Entrenamiento Largo en el Pueblo del Naiguatá, estado Vargas 2019
Entrenamiento Largo
en el Pueblo del Naiguatá, estado Vargas 2019
Tenía
el deseo de realizar la larga travesía de la ciclo vía del estado Vargas, que
se encuentra en la vía que conduce a la Ciudad Vacacional Los Caracas, es uno
de mis entrenamiento favorito, el porqué, porque mato varios pájaros de un sólo
tiro a la vez, pasear por toda la orilla de las playas, visitar a mi pueblo Punta
de Care, para darle una vuelta a la casa, ganarme el mejor premio de la
travesía, un chapuzón en el río de los Caracas, así que me levanté bien temprano,
para bajar a la Guaira, a pesar que nuestro país Venezuela, estuvo por más de 20 horas sin
servicio eléctrico, ya Caracas estaba volviendo a la normalidad, tenía en mente
ese entrenamiento largo, tiempo sin realizarlo, a pesar de todos los
contratiempo, tomé la decisión de intentar por lo menos el esfuerzo para bajar
al estado Vargas.A
eso de las seis de la mañana, del sábado 09 de Marzo del 2019, salí de mi casa,
aún estaba muy oscuro, al salir a la avenida San Martin, todo estaba muy
solitario, troté hasta la estación del metro de la Paz, donde se toma el
metrobus para bajar a la Guaira, al llegar a la estación del metro, todo estaba
desolado, la estación estaba cerrada, el metro no estaban trabajando, solamente
estaban ofreciendo el traslado en un metro bus, hasta la estación de Pro
Patria, en Catia, pensé que la línea 1 del metro de Caracas, tal vez estaría
trabajando, me monté en el metrobus, subimos por la avenida Morán, pasamos por
la calle principal de la Silsa, hasta que llegamos a la estación terminal de
Pro Patria, cuando llegué vi una gran cantidad de usuarios en la parte de
afuera de la estación, me bajé del metro bus, me dirigí a la entrada de la estación,
le pregunté al personal de seguridad del metro, me informaron que no estaba
prestando servicio, no había energía eléctrica suficiente para movilizar los
trenes, aparte de eso muchos trenes aún estaba detenido en las estaciones y túneles,
los operadores de los trenes no había llegado a su puesto de trabajo por el
apagón de luz, ósea un caos en la ciudad de Caracas, menos mal que me conozco
esa zona cómo la palma de mi mano, recordándole a todos, que nací y me crié en
el Bloque 2 de La Silsa, en la Parroquia 23 de Enero, así que me dije voy a
bajar hasta la plaza de Catia, por todo el Boulevard de Catia, a esa hora las
paradas de pasajeros estaban llenas de usuarios, esperando el transporte
alterno, por la falla en sistema del Metro de Caracas, al llegar a la Plaza de Catia,
troté por la avenida Sucre, hasta que llegué al Parque Del Oeste, cerca de la estación
del metro de Gato Negro, donde ya estaba un metro Bus, cargando los pasajeros para
ir hasta el sector de Caribe, cancelé el pasaje, en 220,00 Bolívares, a eso de
las 6:40 a.m., el metro bus salió del terminal de pasajeros, para tomar la
autopista la Caracas-La Guaira, la autopista estaba muy solitaria, tanto
subiendo, cómo bajando, poco tráfico vehicular, apenas los rayos solares estaban
saliendo, los vi en las ventanas de los edificios de Ciudad Caribia arriba en
las montañas, pasamos los dos túneles, al salir del segundo túnel al ver el
mar, pude apreciar que tenía mucha bruma, el metro bus tiene un reloj, el cual
indicaba que eran las 6:50 a.m., me dije llegaremos a la Guaira a eso de las 7
de la mañana, mi mayor sorpresa fue, que en la primera parada de pasajeros de la
Guaira, estaba una gran cantidad de pasajero, el señor chófer, comenzó a
pararse en toda las paradas, a cargar pasajeros, los usuarios peleándose entre ellos para que
caminaran por el pasillo, para que abordaran más personas, todos protestando,
que hasta cuando iba a monta pasajeros, unos señores le decían: que si ese
dinero era para su bolsillo, unos pasajeros comenzaron a discutir del tema
político, o sea otro caos en el transporte público, esta problemática del
transporte público, le resto mucho tiempo al viaje, cómo venia sentado del lado
izquierdo del metrobus, venia apreciando todas las playas, detallando toda la
costa, pasamos por Camurí Chico, Los Corales, hasta que llegamos al sector de
Caribe, para realizar la transferencia del transporte, me bajé en la Bomba de
Gasolina de Caribe, para montarme en la camioneta, que me llevaría al Pueblo de
Naiguatá, tenía en mente mi plan de entrenamiento, La primera Etapa: sería ir
del Pueblo de Naiguatá, hasta El Río de Los Caracas, darme un chapuzón en el
río y la Segunda Etapa sería; regresarme de nuevo, desde Los Caracas hasta el
Pueblo de Naiguatá, o sea un ida y vuelta, me monté en la camioneta, le
pregunté al colector cuanto estaban cobrando el pasaje, cancelé el pasaje que
estaban cobrando a 150,00 Bolívares, me senté en una ventana del lado izquierdo,
para seguir disfrutando del paseo por toda la Costa del Estado Vargas, pasamos
por la Urbanización de Tanaguarenas, para tomar la Carretera principal, La
Costanera, pasamos por el restaurante que está a la orilla de la playa conocido
como: El Rey del Pescado, el pueblo de Carmen de Uría, que a pesar qué hoy en
día no existe tal pueblo, por la vaguada del año 1999, aún se le conoce así, ya
prácticamente estábamos llegando al pueblo de Naiguatá, pasamos la gran recta, justo
antes de llegar a los Club del Pueblo de Naiguatá, en la orilla de esa playa,
vi a muchas personas pescando, al llegar al Pueblo de Naiguatá, lo vi muy
solitario, por sugerencia de mi esposa: Elizabeth,
quién me recomendó que comprara pan, al entrar a la panadería, me informaron
que no estaban funcionando los puntos de ventas, que aún no habían sido habilitados,
un pan dulce tiene un valor de 1.600,00 Bs., seguí caminando por el pueblo de
Naiguatá, vi una construcción nueva que será un mini centro comercial, ya está
casi listo, frente a la plaza, entré en una venta de hortalizas para tratar de
comprar unos cambures, pero lamentablemente la transacción en el punto de venta
falló, le dije a un joven vendedor que me pesara un cambur, me dijo que eran 300
bolívares, me pareció muy costoso, no lo compré, me dije mejor lo compro cuando
regrese de Los Caracas, para no llevar peso adicional en mi morral, caminé
hasta la salida del Pueblo de Naiguatá, justo donde está el estadio de Beisbol,
comencé realmente mi travesía a eso de las 9 de la mañana, ya el sol estaba
inclemente, pocos carros en la carretera, trotando pasé por Playa de Los
Ángeles, ya estaban llegando los visitantes, al terminal la larga recta, pasé
por él Núcleo de la Universidad Simón Bolívar, un poco más adelante por todo el
frente del club de Camurí Grande, al pasar por el puente de Camurí Grande, me
detuve un rato a ver el río, vi que tenía
abundante afluencia de agua, algunas personas disfrutando, seguí corriendo
por la carretera hasta que llegué a la entrada de las instalaciones de la Playa
Pantaletas, detuve mi marcha para apreciar la hermosa vista del Parque Nacional
El Ávila, desde este lugar, se aprecia claramente al Pico Naiguatá, me dije a
mi mismo, si a esta hora hay
excursionistas en la Cruz de Metal, de seguro están disfrutando de la
hermosa vista hacia la Guaira, seguí mi entrenamiento largo, pasé por la
entrada del estacionamiento de Playa Pantaletas, algo curioso que llamó mi
atención, fue una venta de leña, seguí por la carretera con mucha precaución,
porque venía corriendo por el angosto hombrillo de la vía, hasta que llegué a
la pista de la ciclo vía de la Guaira, al llegar vi que en la caseta de la
instalación estaba invadida por una señora que vive allí, tomé la zona
demarcada de color verde, desde esta zona se va corriendo al lado de la playa,
admirando lo hermoso que estaba el mar, la brisa fresca que me daba en la cara,
pasé por la Playas que están antes de llegar a mi Pueblo de Punta de Care, pude
apreciar que están fabricando muchas casas a la orilla de la carretera, pasé
por la curva conocida como la Curva de Los Muertos o la Curva de los 7, al
pasar esta curva, vi claramente a mi pueblo de Punta de Care, seguí la zona
verde de la ciclo vía, al llegar al Pueblo, entré a la primera entrada, donde está
la casa de Playa de mi familia: Los Angulos, cuando llegué a la casa “Aquí Es”, vi que estaba mi buen
amigo-vecino Carlos, sentad en el porche de su casa, hablamos un buen rato,
poniéndonos al día de las noticias del pueblo y de los vecinos, comentándome
que estuvieron dos días sin luz y sin agua, la pesca está retirada de la Punta,
por estar muy picado el mar, el agua del mar está muy fría, le comenté que iba a trotar a los
Caracas, me dijo tú estás loco, con este sol, le respondí a eso vine amigo, me
despedí de él, le dije que cuando regresara de Los Caracas, pasaba y hablábamos
un buen rato, cómo ya el sol se estaba levantando, no entré a la casa “Aquí
Es”, preferí seguir mi entrenamiento largo, me acerqué a la orilla de
la carretera, donde está la Plaza de Los Niños, vi a la playa de Punta de Care,
ya está llena de piedras en su totalidad, saliendo del pueblo me encontré a mi
otro vecino-amigo: El Señor Juan, me detuve, para saludarlo, conversamos un
rato, le comenté que iría a Los Caracas, me dijo que menos mal que a mí me
gusta correr, porque el día estaba bien bueno, me despedí de mi amigo Juan,
pasé por todo el Pueblo de Punta de Care, vi algunos negocios nuevos, cuando
pasé por el puente del pueblo, pude apreciar las laderas del Pico Naiguatá, y
algunos Topos, pasé por la segunda entrada del pueblo de Care, en la parada de
pasajero, habían muchas personas esperando transporte público, saludé algunos
amigos, al salir del pueblo de Punta de Care, en una de las curvas me encontré
a un grupo de pescadores, estaban tras de un cardumen de Jurel, pero
lamentándolo mucho en esta punta se alejaron de la orilla, ya desde aquí se
comienza el recorrido en solitario, solamente pasan carros ocasionalmente, o alguna
moto, pasé por la Playa de la Virgen, no había ningún carro, el cuidador de la
playa apenas estaba instalando las sillas, esperando a los clientes del día,
fascinado por la bendición de estar en ese lugar, en esa hora y en ese
instante, la hermosa vista al mar, a mi lado derecho y del otro lado izquierdo
las montañas, el calor y la humedad ya estaba muy alta, pero venia disfrutando
de la ciclo vía, al horizonte se divisa el largo recorrido, en algunas zonas
está algo descuidada la ciclo vía, llena de mucho monte, casi que no se ve la
zona demarcada, les comento que el sol lo deja a uno encandilado, porque se
corre de Oeste a Este, el trayecto es muy largo, lo que me encanta de esta
ciclo vía es que; en todo su recorrido está identificado los kilómetros que se
van recorriendo, una de las cosas que le recomiendo a mis compañeros
corredores, es que se guíen por las antenas de los pueblos, apenas pude divisar
la antena del Pueblo de Punta de Anare, es una ruta muy exigente, hay que tener
la fuerza y el conocimiento para administrar las energías, y el agua, durante
el recorrido consumía un poco de sal, al rato un poco de azúcar, y una poca de
agua, sola la necesaria para hidratarme, es recomendable, hidratarse antes del
entrenamiento, hidratarse durante el entrenamiento, y después del
entrenamiento, para recuperar la hidratación del cuerpo que se ha perdido, es
muy emocionante ver en la pista los kilometraje que se han recorrido, cuando
estaba en el kilómetro 6, ya tenía al Pueblo de Punta de Anare muy cerca, admirando
toda la vertiente norte del Parque Nacional Guaraira Repano o Cerro El Ávila como
lo conocemos, al llegar al pueblo de Anare, justo en la entrada está una
capilla del Arcángel San Rafael, cada vez que voy a
visitar a este pueblo, me detengo en esa capilla, para saludar a mi amado Arcángel
San
Rafael, el año pasado no había ningún Arcángel, me imaginé que se lo
habían robado o lo retiraron para resguardarlo en la iglesia, está vez
colocaron un Hermoso Arcángel San Rafael de cerámica grande, y
otro mediano, me persigné tres veces
pidiéndole que sea mi guia y mi protector, al pasar por el puente del Pueblo de
Anare, su ribera está cubierta de mucha vegetación, casi que no se ve el cauce
del río, pero si estaba bajando agua, al pasar por los negocios saludé con mis
buenos días, muchos pasajeros en la parada, para ir al pueblo de Naiguatá,
seguí por la carretera para pasar por la mitad de la ciclo vía, donde está una
redoma que funciona de chequeo para los corredores, es justamente la mitad del
recorrido, desde aquí comienza una larga subida para salir del Pueblo de Anare,
al voltear mi mirada a mi lado izquierdo, pude apreciar la hermosa playa y el
famoso malecón del pueblo de Anare, desde aquí la ruta es muy fuerte, por ser
en subida, al finalizar esta larga cuesta, se comienza a recorrer largas rectas, justo al lado de
los grandes riscos de las montañas, se va respirando todo el yodo del salitre
del mar, respirando un aire muy puro, con una brisa fuerte, que casi me tumba
mi gorra, sin ninguna contaminación, ya que a esa hora no pasaba ningún carro,
por el camino me pasaban grupos de ciclistas que estaban realizando su
entrenamiento, al verme me saludaban, yo cortésmente le respondía con mi pulgar
en alto, estos grupos de ciclistas hacen el recorrido desde el Pueblo de Anare
hasta Los Caracas, vi a dos muchachas también haciendo su entrenamiento, las
saludé, me aupaban con un: Vamos, Vamos, Vamos.
En
esta zona no se tiene ningún punto de referencia, porque no se ve la antena que
se encuentra en la Ciudad Vacacional Los Caracas, es un recorrido largo y en
solitario, apenas se encuentran alguna garza blanca en el camino, y el
espectáculo de los Pelicanos y Gaviotas, montadas en las grandes piedras que
están a la orilla de la playa, alguna Gaviota peleando con los Pelicanos, para
robarle algún pescado de su pico, del lado derecho tenía la montaña, al rato me
pasaron otros ciclistas, que iban ya de regreso al Pueblo de Anare, también me
pasaron las muchachas ciclistas, las saludé, ellas me saludaron, seguí mi
recorrido al ver que se aproximaba una gran curva donde estaba un restaurante
en la orilla del mar, ya destruido y abandonado, apenas se ven algunas
columnas, dentro de la orilla del mar, como me conozco la carretera casi de
memoria, ya sabía que vendría la ruta de Los Caracas, me tocó subir una pequeña
cuesta para tomar una gran curva, es muy emocionate llegar al final de esta curva,
porque de repente se abre en el horizonte, la hermosa vista de la Ciudad
Vacacional de Los Caracas, las Antenas de comunicación, la hermosa vegetación
típica de la costa, los hermosos cocoteros, una zona muy verde, es muy
gratificante y hermosa la entrada a Los Caracas, pero cómo siempre hay un pero,
desde aquí aún me faltaban como dos kilómetros para llegar al final de la ciclo
vía, la emoción de saber que se está llegando, es indescriptible son unos 16
kilómetros de la ciclo vía, más los 3 kilómetros que recorrí desde el Pueblo de
Naiguatá, más l kilometro hasta el río de Los Caracas, un total de 20
kilómetros de recorrido de ida aproximadamente, por aquí me encontré a una
pareja que estaba iniciando su caminata, vi que la dama estaba embarazada, los
saludé con mis buenos días.
Al
fin llegué a la caseta final de la ruta de la ciclo vía, faltando los últimos
300 metros rematé a un paso rápido, siempre es bueno guardar un poco de
energía, hay competencia que se pierden en la llegada, por no tener esa energía
extra necesaria, al finalizar la ruta de la ciclo vía, me felicité a mí mismo, fue
muy duro éste entrenamiento largo, fui en busca de mi premio, así que entré a
la Ciudad Vacacional de Los Caracas, en la playa vi a una familia, entrando a
la Playa de la Punta, algunos surfistas, y muchos ciclistas descansando bajo la
sombra de los árboles, pasé por la alcabala de la Guardia Nacional, un poco más
adelante: la Farmacia, el Restaurante, el cafetín de un buen amigo, me detuve, lo
saludé, ya tenía cómo un año que no lo visitaba, me preguntó que cómo estaba
Punta de Care, él sabe que yo vivo en ese pueblo, hablamos un rato, me informó
que no tenían luz y los punto de ventas no estaban operativos, por falla de
comunicación, ni los puntos de venta inalámbrico estaban funcionando, me despedí
de mi amigo, subí por la carretera, siempre llega a mi mente los hermosos
recuerdos de mi niñez en esta zona de Los Caracas, ya que disfruté de muchos
campamentos vacacionales en esa zona, tomé la curva para cruzar el puente de
Los Caracas, para cortar camino, pasé por la baranda y bajar por unas de las columna
del puente, para llegar hasta el pozo que se encuentra justo abajo del puente
de Los Caracas, al llegar vi que habían varias personas disfrutando del río, me
quité mis zapatos, mi short, mi cinturón de hidratación y mi gorra, lo guardé
en mi morral, vi que el pozo estaba bien profundo, cómo unos dos metros de
profundidad, se podían apreciar las piedras al fondo del río y los pececitos, me
acerqué a uno de los muros, para tomar: La Mejor Medalla de Premiación de una competencia,
un buen Chapuzón en el río, es realmente lo más divino que se puede regalar un
corredor después de recorrer 20 Kilómetros, bajó un inclemente sol de la
mañana, con mucha humedad, al lanzarme con mi camisa puesta y en traje de baño,
mi cuerpo caliente entró al agua fría, una sensación indescriptible, que el
cuerpo agradece después de la exigencia física, nadé un rato en el río, habían
dos señores disfrutando del río, acompañado de una botella de ron, me
convidaron a tomar un trago, pero les agradecí el gesto, le dije que no podía, les
informé que tendría que regresarme de nuevo al Pueblo de Naiguatá, comenzamos a
conversar, me dijeron que habían llegado en la noche, que no había luz en todo
Los Caracas, que pasaron toda la noche a oscura, ellos estaban con toda su
familia, que harían un sancocho, lamentablemente caímos en el tema de la
problemática del país, le dije que el gran problema de todos los gobiernos que
hemos tenido era que; no han sabidos mantener lo que estaba operativo, no han
cuidado los que construyeron las otras administraciones, les puse cómo ejemplo a
la Ciudad Vacacional Los Caracas, les decía que yo la conocí, cuando era apenas
un niño, en donde funcionaban: Las playas A, B, C, Las casas, Los apartamentos,
El Comedor Popular, Las discotecas de los Club Nocturnos, El Famoso Mirador, Los
parques Infantiles, La Mejor Piscina del Mundo de Agua Salada, las mejores
fiestas en el río arriba, los paseo en tren, les puse cómo ejemplo el famoso
puente de Los Caracas, que ha aguantado, muchas vaguadas y fuertes crecidas del
Río de Los Caracas, si por lo menos los administradores hubiesen conservado y
realizado los mantenimiento necesarios a la Ciudad Vacacional de Los Caracas,
seguiría siendo el mejor complejo turístico para los turistas nacionales e
Internacionales, porque en esta zona de la Guaira, se les puede ofrecer muchas
recreaciones para los visitantes, me dieron toda la razón los señores, me despedí
de ellos, deseándole que terminaran de pasarla bien, salí de río de Los
Caracas, para volverme a vestir, cuando subí al muro, me costó mucho montarme, porque
la corriente del agua estaba algo
fuerte, cuando me estaba colocando los zapatos, una joven me preguntó que en
cuanto tiempo habría realizado el recorrido, le dije que cómo en dos horas,
desde el Pueblo de Naiguatá, hasta aquí, le comenté que ahora iría de regreso
nuevamente, se sorprendió, me sequé los pies, me coloqué las medias, mis
zapatos y mi short, me despedí de la muchacha, me dijo -Hasta luego Señor, caminé
por la ladera del río, para subir al muro de contención, cuando ya estaba
montado en el muro, saqué mi teléfono de mi cinturón de hidratación, para
llamar a mi esposa para informarle que ya había llegado a Los Caracas, al sacar
mi teléfono celular, se me cayeron varios billetes de 500 bolívares, así que
tuve que bajar nuevamente, a buscar los billetes que se me cayeron,
lamentándolo mucho no había comunicación telefónica, así que no puede llamar a
mi casa, subí nuevamente al puente de Los Caracas por la columna para cortar el
camino, subí por las barandas, para pasar el Puente de Los Caracas, desde aquí
la vista es maravillosa, se aprecia todo el río de Los Caracas, al fondo se visualiza
el mar en la desembocadura del río, al mirar hacia abajo donde está el
pozo, me despedí de los señores.Caminando
pasé por la bodeguita, para preguntar si había luz, mi amigo me dijo que no
había llegado aún, por lo tanto los punto de ventas tampoco estaba funcionando,
los precios de sus mercancías están muy altos, le pregunté por una mini Trufa
de chocolate, el costo era de 3.800,00 Bolívares, en mi bolsillo eso era lo que
tenía, le dije que no lo quería, porque no poseía suficiente efectivo, tomé la
carretera para comenzar la ruta, no sin antes pasar por la ducha de los surfistas, abrí el
chorro para limpiar mis lentes que estaba todos empañado de salitre y arena.A
eso de las 11 de la mañana, di el inicio del recorrido para regresar al Pueblo
de Naiguatá, salí del Centro Recreacional de Los Caracas, pasé por el antiguo
peaje de Los Caracas, ya abandonado y deteriorado completamente, llegué
nuevamente a la caseta de las instalaciones de la ciclo vía, desde aquí comencé
mi recorrido de vuelta al Pueblo de Naiguatá, ya satisfecho de haber realizado la
Primera Etapa, de mi entrenamiento, fui recorriendo la zona de Los Caracas, a
esa hora pasaban muchos vehículos que estaban llegando a la Ciudad Vacacional,
me extraño mucho que no vi ningún autobús de la Costa, en mi recorrido, ni de
ida, ni de vuelta, llegué nuevamente a la gran curva, donde estaba la vieja construcción
a la orilla de la playa, sabía que al pasar la curva, ya dejaría a Los Caracas,
me voltee un instante para ver lo que había recorrido, desde aquí comencé a
recorrer esos largo kilómetros, administrando muy bien el agua, desde Los
Caracas al Pueblo de Anare, el recorrido es más fácil, porque en su gran mayoría es en bajada, asombrado por el buen
clima, mucho viento cruzado, por esta zona la vegetación está muy seca,
característico de esa zona de la costa, lo único que me acompañaba eran los
Pelicanos y las Garzas blancas a la orilla de la playa, al rato me encontré a
la pareja que ya venían de regreso de su caminata, me despedí con hasta luego
amigos, ellos me respondieron igual, ya muchos ciclistas venían de regreso del
Pueblo de Anare, los saludaba a todos, me devolvían el saludo, con hurra, les
agradecía el gesto al levantar mi mano con el pulgar derecho hacia arriba, un
largo recorrido donde no se ve ningún punto de referencia, ya faltando pocos
kilómetros para llegar al Pueblo de Anare, logré divisar la Antena del Pueblo, un
poco más allá los edificios de Camurí Grande, los que están en playa
Pantaletas, ya sabía que me faltaba la gran subida para llegar al Pueblo de Anare,
terminando la subida, un poco antes de llegar a la redoma de la ciclo vía que
indica la mitad del recorrido, vi que venía un ciclista por la zona demarcada
de la ciclo vía, se me acercó un poco, era una de las muchachas que vi más
temprano, me dijo –Amigo, Usted es Un Súper Duro-, le agradecí ese gesto tan
deportivo, es muy gratificante, que a uno lo reconozca otro atleta cómo un Duro,
su palabras fueron doblemente gratificante, el qué, esa ciclista me reconoció
mis condiciones físicas, ella me vio haciendo el recorriendo la ciclo vía, de
ida y vuelta, me despedí de la muchacha, muy motivado con esa simples palabras,
ahora vendría lo más fácil, la gran bajada para llegar a los previos del Pueblo
de Punta de Anare, vi la hermosa playa, sin muchos visitantes, todas sus sillas
estaban vacías, logré llegar a la redoma del ciclo vía, pasé trotando hasta que
llegué al Pueblo de Anare, caminé por el puente, vi un grupo de muchachos
viendo hacia el río abajo, me asomé a ver que estaban viendo, era un caballo
que se había escapado, lo encontraron comiendo en ese lugar, saludé al grupo,
pasé nuevamente por la capilla del Arcángel San Rafael, casi que me paso de largo, sin despedirme, tuve que
detener y regresarme, toqué el vidrio de la capilla, me persigné,
agradeciéndole cómo siempre por haberme acompañado en esos caminos, tomé de
nuevo la ciclo vía, algunas bajadas, para afrontar nuevamente el largo
recorrido, ya mis piernas estaban anunciándome el cansancio, pero seguí a un
paso suave, en esta zona, ya veía más circulación de vehículos de ida y vuelta,
gracias a Dios, la ciclo vía está un poco retirada de la vía principal, esto le
da a los usuario tranquilidad, administrando la poca agua que me quedaba,
llegué a la zona, donde lo que antes bajé, ahora me tocaría subir, a lo lejos
podía ver a la playa de la Virgen, me dije aún me faltan cómo 3 kilómetros para
llegar a esa zona, al rato logré llegar a la curva, que me indicaba que ya había
llegado a la playa de la Piedra de la Virgen, vi que ya estaban muchos carros,
y personas disfrutando de la playa, al pasar vi a tres personas con flores y
frutas en su brazos, es muy típico ver en estas playas solitarias, a personas que
van a realizar los pagos de sus promesas a sus dioses, ya desde la curva pude
ver a mi pueblo de Punta de Care, así que me tomé toda el agua que me quedaba,
ya las piernas las sentía muy pesada, muy caluroso el recorrido, la camisa la
traía toda mojada del sudor, al culminar una recta para afrontar la última
curva antes de llegar a mi Pueblo de Punta de Care, pasé por todo el frente del
pueblo, donde están los pequeños edificios, para llegar a la segunda entrada,
cuando pasé por la casa de mi amigo-vecino; EL Señor Juan, vi que
estaban sentado en la parte de afuera de su casa jugando dominó, entré a su
casa, me senté en una silla, le pedí que me regalara un poco de agua fría a mi
amigo, me brindó un vaso grande de agua bien fría, descansé un rato,
conversamos, me despedí de mi amigo Juan, porque aún me faltaba mucho camino
por recorrer, salí del Pueblo de Punta de Care, ya eran las doce y media de la
tarde, preferí seguir hacia el pueblo de Naiguatá, que entrar a la casa, porque
sabía que no había agua, tomé de nuevo la ciclo vía con un trote suave, hasta
que logré pasar nuevamente por la curva de los Muerto o Curva de los 7, pasé
por las playas, al rato divisé el final de la ciclo vía, llegué a la caseta
principal de la ciclo vía, me felicité a mí mismo, misión cumplida, ya había
realizado mi Entrenamiento Largo, llegué al estacionamiento de Playa
Pantaletas, alcé mi mirada para ver el Pico Naiguatá, pero a esa hora ya estaba
nublado, seguí rumbo al Puente de Camurí Grande, el río estaba muy provocativo,
pero ya tenía mucha hambre, ya no tenía agua potable, pasé por la entrada del
Club de Camurí Grande, un poco más adelante, pasé frente al Núcleo de la
Universidad Simón Bolívar, hasta que alcancé llegar a Playa de los Ángeles,
recorrí esa larga recta, hasta que llegué a la entrada del Pueblo de Naiguatá,
justo donde está el estadio de Beisbol, subí por la calle principal del Pueblo,
entré en una de las bodegas, le pregunté a una muchacha; a como estaban
vendiendo el kilo de cambur, la joven me respondió que en 800,00 bolívares,
pero en efectivo, porque no había luz en el pueblo de Naiguatá, no estaban
funcionando los puntos de ventas, le compré un kilo, comencé a comérmelos
inmediatamente, mientras caminaba a la parada de pasajeros, que se encuentra a
la salida del pueblo, entré a la panadería que tenía un letrero: NO HAY LUZ; NO
HAY PUNTO DE VENTA, SOLO EN EFECTIVO, vi que estaban vendiendo unas dona
rellenas de arequipe con lluvia de maní, me compré una, a un precio de 1.000,00
Bolívares, al probarla me supo a gloria, luego me dirigí a la parada de
pasajeros, para tomar una camioneta que me llevaría a Caribe, esta vez cobraron
el pasaje en 100,00 Bolívares, volvimos a recorrer toda la carretera de la
costanera hasta llegar a Caribe, al
bajarme de la camioneta estaba un camión vendiendo mandarina a 1000,00
bolívares el kilo, inmediatamente me compré un kilo, para ir hidratándome y comiéndomelas,
esperé un rato al metro bus, que me subiría para Caracas, sentado en la parada
de pasajero, vi a los Picos Occidental y Oriental, del Parque Nacional Guaraira
Repano, desde aquí se aprecia también el Pico Naiguatá, al llegar el metro bus,
casi que inmediatamente se llenó de pasajeros, salimos del terminal del metro
bus de Caribe, para subir a Caracas, un viaje muy placentero, porque el metro
bus tenia aire acondicionado, el chófer venía muy rápido, llegamos a la entrada de la
autopista La Guaira – Caracas, subimos sin ningún inconveniente, poco tráfico a
esa hora, solamente algún carro accidentado en la vía, cruzamos los dos
Túneles, pasamos por el barrio El Limón, para llegar a la Plaza de Catia, aquí
se bajaron algunos pasajeros, el metro bus nos dejó en la parada del Parque del
Oeste, desde Gato Negro, vi que la estación del metro estaba cerrada, así que
tomé una camioneta que me llevó hasta el Silencio, para luego tomar otra
camioneta, hasta la avenida San Martin, al llegar a la urbanización Artigas, me
quedé en la avenida, para llegar a mi casa, donde me estaba esperando mi esposa
con un rico almuerzo, muy cansado y algo acalorado, con un bronceado, almorcé,
comentándole a mi esposa y a mi suegra toda la travesía que había realizado, mi
suegra me dijo: “Eso es Mucho Amor, al Arte”, pues si, así somos los corredores
muy disciplinados con nuestros entrenamientos, a pesar de todos los obstáculos,
logré realizar mi entrenamiento largo, justo cuando iba a descansar en mi
cuarto nos quitaron el servicio eléctrico, pero eso es parte de nuestra historia,
de la Venezuela actual.
Una
de las recomendaciones que quiero compartirles, es que se debe de llevar mucho
efectivo para bajar al estado Vargas, cómo Siempre digo “Una cosa es Caracas,
otra cosa es fuera de ella”, todos los pasajes se cancelan en efectivo, la gran
mayoría de las frutas y vendedores ambulantes, solamente cobran en
efectivo, debido a la problemática con el
sistema eléctrico, los puntos de ventas no estaban funcionando, y los pocos que
estaban funcionando, solamente algunos bancos estaba pasando las transacciones,
se recomienda llevar dos tarjetas de débitos de diferentes bancos, en caso de
que no pase una, se puede intentar con la segunda tarjeta de débito. Cuando se
está fuera de nuestra zona de confort, se debe de adaptarse al medio ambiente
donde estamos visitando, como dice un refrán “A Donde Fueres, haz lo Que Vieres”
en mi caso cuando llegué a Caribe, estaba un camión vendiendo mandarinas,
muchas personas compraban en ese instante, hasta el chófer de la camioneta
compró, así que realicé lo que la gran mayoría de las personas estaban
haciendo.El
Agua es vital para realizar este recorrido, hay que ir bien equipado, mínimo 1
litros de agua fría, ya que en el recorrido no se encuentra agua potable,
solamente en los Pueblos de Naiguatá, Anare y Los Caracas, pero son muy
costosas en los establecimientos.Los
atletas sabemos que en nuestro bolso no debe de faltar nunca estos implementos;
Sal, Azúcar o trozos de papelón, protector solar, gel energético, alguna
galleta, un bocadillo de guayaba, una pequeña toalla, celular, documentos de
identidad, dinero en efectivo, de debe de apartar el costo del pasaje,
administrarlo muy bien el efectivo, así que no se puede gastar de una sola vez todo
el efectivo en un sólo producto, hay que buscar otra alternativa.La
inversión que hice para esta travesía fueron lo siguiente; costo de los pasajes
de ida y vuelta, que no superan los 1.000,00 bolívares, compras de las frutas
nos superó los 3.000,00 bolívares, en total gasté, 4.000,00 bolívares.
A
los atletas qué deseen realizar este recorrido, es recomendable que lo realicen,
en dos secciones, o de una sola ida, o la mitad de la ciclo vía, para ir
aclimatando el cuerpo, no me considero ningún Súper Duro, solamente que gracias
a mis entrenamientos previos y el conocimiento de la zona, me permiten realizar
este Entrenamiento Largo.
Recuerdo
que en algún lugar de la ruta, vi un afiche en una de las parada de pasajeros a
un “Jesús
de La Misericordia” con un mensaje, Rezar el Rosario, y las tres de la
Tarde decir tres veces: (Jesús, en ti Confío), comencé mis
oraciones con esa frase, orando por Nuestra Patria Venezuela, para que
encuentre el camino correcto. Agradeciéndole
a Él Dios Padre por obsequiarme tan maravillo día para realizar mis ejercicios. Así
fue mi entrenamiento largo en el estado Vargas, en la Parroquia de Naiguatá,
Venezuela.Por: Hernán José Sira Pérez
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