saenz, recuerdo que estaba muy nerviosa, con un bello traje
típico de Venezuela, estábamos justo en la entrada de las personas que iban a
desfilar, mi grupo de scouts estábamos en esa zona, para organizar la entrada
de los diferentes países que nos visitaron.
Trabajamos
durante todos los eventos deportivos, en diferentes competencias, hasta que
llegó el acto de clausura de los Juegos Panamericanos
Quinta Visita al estadio
Olímpico
En el año 1985, aún era un Rovers Scouts, nos volvieron
a llamar para ayudar a la organización, para el acto del Papa Juan Pablo
Segundo, en su Encuentro con los Jóvenes, volví nuevamente a mi estadio
Olímpico, después de organizar la entrada al público, nos ubicaron en las
gradas, tuve la dicha de estar muy cerca
de la tarima principal, donde el Papa, se dirigió a los jóvenes ese día, como
siempre con mi cámara fotográfica guindada en mi cuello, realicé mis trabajos
fotográficos, en ese maravilloso acto con los jóvenes.
Fue un acto muy bonito donde el pontifique, nos
orientó y nos dejó unos sabios concejos, “Despierta y Reacciona”, todo el
público presente le pedíamos la Bendición, al culminar el evento, nos dirigimos
a las puertas principales para coordinar la salida de los jóvenes que
asistieron al acto.
El
28 de enero de 1985, el Papa Juan Pablo II compartió con jóvenes de todo el
país en el Estadio Olímpico de la U.C.V. A ellos les expresó con gran cercanía,
que en su visita apostólica “no podía faltar el encuentro, que tanto he
deseado, con la gente joven de un joven país como es Venezuela”.
“Ante
esta situación difícil, alguno podría ceder a la fácil tentación de la huida,
de la evasión”, les comentó a los jóvenes, en respuesta a las inquietudes que
le manifestaban. “Frente a todo ello y a pesar de ello, habéis de salvar la
esperanza, a la que os alienta vuestra misma condición de personas que se abren
a la vida. Esa esperanza que tenéis de superar la situación recibida, de dejar
para el futuro un clima religioso, social y humano más digno que el actual”.
Prensa
CEV
Mis últimas visitas al estadio Olímpico, han sido para
ir a ver a jugar la selección de Fútbol,
los fines de semana aprovechaba, para ir a entrenar, en la hermosa pista
de atletismo, ahora de tartán, pero ya después cerraron los accesos al público,
así que me mudé al estadio: Brigido
Iriarte, que me queda muy cerca de mi casa, en estos días fui al Hospital
Clínico Universitario, a retirar unos resultados de unos exámenes que le
realizaron a mi Linda Esposa, Zaida
Elizabeth Angulo Contreras, aproveché la ocasión, bajé al estadio Olímpico,
dicen; Que Recordar, Es Vivir, pues si, bajé por los pasillos de la Universidad
Central de Venezuela, “U.C.V.” la vi triste, muy desolada, sucia y abandonada,
le hace falta un gran cariño a la universidad, vi a unas grandes grúas, reparando
el techo de los pasillos, que se cayó en estos días, los perímetros del estadio
Olímpico, está cercado, vi unos vigilantes protegiéndola, no permiten la
entrada, al público.
Comentarios
Honestamente, con Accesos caminables desde estaciones de Metro, creo que es la unica Ruta que me falta hacer (del lado de Caracas) del Avila ... La ruta que mas me lleno de orgullo fue realizar en Solitario los 5 picos (desde la Julia- Naiguata hasta Picacho) en 13 horas.
El camino entre Topo Arvelo y la Pradera es Unico y Directo??? o hay Desvios (Y) donde alguien podria Perderse??? Al hacerla quisiera llevarme retazos de Tela para Marcar bien el camino para futuros Excursionistas.