Maratón CAF 2023

 

Maratón CAF 2023


Maratón CAF 2023

 

Autor: Hernán José Sira Pérez

 

 

 

El sueño comenzó desde que se nos anunció, que la Organización CAF, regresaría a Venezuela. En mis escritos, siempre cito a un escritor: José Martí, quien escribió el siguiente pensamiento;

Para ser un Hombre completo, se debe de sembrar un árbol, tener un hijo y escribir un libro” yo le agregaría a este pensamiento, Correr un Maratón.

      Nos enteramos, que ya estaba abierto el proceso de inscripción, en sus dos modalidades: La Media Maratón, y el Maratón, fui a la empresa, para formalizar mi inscripción, me enviaron la conformación de la inscripción, con mi número de participante él: 1635.

            Nos llegó la última semana, el día más esperado por todos los corredores, con muchas ansias y nervios, todos mis amigos me comentaban, que no podían dormir en las noches, de la emoción, me incluyo también, me costó mucho conciliar el sueño.

La entrega del kit del corredor se realizaría los días 17 y 18 de marzo, fuimos a retirar el kit del Corredor, el día sábado.

Un bello compartir con muchos atletas y familiares, todos felices disfrutando de las diferentes actividades.

 

Me retiré del centro comercial, a descansar, hacer las cargas de carbohidratos, en la noche preparé el típico Muñeco, alisté todo desde: mis zapatos, medias, ropa interior, short, cinturón, geles, a la camisa del evento, el número de corredor, la gorra y mi bandera nacional.

 

 

Sonó la alarma de mis celulares, los programé a las tres de la mañana, para que me diera tiempo de hacer, todos los preparativos previos de la carrera, realicé mis ejercicios de estiramientos, y desayuné.   

Realicé mis oraciones, a mi Dios Padre, al Señor Jesucristo, pidiéndole su bendición y amparo, que me enviara al Arcángel San Rafael, para que fuera mi guía, mi acompañante y mi protector, a la Virgen del Carmen, le pedí su Santa Bendición.

 

Este Maratón lo iba a correr en honor a mis hijos, cómo siempre le dediqué este maratón a mi linda esposa: Zaida Elizabeth Angulo de Sira (Q.E.P.D.), cada paso que dé, será en su honor, por la gran lucha que dio, contra esa terrible enfermedad.   

 

Así fue mi Participación en el Maratón CAF 2023

 

Domingo, al salir de la casa, a eso de las cinco de la mañana, por la avenida San Martín, no encontré transporte público, para ir al Parque de Los Caobos, iba caminando a un paso acelerado, saludé al personal de Voluntariado del CAF, que ya estaban colocando los puntos de hidratación, les grité: “Buenos Días, ya venimos para acá, me guardan una”, en cada esquina habían policías, los saludaba, mi Papá Dios, me envío a dos Angelitos, que al verme con la camisa del maratón, me ofrecieron llevarme, al parque de Los Caobos, me subí a su camioneta, los saludé, conversamos en el trayecto, la muchacha iba a realizar su primer maratón, le di algunos consejos, al llegar al parque, su pareja nos dijo; “Que no la dejáramos sola”, ella y otro señor, entramos al parque, estaba haciendo mucho frío, nos tomamos unas fotos, antes de entrar al embudo de la línea de salida, a mi amiga, le dieron ganas de ir al baño, la acompañé, al lugar dónde habían colocado los baños portátiles, yo también aproveché de ir, al salir, me dirigí a uno de los puntos de hidratación, me obsequiaron un vaso de Gatorade, le comenté a mi amiga, que iría a entregar mi bolsa, en la carpa del guarda ropa, una logística impecable, la organización CAF, nos dieron una bolsa, con una etiqueta con el mismo número de corredor, la debíamos pegar a la bolsa, de esta manera, después de la competencia, podría retirar mis pertenecías, al presentar mi número de corredor.

 Al llegar a la zona me ubiqué rápidamente, por los letreros, desde el 1500  hasta el 1700, aquí estaban dos señoritas del voluntariado del CAF, me atendieron muy amablemente, me desearon mucho éxito en la carrera, luego entramos al corral de los 42 kilómetros, le dije a mi amiga, que calentáramos un poco, comenzamos a trotar, nos presentamos, me dijo que se llamaba: María Nella Chirivella, le dije mi nombre: Hernán Sira, le comenté que buscara sus fotos con el hastag: #Recorramos, le deseé mucho éxito en su primer maratón, ya después de la salida de la carrera, no la vi más, ojalá le haya ido bien en la competencia, ya los locutores estaban llamando a los Atletas Élites, para que hicieran acto de presencia, en el Arco de SALIDA.

 

En ese momento todos los corredores fuimos posicionándonos a lo largo de la gran avenida del parque de Los Caobos, todos pegaditos, codos con codos, les deseaba a todos los participantes mucho éxito en la carrera. Entonamos el Himno Nacional, en ese momento me persigné, mirando al cielo, en ese instante pude observar a dos drones, sobrevolar por encima de nosotros.

Anunciaron que se iba a dar la señal de Salida, para los atletas de movilidad reducida, salieron los atletas, ahora faltarían 4 minutos, para la las seis de la mañana, a continuación los atletas Élites, ya estaban preparados para salir, al conteo de 5,4,3,2,1, se escuchó el disparo de la pistola de aire, salieron todos los corredores Élites, con muchos aplausos del público presente y de todos los corredores, el resto de los participantes, avanzamos hasta la línea de Salida, al poco tiempo se dio el inicio, al gran Maratón CAF 2023, fuimos pasando el arco de SALIDA, a un paso muy lento, por la gran cantidad de corredores, él público presente nos animaron, nos gritaban: “Vamos, Vamos, Campeones, Que Si Se Puede”, muchas personas realizando sus trabajos fotográficos, cada corredor iba en busca de su posición, algunos iban lento, otros iban muy rápido, algunos con un paso muy acelerado, yo les gritaba, esto es un Maratón, no una carrera de 100 metros, muchos íbamos pasando a los corredores más lento, al pasar el puente, que une la autopista con el Hotel Alba, detallé que habían una gran cantidad de público aupándonos, luego pasamos por debajo del puente de la autopista, aquí grité: “Viva Venezuela, Vamos, Vamos,” cada quién iba ya, aplicando su estrategia de la carrera, algo que llamó mi atención en este zona fue, que vi a un corredor con un calambre, se paró a un lado, me dije a mi mismo, este no hizo bien la tarea, muchos participantes a lo largo y ancho de la gran avenida Bolívar.

Llegamos al final de la Gran Avenida Bolívar, por el kilómetro 2, pasamos por La Hoyada, aquí estaba el personal Voluntariado, que debíamos seguir hacia a la derecha, para subir una pequeña avenida, para ir a la Plaza: Diego Ibarra, aquí estaba el primer punto de hidratación, el cual lo pasé de largo, me abrí hacia el lado izquierdo de la vía, para seguir recorriendo la ruta, llegamos al Silencio, al kilómetro 3, le pasamos por un lado al cine Junín, para enfrentar la subida hacia el liceo: Fermín Toro, a la estación del metro del Silencio, por aquí también estaba un Voluntario del CAF, que nos indicaba que debíamos cruzar a mano izquierda, para ir en busca de las Escalinatas del Calvario, ahora vendría lo bueno, la bajada, para pasarle por un lado a la plaza O’Leary, a los Bloques del Silencio, para tomar la gran avenida de: San Martín, una marea anaranjada, pude apreciar a lo largo, por aquí saludé con un choque de puños a mi amigo a; Luis Infante, él estaba realizando sus trabajos fotográficos.

Recorrimos la gran avenida, hasta llegar al final de la: San Martín, por esa zona vivo, vi a una vecina, que estaba animando a los competidores, alcé mis brazos, para que me viera, me reconoció, me saludó, ya veníamos por el kilómetro 5, donde estaba el otro punto de hidratación, por donde pasé en la madrugada.

Ahora nos tocaría la subida, hacia la urbanización de: Vista Alegre, todos a un buen ritmo de carrera, al terminar la subida, pasamos por la urbanización de: Bella Vista, para enfrentar la bajada del Pescozón, una gran cantidad de público, nos estaba esperando en el puente de: Los Leones, por allí vi a una familia con un pancarta, que decía; “Vamos Papá, Tu Puedes”, en el kilómetro 7, era impresionante la gran cantidad de corredores a lo largo de la avenida O’Higgins, llegamos a la redoma de La India, en la Vega, en el kilómetro 8, nos tocaría girar a mano izquierda, para recorrer la hermosa avenida Páez del Paraíso, esta zona es muy fresca, por la gran cantidad de arboles de ambos a lados, pasamos por el primer punto de control en el kilómetro 10, más adelante por el sector; El Pinar, había otro punto de hidratación, le pasé por un lado, sin tomar ninguna botella de agua, seguimos recorriendo la avenida; Páez del Paraíso, le pasamos por un lado a: Villa Zoila, por la zona de Puente Hierro, respiré muy fuerte, para enfrentar la famosa subida de la Roca Tarpeya, ya nos la conocemos muy bien, me animé a mí mismo, a darle con todo, la fuimos subiendo, cada quién a su paso, cuando llegamos al Helicoide, en el kilómetro 13, cruzamos a mano derecha, para enfrentar la pared de una de las subidas de la ruta, cuando llegué a lo plano de esta zona, me eché a reír, porque sabía que vendría la bajada, hacia El Peaje, aquí estaban el personal voluntariado de la CAF, indicándonos que debíamos tomar la calle a mano izquierda, para recorrer la gran avenida de La Victoria, como ya me la conozco muy bien, la iba corriendo a un paso acelerado, pasamos por otro punto de control, en el kilómetro 14, un poco más adelante escuché una buena música de tambores en vivo, una empresa patrocinadora de geles: GU, nos estaba obsequiando a todos los participantes, unos geles energéticos, al pasar me dieron uno.

Volvimos a pasar por otro punto de control de la carrera, en la avenida: Victoria, en el kilómetro 15, justo al final, ahora teníamos que subir, girar a mano derecha, nos indicaban los jóvenes voluntarios del CAF, aquí enfrentamos una gran subida, una gran curva, aquí nos estaban esperando un pasillo de animación de públicos, familiares y amigos corredores, animándonos, para ir en busca de la Plaza de Los Ilustres, por aquí vi a una colega fotógrafa con su cámara fotográfica colgada al cuello, le grité: “Colega, Una Foto, Por Favor”, se echó a reír, rápidamente levantó su cámara, me realizó la cortesía, en ese momento venia tomando el gel energético, un poco más adelante estaba otro punto de hidratación, era impresionante la gran cantidad de recipientes que nos colocaron, para depositar las botellas y vasos, vi al personal recogiendo las que se les caían a los corredores, por no atinarlas, al lanzarlas a los pipotes, cuando nos daban un vaso de la bebida energética Gatorade, inmediatamente estaban muy atento el personal del voluntariado, con una bolsa de basura, para que cada competidor depositaran el vaso, en la bolsa negra, cada vez que los veía, les agradecía su trabajo, aunque parezca que no es importante, para nosotros los corredores es de vital importancia, imagínense el piso mojado, un vaso medio lleno en el piso, es un peligro, porque si lo pisamos, nos podemos resbalar, lesionarnos,  pasamos por un punto de hidratación en el kilómetro 16.

Ahora no tocaría recorrer a un lado de la zona de Santa Mónica, para ir en busca del Paseo de Los Próceres, a esta altura de la competencia, muchos competidores de las dos categorías, los de la media Maratón, y los de el Maratón, cuando llegamos a la intersección de Santa Mónica, con la Nueva Granada, y el terminal de la Bandera, era impresionante la gran cantidad de público, en las aceras del paseo de Los Próceres, nos dieron a todos, la más cordial bienvenida, con sus aplausos, hurras, victorias y sus gritos de; “Vamos, Vamos, Campeones, son ustedes unos Campeones”, aupándonos, para que siguiéramos el largo recorrido.

En esta zona del I.P.S.F.A., los que iban a realizar la media maratón, debían de girar en U, a mano izquierda, para retornar nuevamente, al paseo de Los Ilustres, para los corredores que íbamos a realizar la distancia de los 42 kilómetros, nos indicaron el personal voluntariado del CAF, que debíamos de girar a mano derecha, para subir hasta él monumento de Los Monolitos, del Paseo de Los Próceres, al terminar de recorrer el paseo de Los Próceres, una voluntaria del CAF, nos indicaba a todos los corredores, que debíamos girar a mano izquierda, para retornar al I.P.S.F.A., de Los Próceres, aquí ya íbamos por el kilómetro 17, cuando llegamos al punto de retorno, vimos una gran cantidad de competidores, nos volvimos a juntar las dos modalidades.        

            Bajamos por la avenida de Los Ilustres, al pasar por un lado del famoso parque infantil, hay muchas tienditas, de ventas de empanadas y arepas, vimos muchas personas desayunando a esa hora, varios corredores echando broma, pidiendo empanadas para llevar, “Yo Pedí, Dos de Pollo, Por Favor”, llegamos a la Plaza de Los Ilustres, en el kilómetro 19, giramos a mano derecha, por todo el paseo de Los Ilustres, por ambas aceras, habían personas animándonos, le pasamos por un lado a la entrada del Hospital Universitario, llegamos a la plaza de Las Tres Gracias, pasamos por las facultades de la (U.C.V)., para luego tomar la bajada de los estadios, solté en esa bajada los brazos, para relajar un poco el cuerpo, llegamos a la zona plana y abierta del estacionamiento de los estadios de Béisbol y el estadio de Futbol.

            En ese instante nos tocaba subir la calle del estadio de Béisbol, subimos esta subida, llegamos a lo plano del puente de los estadios de la autopista, ahora a soltar y aprovechar la bajada, con los brazos flojos, por aquí me encontré a un corredor animándonos, del grupo del 23 de Enero, al verlo me dirigí hasta él, para saludarlo con un choque de puños, debíamos tomar una pequeña calle, en subida, para ir a la intersección de la avenida Casanova con la avenida Solano, cuando llegamos aquí, nos encontramos una gran cantidad personas montados en las isla divisoria de las vías, todos dándonos animó, para que siguiéramos dando lo mejor de nosotros, en esta zona estábamos por el kilómetro 20, los corredores de la media maratón, debían de subir en busca de la torre de La Previsora, para dirigirse a la Plaza Venezuela, y llegar al parque de Los Caobos, para terminar su recorrido, en este instante nos volvimos a separar las dos modalidades, los que íbamos por el maratón, debíamos de girar a mano derecha, tomar la avenida: Casanova, por aquí vi a una familia, con una gran pancarta animado a su familiar, todos los competidores bajamos por la avenida: Casanova, el grueso de los competidores, iban por la media maratón, a partir de esta zona, ya veníamos pocos participantes, así fuimos recorriendo esta parte de la ruta, en el kilómetro 22, llegamos a la bajada de: Chacaíto con la avenida Tamanaco, por esta zona vi a un corredor ser atendido por los bomberos, por lo que le vi, tenía un fuerte dolor en la rodilla, seguimos recorriendo la urbanización: El Rosal, a final de la avenida debíamos girar a mano derecha, en ese instante me saludó una amiga; Magdalena Delgado, me saludó, me gritó “ Fuerza, Hernán”, bajamos por la avenida Venezuela, estaban un grupo de muchachos, que nos estaba prestando el servicio de colocarnos analgésicos a los corredores, al llegar a su lado, inmediatamente, me preguntaron en donde lo necesitaba, le señalé, me colocaron un poco en mi pierna izquierda, les agradecí, con: “Un Dios le Pagué”, en el kilómetro 23. 

            Al llegar a la esquina había un grupo numeroso del Voluntariado del CAF, un punto de hidratación en el kilómetro 24, debíamos de girar a mano izquierda, para bajar hacia la gran avenida de Las Mercedes, la bajé soltando mis brazos, cuando llegué al elevado de Las Mercedes con Bello Monte, vi algunas personas esperando a que pasaran su familiar, arribamos a la gran avenida de Las Mercedes, al kilómetro 25, aquí había un punto de control de la competencia, al llegar a la plaza Alfredo Sadel, había otro pasillo de familiares y amigos corredores, cuando les pasé a un lado, muchos aplausos, gritos, tengo por costumbre de saludar a cualquier corredor, que lleve una camisa puesta, de los eventos anteriores del CAF, en el público estaba un señor Máster, con la camisa amarilla, me le acerqué, los saludé con un choque de puños, al fondo apreciaba la intersección de Las Mercedes con Chuao, con la entrada de la autopista, nos tocó ahora una subida con cierta inclinación, en la esquina habían otro grupo de familiares, aupándonos con aplausos, pitos, hurras, con él típico grito de guerra; “Vamos, Vamos, Campeones”, nos tocaría subir una calle, justo por debajo del puente de la autopista del Este, al terminar de correr esta subidita, vi que estaba el punto de una de las empresas patrocinadoras del evento, obsequiándonos los Geles energéticos GU, en el kilómetro 26, me dieron dos geles, se los agradecí, pasamos por debajo del puente de la autopista del Este, después de subir otra pequeña cuesta, se abrió el hermoso panorama, se apreciaba hermosísimo el cerro El Ávila, en ese momento estábamos en el kilómetro 27, nos tocó la bajada, le pasamos por un lado al Hotel Eurobuilding, muchos familiares esperando en: Chuao, a que pasaran sus conocidos o familiar.

            Arribamos al kilómetro 28, aquí estaba otro punto de hidratación, fue colocado estratégicamente, muy bien pensado, es una calle muy amplia, algunos corredores iban por el canal rápido, los que iban a tomar la botella de agua, tomábamos el canal lento, agarré una, coloqué la botella de agua vacía con su tapa, en el recipiente, para su reciclaje.

            Al pasar por la placita que va a la urbanización de: El Cafetal, había un grupo numerosos de familiares, animándonos, les pasé por un lado, saludándolos, pasamos por el frente de unos edificios, vi al señor, que en todos los maratones, nos regala sus serenatas, lo saludé, los felicité por mantener la tradición, seguí pateando la larga avenida de la Rio de Janeiro.

            En este tramo de la ruta del maratón, hay que mentalizarse, es una zona industrial, con algunos edificios, se corre al lado del rio Guaire, es una de las partes del trayecto, donde no hay público, ya  estábamos en el kilómetro 29, con el sol pegándome en la cara, tuve que bajarme la visera de la gorra, para taparme de la luz cegadora, después de la entrada a la urbanización de Macaracuay, vi a mi amigo a: Víctor Nunes, él me había ofrecido unas gomitas, al llegar a los Ruices Sur, justo en la subida, lo vi realizando sus trabajos fotográficos, lo saludé, me ofreció las gomitas, le dije: “Que No, Que Estaba Bien”, muy amable me realizó un video, en él me recomendó, "Dar pasos cortos, no abrirme tanto en la curva, y que no corriera más, me deseo suerte”, a su lado estaba pasando un señor mayor, con un bastón,  me dijo también, en ese instante: "Así Es, Fuerza , Fuerza,  Así Es , Vámonos ".

      Esta zona los corredores, la conocemos muy bien, al llegar  al estacionamiento de Tránsito, pude detallar que nos volvieron a colocar los rociadores de agua, tenían 6 años exactamente, que no nos la colocaban, me quité la gorra, mis lentes correctivos, me detuve un minuto, para que se refrescara mi cuerpo, cómo un niño chapoteando el agua, de un lado al otro lado, riéndome de mi mismo, así disfruté de este paso por las regaderas, observé que había otro punto de control de carrera, en el kilómetro 30, vi al personal voluntariado del CAF, realizar su trabajo de llevar por escrito todos los números de los participantes del maratón, al pasar les gritaba mi número de corredor él; 1635, en esta zona aproveché los baños portátiles, que nos colocaron, ahora me tocaría subir una zona de la ruta, al final de la avenida: Rio de Janeiro, en una esquina antes de llegar a: Macaracuay, nos estaban esperando un pequeño grupo de personas, quienes nos animaron a seguir, con su barras de animación, con sus gritos de: “Vamos, Vamos, Que Sí Se Puede”, terminé la pequeña subida, al entrar a la zona del El Llanito, ya en el kilómetro 30, nos tocó recorrer la larga avenida de El Llanito, unos corredores íbamos por la calle en sentido hacia El Llanito, mientras los otros corredores, ya venían retornando del Llanito por la otra vía, al final de la calle había un punto de control de carrera, en el kilómetro 30, debíamos de girar en U, para dar el retorno a Macaracuay nuevamente, luego nos tocó girar a mano izquierda, para bajar a la avenida principal de Macaracuay, le pasamos por un lado nuevamente al rio Guaire, pasamos por debajo del puente de la autopista: Francisco Fajardo, ya sabía que vendría la gran subida, hacia la avenida: Francisco de Miranda.

Subimos un grupo de corredores, por la avenida principal de Caurimare con La California, logramos llegar, a la avenida Francisco de Miranda, el personal voluntariado del CAF, nos indicaron, que debíamos girar a mano izquierda, aquí habían una gran cantidad de público, muy animados, con mucha euforia, al vernos llegar, pasamos por la estación del metro de La California, aquí vi en el público a otro corredor animándonos en una de las aceras, con la camisa del Maratón CAF 2015, lo saludé con un choque de puño.

            Desde aquí comienza las subidas de esta parte de la ruta de la competencia, la subida de la urbanización  El Marqués, ya a un paso lento por el cansancio, llegamos a lo plano de esta zona, justo al frente del centro comercial: El Líder, había un grupo de personas muy animados, había un locutor animándonos, al pasar los saludaba, pude observar una gran cantidad de corredores subiendo por el falso plano, en ese instante, me tomé un sobre de miel, para subir la zona de Los Ruices, ya veníamos por el kilómetro 33, por aquí había otro punto de control de la carrera, me dije a mi mismo, a respirar fuerte, para lograr hacer estas subidas, llegamos a la estación del metro de Los Cortijos, otro grupo de amigos nos animaban por aquí, vi al club de corredores del Oeste a: “Los Morrocoy”, les pasé por un lado, los saludé, un amigo me animó, con un “ Vamos Señor Ávila”, así me conocen, sabía que nos tocaría, subir los dos elevados, así que me mentalicé, me animé a mí mismo, me decía, para esto entrenaste, para eso hiciste los largos, en el estado La Guaira, ya tenía el primer elevado muy cerca, en esta zona me volví a encontrar a mi amigo: Víctor Nune, muy cortes me realizó una toma fotográfica, justo en el momento que íbamos ascendiendo, me despedí de él. 

 

 

            Nos tocaría ahora lo plano del elevado, luego vendría lo fácil, la bajada, solté mis brazos y agitaba mis manos, llegamos a la urbanización de Los Dos Caminos, aquí estaba otro punto de control de la carrera y un punto de bebidas energéticas Gatorade, en el kilómetro 35, habían un grupo de personas animándonos, a lo lejos vi al otro elevado, que nos tocaría subir, así que llegamos al inicio del segundo elevado, él de Los Dos Caminos, lo ascendí, con un paso contante, al llegar a lo plano del elevado, vi al Parque Miranda, ahora vendría la bajada del elevado, solté nuevamente mis brazos, para relajar un poco mi cuerpo, al finalizar el elevado, había un grupo de personas animándonos, me encontré a una gran amiga corredora a; María Patricia González, se me acercó a mi lado, me animó, me felicitó, “Otro Maratón Más, Mi Amigo”, la saludé.

            Los que hemos realizado estas competencias, sabemos que aún, nos faltaba la subida hacia el Parque Miranda, rumbo a la estación del metro Miranda, aquí estaba otro punto de control de la carrera en el kilómetro 36, habían muchas personas, en las diferentes aceras de la avenida aupándonos, giramos en la curva, pasamos frente al Centro comercial Parque Cristal, detallé que había otro rociador de agua, al llegar a él, me detuve un instante, aquí me encontré a mi amigo a: Aswind Duarte, teníamos exactamente seis años sin correr juntos, desde el último Maratón CAF, él del año 2017, lo saludé, me preguntó, cómo me sentía, le comenté que bien, con las piernas pesadas, recorrimos estos kilómetros juntos, pasamos por la urbanización La Floresta, veníamos con un excelente ritmo, vimos, que en la Plaza Altamira, nos estaba esperando un pasillo de bienvenida, de muchas personas, con un hermoso arco, entramos los dos, al mismo paso, al gran pasillo, para los corredores, escuchamos música de unos tambores, de la emoción baile al ritmo del tambor, casi 50 metros de un túnel de personas, ya estábamos en el kilómetro 36, seguimos recorriendo las calles del Municipio Chacao, vi a mi amiga corredora; Alejandra Torres delante de mí, al pasar por Chacao, un numeroso grupo de personas, animaron a mi amiga, le gritaban por su nombre artístico, “Vamos; Alita, Vamos; Alita” la aplaudieron, ella muy sonriente, les saludaba, como toda una reina de la montaña que es, luego pasamos por otro punto de control de la carrera, en el kilómetro 38, llegué al final de la avenida: Francisco de Miranda, al sector de Chacaíto, ya estábamos en el kilómetro 39, el personal voluntariado de la CAF, nos orientaron, para que giráramos a mano derecha, ya muchas personas nos felicitaban, diciéndonos que la medalla ya estaba ganada, desde aquí comienza la avenida: Francisco Solano, a un paso suave, pero constante, llegamos a la subida, hacia el centro comercial: Chacaíto, ya con el cansancio y las piernas muy agotadas, logramos superar la subida, vi a lo lejos en la zona plana, a un gran globo rojo de helio, era mi amiga y colega Fotógrafa: Mariela, al pasar por su lado, me realizó algunas tomas fotográficas, la saludé cómo siempre, con un: “Hola Colega”, me saludó y me felicitó, me dijo; “Otro Maratón Más Para Ti, Ya Llegaste”.

            Desde aquí la ruta es más suave con planos, pasamos por; Sabana Grande, ahora vendría una bajada, hasta llegar a la torre La Previsora, el kilómetro 41, cruzamos la intersección, para enfrentar la subidita, al terminarla, muchas personas nos animaban, nos gritaban que ya nos faltaba un kilómetro, giré en la curva, para bajar a la avenida de Plaza Venezuela, allí ya habían muchos corredores con su medalla guindada en el cuello, de la media maratón, venían a buscar a sus compañeros, para auxiliarlos y motivarlos a llegar, todos apoyándonos, nos animaban a seguir, ya lo que nos faltaba, era recorrer la avenida, que es plana, para bajar por el puente de la Plaza Venezuela, donde está la fuente de agua, pasé por la zona  plana, debajo de la fuente de la Plaza Venezuela, en ese momento, sabía que vendría la Última subida del Maratón, fui ascendiendo a un paso fuerte, esta pared, justo en ese instante, saqué mi Bandera Nacional, que la traía en el bolsillo del short, el público presente les encantó, llegué a lo plano de esta zona, justo donde está la estatua de la Resistencia Indígena, pasé por un pasillo de personas aupándonos, dándonos la bienvenida al Parque de Los Caobos, cuando me vieron con la bandera nacional, todos me felicitaban, gritaban: “ Vamos Campeón, Viva Venezuela”, ahora me tocaría la última bajada, por aquí seguía el pasillo de bienvenida del público presente, les mostraba mi bandera, una amiga me realizó una hermosa fotografía: Carmen Beatriz Pacheco.

 

 

Un colega Fotógrafo: Andrés García, captó el instante majestuoso e inolvidable para mí.

 

Muy bello mi arribo a la meta de llegada, en los últimos 500 metros, venía rematando, con mi bandera en alto, ondeando, por el paso acelerado, que traía en ese momento, escuchaba al público en las rejas del parque, animándome, el narrador oficial del evento, anunció por las cornetas:  Excelente Trabajo Hernán, Felicitaciones, crucé la meta de LLEGADA, saludé al locutor con un choque de puños, entré al pasillo de bienvenida a los corredores, vi a un paramédico, atento con los corredores que estábamos arribando a la meta de LLEGADA, lo saludé, indicándole que estaba bien, comencé a caminar, me dieron una botella de agua, otra de Gatorade, por supuesto una anfitriona, me colocó mi medalla, me felicitó, luego nos dieron dos cambures, un pan relleno de jamón con queso amarillo, en ese instante, vi que mi amiga corredora de montaña: Alita Torres, se estaba tomando fotos con una amiga de ella, nos dimos un gran abrazo fraternal, la felicité por su gran tiempo, ella también me felicitó, me dijo: “Que Había Realizado Un Excelente Tiempo, Que Todos Mis Entrenamiento Dieron Sus Frutos”,

 Hermosa muy hermosa la competencia, todos los corredores me felicitaron, uno de ellos me dijo: “Mi Respeto, Señor Máster”, eso me llenó de mucha emoción y orgullo, siempre lloro al llegar a las metas, hoy miré al cielo, hablé con mi Dios Padre, para agradecerle, por ser mi Patrocinador Oficial, luego conversé con mi linda esposa: Zaida Elizabeth Angulo Contreras (Q.E.P.D.), mirando al cielo, al grito de guerra de ella, grité: “Esto es Vida”, sé, que seguro ella está muy contenta y feliz, al verme culminar el Maratón CAF 2023, felicitándome, diciéndome cómo siempre: “Llegaste Con Los Muchachitos, Eres Un Duro”.

 

 

 

Foto de mí llegada a la Meta del Maratón CAF año 2023

 

 

Muy agradecido con la organización CAF, por este regalo, para todos los corredores, entramos los corredores que estábamos llegando, al Parque de Los Caobos, una gran multitud de atletas, todos disfrutando de su arribo, fui entrando, a un paso suave, nos invitaron a pasar a la zona de masajes, el personal voluntariado del CAF, caminé un rato por la zona de los corredores, traía en mis manos, la botella de agua, la botella de Gatorade, los dos cambures, y el emparedado, en mi cuello, tenía mi medalla y la bandera nacional amarrada, así que fui al kiosco del servicio de guarda ropa, para retirar mi bolsa, donde tenía mi teléfono celular, para avisarles a mi familia, que ya había llegado a la meta.

Al llegar al kiosco, donde estaba el servicio de guarda ropa, me volvieron atender las dos señoritas de la mañana, me felicitaron, me preguntaron, cómo me fue en la carrera, les respondí; “Que Maravillosamente Bien”, una de ellas, fue a buscar mi bolsa, saqué mi teléfono celular, le pedí el favor que me tomara una foto con mi medalla, para enviársela a mis familiares, en ese instante llegó un señor mayor, también a retirar su bolsa, él estaba hablando con otro corredor más joven, el muchacho nos dijo: Escuchen esto, él señor tiene 85 años, y corrió el Maratón, lo felicitamos todos lo que estábamos allí, conversé un rato con él, de cómo le había parecido la competencia, me dijo: “Que La Disfruto A Su Paso”, me preguntó mi edad, le respondí que tenía 60 años, me contestó lo siguiente; “ A Usted Le Quedan, Por Hacer, 40 Maratones Más” le agradecí con un; “Amén, Que Así Sea”, se despidió de nosotros, nos quedamos sorprendidos, me despedí de las muchachas, diciéndoles que iba a celebrar, fui al kiosco de la empresa Polar, quienes nos obsequiaron cervezas, para que todos los corredores celebráramos nuestro triunfo, me dieron una, a mi salud, celebré.

Al salir de la zona de los corredores, me encontré a mi hermano y corredor de montaña a: Gregory Tortosa, nos felicitamos.

Saliendo del embudo, había una gran cantidad de público presente, todos esperando a que salieran su familiar, iba saludando a todos los corredores del maratón, fui a la fuente del Parque de Los Caobos, a realizar mis ejercicios de estiramientos, aquí sentado saludé a muchos compañeros corredores y familiares.

Le pedí el favor a una compañera, que me tomara una foto, celebrando con mi medalla obtenida por culminar el Maratón CAF, le envié esas foto, a mis hijos, para que se quedaran tranquilos, que estaba en una gran fiesta.

Fui a la Tarima del evento, donde los locutores oficiales, estaban llamando las damas, para la premiación, fue el momento más especial de la premiación, cuando llamaron a la venezolana, que ganó el Maratón, todos los presentes la aplaudimos, felices por su gran desempeño, luego vimos la premiación de la categoría masculina, donde todos aplaudimos al corredor,  a un representante del país de Brasil.

 

Fui al mural del Maratón CAF 2023, a tomarme unas fotos, una carrera hermosa, una organización CAF impecable, todo perfecto, nos sentimos como unos Atletas Olímpicos, al culminar el evento, nos despedimos de la gran familia de corredores, nos fuimos retirando del parque.

      Así fue mi participación en el maratón CAF del año 2023.

 

Hernán José Sira Pérez

V-6.171.355

 

 

 

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