Quinta Semana de entrenamiento
Quinta Semana de entrenamiento en la Ciclo vía de Los Caracas en el estado Vargas
Sábado 24 de Junio del 2017, Día
de San Juan Bautista, tenía previsto un entrenamiento largo este fin de semana,
como siempre a levantarse muy temprano para desayunar, vestirme y salir a las
seis de la mañana de mi casa, rumbo a la estación de metro La Paz, para tomar
el metro bus, me queda como a un kilómetro de distancia, aprovecho para trotar
hasta la estación, justo cuando estoy llegando estaba saliendo una unidad, le
saque la mano, el Señor Chofer amablemente me abrió la puerta, pocos pasajeros
este fin de semana, escaso tráfico por la autopista, al llegar a la Plaza el
Cónsul, en el estado Vargas, casi que inmediatamente me monté en la camioneta
para el pueblo de Naiguatá, se montaron muchos niños con su uniforme de Los
Criollitos de Venezuela, junto a sus
representante, como era un día feriado, había pocas camionetas trabajando,
salimos rumbo a pueblo de Naiguatá, cuando pasamos por Caribe, en la parada se
montaron más pasajeros, amablemente le cedí el puesto a una abuelita, el paseo
por la costanera es muy hermoso con un mar azul, en la mañana estaba como un
plato el mar, muchos pescadores a la orilla del mar observando el paso del
Jurel, al llegar al pueblo de Naiguatá, se sentía el amiente festivo, muchas
personas en el mercadito, unas señoras colando estampitas en honor a San Juan
Bautista, caminé hasta el estadio del pueblo, desde allí comencé mi entrenamiento,
a las 7:20 a.m. pasé por playa de Los Ángeles, por el puente de Camurí Grande, Playa Pantaleta, tomé la Ciclo
vía de Los Caracas, voy orando por el camino, dándole gracias a Dios, por tan
hermoso día, pasé por mi pueblo de Punta de Care, vi que a la playa se está
arreglando, se le está metiendo la arena, a esa hora no había nadie en la
playa, al pasar por la parada salude a un vecino, seguí rumbo al pueblo de
Anare, muchos ciclista también entrenando, aprovechado que era feriado, esta
vez tenía un reto en mi mente llegar hasta Osma el segundo pueblo de la costa
del estado Vargas, al llegar al Pueblo de Punta de Anare, pasé por la capilla
de mi Arcángel San Rafael, me persigne, le agradecí por ser mi guía y mi
protector, seguí la ruta de la ciclo vía, vía a tres lindas ciclistas, las
salude, me preguntaron que hasta donde llegaría, le respondí que hasta Los
Caracas, subí una pequeña cuesta, saliendo del pueblo para afrontar los próximo
8 Kilómetros largos, donde se aprecia la Punta de los Caracas, muy lejana, pero
como ya uno conoce la ruta, se le hace corta, pero siempre es muy larga por lo
solitaria de la ruta, por el camino voy apreciando el canto de las aves en las
montañas, el vuelo de los alcatraces, gaviotas, una sabrosa brisa marina, casi
llegando a los Caracas, pasé a un grupo de ciclistas, que estaba disfrutando de
la ciclo vía, al llegar a la gran curva justo antes de llegar a la Ciudad
vacacional Los Caracas, me pasaron un
grupo de Elite de Ciclista, ya rumbo a hacia Anare, al pasar la curva, ya uno
se da cuenta que estas en Los Caracas, por sus antenas y sus grande matas de
cocos, pero aún falta dos kilómetros para llegar, en esa zona siempre están personas
con sus cañas pescando, los saludos, termino ese último kilómetro, viendo cada
vez más cerca las matas de cocos, al finalizar la ciclo vía, seguí derechito
hasta el arco de entrada, donde anteriormente estaba la taquilla de entrada,
seguí hasta las duchas de los surfista, a darme un buen baño refrescante, al
buscar mi toallita de baño, me doy cuenta que la boté por el camino, SI TU ME
LO DAS, PORQUE ME LO QUITAS, esta vez me
quito algo, pero luego me encontré una franelilla negra de una buena marca,
pocos surfistas este fin de semana, me vestí equipe mi cantimploras, seguí mi
ruta hacia el Pueblo de Quebrada Seca, como era día de San Juan, cantaba por la
orilla de la playa: “Si San Juan Lo Tiene, San Juan te lo Da”, es muy hermoso
el paso de los Caracas a Playa Paraíso, cuando pase en el camino había una
pareja, tomando el sol, corrí toda la playa, que debe de tener como unos 500
metros de largo, al llegar la final, vi que estaba dos parejas y un perro, los
saludé, tomé el caminito hacia el Pueblo de Quebrada Seca, casi que me obligo a
pararme para disfrutar la hermosa vista, se ve de un precioso el mar con sus
enormes rocas y acantilados, al fondo se puede apreciar las antenas
repetidoras, él camino está muy lleno de monte, hay que subir y pasarlo con
mucha cautela, es peligroso por sus barrancos, al llegar a lo alto del camino,
me paré un rato para observar y disfrutar la vista al mar, bajé por el sendero,
para llegar a la orilla de la Playa de Quebrada Seca, saludé a las personas que
estaban en la bodeguita, un señor estaba bajando Cocos, abriéndolos con un
machete, tomé la carretera para llegar a la vía principal de la Costa, está vez
no estaba el señor del kiosco de frutas en la entrada del pueblo, como tenía
previsto llegar hasta el segundo Pueblo de la costa, El Pueblo de Osma, seguí
por la carretera a un trote suave, con mucha cautela, por las largas cuestas,
curvas y más curvas, como siempre al pasar las personas me saludan, algo
curioso me paso esta vez, una pareja en su moto me pasaron en una de las subidas, los alcancé en una venta de comida de
“Ceviche” en la carretera, ellos estaban almorzando, me saludaron, le
comentaron a las otras personas que yo venía subiendo desde Los Caracas, al
llegar a los planos de la carretera, hay una hermosa vista al mar, esta vez
noté, que se le había metido la brisa, como conozco la vía sabía que venían
muchas bajadas para llegar al pueblo de Osma, la vegetación en la zona es
abundante por el lado norte del Parque Nacional el Ávila, está muy virgen, se
ven unos picachos muy bellos, hay que administrar muy bien el agua, porque por
esta zona no hay donde aprovisionarse,
ya sabía que me faltaba poco, en ese instante pasó un señor con un jeep, que
amablemente me ofreció la cola para el pueblo, me monté hablamos un rato, me
preguntó que de donde venía, le respondí que desde el pueblo de Naiguatá, me
felicitó , me dijo que me gustaba caminar, me dejó en la entrada del Pueblo de
Osma, me dirigí a una bodega del pueblo, pedí un litro de agua, cuando cancelé,
la señora me dijo que estaba natural el agua, le dije que me diera mejor una
cerveza, total cuesta lo mismo dos mil bolívares, luego caminé hasta el rio, ya
estaba adornado con banderas, globos el arco del rio, para la fiesta de
tambores en honor a San Juan, me quité los zapatos, para refrescarme los pies
un buen rato, me di un buen baño en los pocitos del río, ya era más del medio
día, di el inicio el regreso a Los Caracas, cuando voy caminando por el pueblo
de Osma, me pasó la pareja de motorizado, los saludé, el mejor premio a mi
entrenamiento, fue un señor, “Coñooooo”, del motorizado, felicitándome por mi
recorrido.Comencé a subir por la carretera
durante una hora, luego de subir toda esa cuestas, sabía que vendrían las
bajadas, el sol inclemente, más el cansancio venia caminando, mi esposa logró
comunicarse conmigo, le dije que ya estaba de regreso, que me faltaba llegar al
pueblo de Quebrada Seca, aún me faltaba como 4 kilómetros para llegar a los
Caracas, por casualidad o por milagro de Dios, pasó un camión, al cual le pedí,
la cola hasta Los Caracas, se paró, corrí, me monte un aventón que me agilizo
la llegada a los Caracas, un señor conductor, que conoce muy bien la carretera,
a gran velocidad, subiendo y bajando esas vías .Cuando llegamos al Centro
Recreacional Los Caracas, le avisé al conductor que me quedaría, en el puente,
me bajé del camión 350, le agradecí la cola o el aventón, casi que
inmediatamente, desde el puente bajé por una de sus columnas, para cortar el
camino, bajé hasta el rio de los Caracas, para darme un chapuzón en el pozo
debajo del puente, este sábado estaba una familia disfrutando, haciendo el tradicional
sancocho a leña, hablé un rato con los muchachos, me vestí, subí de nuevo por
la columna del puente, para ir hasta la entrada de Los Caracas, salude al dueño
de una de las tiendas de chucherías y dulce, le pregunté si había transporte
para el pueblo de Naiguatá, me informo que tenía rato que no pasaba ninguna
camioneta de la línea, me dirigí hasta la Playa La Punta, equipe mis cantimploras,
para dar el inicio el regreso al pueblo de Anare, unos 8 kilómetros, en solitario,
que ni carro pasaban, hay que tomar previsiones los fines de semana, el
transporte hacia los Caracas es muy escaso, hay que tomar esas prevención, como
se me había perdido mi toallita, venia por toda la ciclo vía cantando, “ Si San
Juan lo tiene, San Juan te lo Da” no la encontré, al pasar por la orilla de la
carretera, vi a una pareja de gavilanes cresta roja, a un paso muy lento logré
llegar hasta el pueblo de Punta de Anare, llegue derechito a una panadería para
tomarme una malta bien fría con un rico golfeado, más una Tunja de frutas, tuve
que esperar un buen rato una camioneta para ir hasta el pueblo de Naiguatá,
cuando llegó, se llenó casi que hasta el techo, muchos pasajeros iban al pueblo
de Naiguatá a celebrar fiesta de San Juan, pasamos por el Pueblo de Punta de
Care, hasta llegar a Playa Pantaleta, me bajé en la parada de las camionetas
para ir hasta Caribe, me monté en otra camioneta, cuando llegué al pueblo de Naiguatá,
ya estaban sonando los tambores, me bajé y tome la otra camioneta para la
Guaira, hasta la plaza el Cónsul, llegué a la plaza realicé mi correspondiente
cola de pasajeros, tomé el metro bus, hasta la estación del metro La Paz, un
viaje rápido, poco tráfico en la autopista, llegamos a Caracas, nos bajamos en
la estación, caminé hasta mi casa, cansado pero con una satisfacción de poder
realizar el reto de este fin de semana: Llegar hasta OSMA, el segundo pueblo de
la costa del estado Vargas, dándole gracias a Dios por permitirme este paseo
maravilloso, con Hernán Sira.
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