Los Tres Picos Del Cerro El Ávila, Los Picos Oriental, El Pico Occidental y El Pico El Ávila

Los Tres Picos Del Cerro El Ávila, Los Picos Oriental, El Pico Occidental y El Pico El Ávila


        Hoy 13 de agosto del 2017, salí de mi casa a eso de las 7 de la mañana, sin ninguna ruta definida para subir al Cerro El Ávila, mi esposa me preguntó, por donde vas a subir hoy, le respondí que subiría al Hotel Humboldt, pero, como siempre hay un pero, al salir esta mañana a la avenida San Martín, vi al Cerro El Ávila, Los Picos estaban despejados, me dije hoy subiré hasta allá arriba, señalando al Pico Oriental,  caminé hasta la estación del metro Artigas, fue cuando tome la decisión de hacer la famosa ruta: Los Tres Picos, para nosotros los excursionistas y deportista es un gran reto, realizar el ascenso a los tres picos del Cerro El Ávila, El Pico Oriental con su famosa Cruz de Los Palmeros de Chacao, El Pico Occidental con su famosa Silla de Caracas, y el Pico El Ávila con sus instalaciones del teleférico de Caracas con el Hotel Humboldt, al llegar a la estación terminal de Zona Rental, realicé la transferencia hasta Plaza Venezuela, desde allí hasta la estación metros Los Dos Caminos, al llegar a la estación vi a un grupo en las escaleras, reunidos, esperando unos de sus integrantes, los saludé, le dije nos vemos allá arriba.


        Al salir de la estación caminé hasta la avenida Rómulo Gallego, hasta llega a la entrada de la avenida Sucre, desde aquí derechito hasta la autopista; La Cota Mil de Caracas.  

         Al llegar a la entrada del Parque Nacional El Ávila, en el sector Cachimbo, vi que estaban llegando un grupo grande de excursionistas, había tres muchas esperando a sus compañeros justo en el estacionamiento de Cachimbo, las saludé, les deseé un feliz día, subí hasta el puesto de guarda parque, a eso de las 8 de la mañana, aún el guarda parque estaba dormido, hoy no había lista de visitante. Comencé el ascenso por la pica, a mi paso rápido para aprovechar la sombra que da la montaña y los árboles, pasé a tres muchachos , le di los buenos días, le sugerí que hay que aprovechar la sombra, este camino está muy descuidado y abandonado desde hace muchos años, mucho monte y gamelote alto, el año pasado subí y está igual, deberían de realizarle un mantenimiento a esta ruta, uno llega todo rasguñado, el camino estaba muy resbaladizo en algunas zonas, en especial las piedras, luego se despeja el camino bajo la sombra de los Eucaliptos, veía a mi mano derecha al Pico Goering y la subida de  Estribo Duarte por Boleita , me dije a mi mismo que estaba a la altura de la toma de agua y el árbol único de esa zona.  Al llegar al pequeño mirador, vi la hermosa cascada que cae al pozo del paraíso, con una vista hermosa de Caracas hacia el este de la ciudad, en ese instante me dieron ganas de orinar, como vi que no había nadie, orine a la orilla del barranco, cuando terminé, casi que me ven una pareja que venían subiendo, a la muchacha la había saludado a la entrada del parque, subimos en fila los tres hasta llegar a la Piedra del Indio, al llegar a la Piedra disfrutamos de la hermosa vista que posee de Este a Oeste, había tres excursionistas cuando llegamos, los saludamos, ellos se estaban alistando para subir al Pico Oriental, se estaban colocando protector solar en todo sus cuerpo, parecían unos fantasmas, mis compañeros de camino se quedaron en la piedra a esperar a su grupo, la muchacha tiene unas excelentes condiciones físicas, le escuché que su amigo la llamó GOCHA, me despedí del grupo, le pregunté la hora a uno de los muchachos, me informó que eran las 8;45 de la mañana, un buen tiempo, apenas era la parte inicial del ascenso hacia el Pico Oriental.   

          Seguí el camino con mucha cautela, había mucho monte y deslizamiento de tierra, parte del camino, hay que tener mucha precaución en esta zona y tomar el camino correcto , porque cuando uno sube de la Piedra el Indio, existe un camino que no está habilitado, pero muchos la toman, a mí me paso hace unos cuantos años atrás , tuve que regresarme de nuevo al camino principal, estar muy alerta en este paso, para los que no conocen la ruta, se toma el camino cómo si se fuera al pozo El Paraíso, hay una pica a mano izquierda, en la piedra hay una flecha que indica “El Camino a Seguir”, me imagino que lo tallarían unos scouts. 

       Segunda etapa de la ruta:Un camino de piedra al inicio de la pica, muy resbaladiza la subí a la antigua; a lo Mono, luego se comienza a subir por un camino de tierra, al cerro El Ávila le ha caído muy bien esta época de lluvia, todo está muy verde, muchas flores por todo el camino, esto llama a las abejas, avispas y abejorros. En solitario iba subiendo poco a poco, disfrutando el hermoso día que me estaba otorgando el Dios Padre, ya a esta hora el sol estaba de playa, me quité la camisa y la gorra, porque estaba sudando mucho, mientras caminaba por los senderos, aproveché para realizar mis oraciones, voy hablando con Dios, que mejor templo de oración que El Cerro Ávila, un poco más alto, un poca más cerca del cielo, un poco más cerca de él. Miré hacia la cima del camino, pude detallar a un excursionista subiendo como a unos 500 metros, me volteé a ver cuánto había subido, vi que ya venían subiendo varios excursionistas, hay que administrar muy bien el agua, porque en los dos Picos no se encuentra agua, en poca palabra: No Hay Agua. Más tarde llegue al sector conocido como: La Cabeza de Elefante, pasé justo al lado de un pequeño árbol conocido como el BONSAY, me senté un rato bajo su sombra, aproveche para tomar agua, me levanté y toqué su copo, le dije que creciera fuerte, que siempre lo veo desde mi trabajo, le tomo foto con mi cámara fotográfica, risas, risas, cosas de un loco, hablarle a un árbol. Después de subir un largo camino de tierra se llega a un pequeño mirador con una caída libre de más de 1000 metros. Aquí muchos excursionistas se toman fotos muy cerca del precipicio, algo que critico siempre, es muy peligros, primero está la vida que una foto, más bien recé y me alejé de su borde, muchos excursionistas creen que ya se está llegando a la cima, pues no, apenas es la mitad de recorrido para conquistar la cumbre del Pico Oriental, el agua de la lluvia a erosionado mucho el camino, se torna dificultoso el ascenso, subiendo logré divisar a un grupo de golondrinas, a vuelos rasantes sobre mí, me dije a mi mismo “si hay golondrinas, no hay peligro de avispas”, se formó una batalla aérea sobre mí, a vuelos rasantes, muy rápidas, el sonidos que hacían al pasar era un zumbido muy fuerte, preferí aligera el paso, desde lo alto vi a un hermoso Gavilán, sobrevolando, le silbé para ver si me respondía, planeó un rato mostrándome todo sus hermoso plumaje, blanco marrón. En ese instante logré alcanzar al excursionista que había divisado desde abajo, lo saludé y gentilmente me cedió el paso, pasé por un pequeño bosque donde está el único pino de la zona, desde aquí ya uno sabe que realmente falta muy poco, llegué al otro árbol BONSAY y el pequeño bosque, subí un poco más rápido para rematar y llegar a la cumbre , cuando llegue a un plano de la colina, grité CUMBREEEEEEEE, luego se baja a mano izquierda por un caminito, vi que en la piedra ya habían personas, en la Cruz de los Palmeros de Chacao, pasé por un lado de la segunda piedra del pico, entre estas dos piedras hay un pequeño terreno plano, donde acampan los excursionistas, fue aquí que me encontré un driza de una carpa, “ Si Tú Me Lo Das, Porque Me Lo Quitas” era una canción que cantábamos los scouts cuando nos encontrábamos algo en el cerro. Subí hasta la piedra donde está la famosa Cruz de Los Palmeros de Chacao, saludé a las personas que estaban disfrutando de un merecido descanso, los felicité pos su cumbre, hablamos un rato de las avispas, me senté en la piedra, descansé un rato, le pregunté la hora a un señor me dijo son las 10:30 de la mañana, en ese momento aproveché que la Cruz estaba sola, me bajé de la piedra, me dirigí hacia ella, la abrasé muy fuerte, realicé mis oraciones con mucha Fe, y devoción a los pies de Jesús de Nazareth, hoy no pude apreciar la hermosa vista que tiene el pico Oriental, estaba nublado a esa hora, no pude ver a la capital. Me despedí de los señores y de una pareja, le informé que seguiría hasta el Hotel  Humboldt, me respondieron que ellos también irían para allá, seguí el ascenso pero esta vez a  la cruz que indica el punto más alto del Pico Oriental, me encontré a otro excursionista, conversando lo hermoso que estaba el Cerro El Ávila, en el día de hoy, él sacó su teléfono inteligente de su morral, le tomó fotos a la Cruz de Los Palmeros de Chacao desde una de las piedras del camino, le comentaba que las fotos del pico siempre son preciosas, seguimos subiendo hablamos un buen rato de las carreras, de las personas extraviadas en el Cerro El Ávila y de muchos temas más, le pasamos por un lado al camino que va hacia la Fila Maestra, descendimos todo el pico Oriental, cuando llegamos a la intersección conocida como la Y, que es la desviación que va hacia el Pico Occidental, vimos que en las piedras habían muchas personas, pasamos y saludamos a un grupo que estaban desayunando y algunos descansando.Tercera Parte de la Ruta:Comenzamos a subir el pico Occidental, mi amigo se adelantó, yo me paré un buen rato a saludar a unos amigos que me encontré sacándose fotos en las piedras de La Silla de Caracas, subí hasta la nueva Cruz del Pico Occidental, ya sin nombre, ya se robaron el cartel, además la colocaron en un lugar que no corresponde al punto más alto del pico Occidental, ese punto está un poco más arriba, hace años aún se podía apreciar su base, desde aquí el camino es plano, ya venían descendiendo muchos excursionistas que habían acampado desde el viernes, conversé con un joven , me informó que venían de la Cruz de los Palmeros de Chacao, que pasaron una bella noche, despejada, nos paramos un rato, le dije que esperara a su compañera, se había quedado un poco más atrás, yo seguí el camino, comencé a bajar a los predios del sector conocido como Lagunazo, a rato se aclaraba el clima, en una curva me pasó un joven running corriendo, lo saludé , como te va , le pregunté, me respondió; Dándole Fuerte amigo, él siguió hacia el Pico Occidental, ya llegando a Lagunazo, me encontré a un amigo corredor, me saludo por mi nombre y apellido, me senté en una piedra para hablar un buen rato con él, le pregunte por sus primos Johandrys y Josmar, me dijo que estaban bien, uno en Valencia trabajando, y el otro en casa metido en la computadora, nos despedimos, dándome muchas Bendiciones.

        La vista la vista hacia Caracas estaba nublada y lo mismo hacia la Guaira. Comencé a escuchar música justó antes de llegar a Lagunazo, pensé que esa música provenía de la estación del teleférico, me dije como que la cosa esta muy buena en la estación, cuando estaba llegando al Mirador de Lagunazo, divisé a un grupo montados en la piedra grande, compartiendo y escuchando música, pasé por todo el filo de la piedra, vi a una joven, que muy amablemente me saludo, buenos días, me preguntó que de donde venía, le contesté que venia del Pico Oriental de la Cruz de Los Palmeros de Chacao, me felicitó con bellas palabra y elogios por mis condiciones físicas, asombrada porque no traía morral, me preguntó que si no traía agua, le dije que sí, casi que inmediatamente de su chaqueta o bolso saco una bolsita de maní dulce con ajonjolí, me ofreció un poco, le comenté que la música se escuchaba muy fuerte desde arriba, me dijo que no estaba de acuerdo con la música en la montaña, pero estaban disfrutando, le dije que tuvieran precaución, seguimos conversando me dijo que ellos querían subir al Pico Oriental, me preguntó cuál sería la mejor ruta, le estaba explicando y dándole los detalles, cuando otra joven me ofreció una rodaja de piña, se la acepte con mucho cariño, tomé una pieza y la piqué en dos con mi mano, me dijo no señor tómela completa, le agradecí el gesto, le sugerí a la joven que buscara en la Internet al Grupo Cerro El Ávila, me preguntó que si yo era guía, para que los llevara al Pico Naiguatá, le respondí que no era guía pero si querían yo los llevaría, otra muchacha sacó de un bolso un cambur, me lo ofreció, le dije que se lo aceptaría con mucho gusto, es un salvavidas para un corredor, el que me estaba obsequiando, le agradecí con las siguientes palabras: Que Dios Le Pague, como dicen los Merideños, se emocionó tanto con mis palabras, me confirmó que ella era Merideña, llegó la hora de despedirnos, la joven muy amable, con un carisma, se despidió de mí, me dio la mano, se me presentó, me dio su nombre, me dijo que buscaría, al grupo Cerro El Ávila, y al señor Hernán, me despedí del grupo, le dije que siguieran disfrutando de la buena música y el frió de Lagunazo, Bajé hasta la toma de agua, por un camino lleno de barro, llegué al tubo, tomé agua en abundancia hasta saciar mi sed, así hidratarme lo suficiente para seguir el camino, dándole gracias a Dios por esta agua tan pura, cristalina y energética, le pedí al Dios Padre que santiguara el agua , que la convirtiera en agua bendita, desde que salí desde la autopista la Cota Mil, hasta este punto no se consigue agua , equipé mis potes de agua, comencé a descender hacia la toma de agua de Galipán.


        Por el camino me encontré a un grupo de scouts, bajando también con sus morrales, los saludé. Le pregunté cómo habían pasado la noche, me respondieron que estuvo toda la noche despejado, que disfrutaron una noche estrellada, los felicité, le dije que fue un regalo de Dios para ellos, porque casi nunca es así.        Se despejó El Pico El Ávila que dejó ver al Hotel Humboldt y al pueblo de Galipán, que cada día crece más, ya se escuchaba la música y la bulla de las personas en la fiesta que le hacen a los niños en el teleférico.    

    Al llegar a la toma de agua de Galipán vi que estaba una familia, comiendo con un bebe de meses, le di los buenos días. Aquí comienza el ascenso hacia el pico El Ávila, el camino está en muy buenas condiciones, está muy limpio, no tiene monte, es una cuesta muy empinada y larga a esa hora venían subiendo, parte del grupo scouts, al levantar la mirada, veía a las personas subiendo una tras otra al Hotel Humboldt. Después de un buen rato llegamos al “PORTAL MÁGICO” del Hotel, siempre digo como en las comiquitas, “Estamos Salvados, Estamos Agradecidos”., es un arco de metal de una puerta vieja que hay que pasar para tomar las escaleras, que van hasta la parte de atrás de las instalaciones del hotel que tiene muchos años. 
       Llegando al hotel estaban varias personas disfrutando el paseo, por el camino me pasó una familia con un bebe en un bolso tipo koala, los saludé y le eche la bendición al niño, la mamá inmediatamente me respondió amén, al pasar por la instalaciones del hotel, se puede apreciar que están bastante adelantados los trabajos de remodelación, alcancé a unos jóvenes, creo que eran militares, que no conocían la trocha para llegar a las caminerias del teleférico, me preguntaron, que por donde se iba a hotel , le dije láncense a rapel por ese camino, pasamos justo por las bases de concretos  del mirador del Hotel Humboldt, cuando uno llega a los jardines del Hotel se encuentra de nuevo con la civilización, muchos visitantes y turistas a esa hora , me di cuenta que no habían izado la bandera nacional, me dije que malo, es domingo y suben muchos niños y turistas, es un hermoso espectáculo, ver la bandera nacional moviéndose por el viento con el fondo al Hotel y el Mar Caribe, le da una vista muy especial al pico El Ávila.   

     Justo cuando estoy pasando por la salida de la pica que viene de la Antena de Mecedores, vi que venía un amigo corredor, le alcé los brazos para que me viera, nos saludamos, teníamos tiempo sin vernos, conversamos un buen rato, sobre muchos temas: sobre las carreras, la actualidad política, las suspensiones de todas o casi todos los eventos. 

Él me dijo que estaba al día conmigo, porque me sigue por las redes sociales, me comunicó que participaría en una carrera en Puerto Ordaz. Yo le informé que correría en la de Todasana, me presentó a una amiga, me despedí, le desee mucha suerte, luego baje entre tantas personas, disfrutando de las instalaciones del Teleférico, lo típico de los fines de semanas: espectáculos, payasos, venta de comidas en los kioscos, estaba nublado la vista hacia la Guaira, los telescopios no eran de gran utilidad, pocas personas usándolos. Pasé por la feria de Comida, con unos precio muy costosos, me dirigí a la venta de boletos, le pedí uno para bajar, a un precio de 1.500,00 Bs., bajé hasta la estación del teleférico, realicé mi  correspondiente cola para tomar el funicular, la operadora nos mandó a abordar el funicular a eso de la una de la tarde, bajando se veía la Ciudad de Caracas, despejada sin ninguna nube y los Picos Oriental y Occidental también, siempre es así, cuando uno está abajo en la ciudad están despejado, cuando uno está arriba se nublan, y cuando una baja de nuevo a la ciudad, se vuelven a despejar. Veníamos descendiendo en el teleférico disfrutando la hermosa vista, hacia abajo del teleférico a nivel de Papelón, el Bosque está muy verde, pasamos por Papelón, vi al corta fuego a lo lejos, pocas personas recorriéndola.





        Observé la construcción de las nuevas columnas del teleférico, vi también en un claro de la montaña, en una quebrada personas bañándose, cuando llegamos a la última etapa del recorrido, vimos una gran cola de personas para comprar el boleto para subir al Hotel Humboldt, el estacionamiento lleno de carro y autobuses, al llegar a la estación terminal de Maripérez, bajé rápidamente del funicular, muchos visitantes entando a esa hora, salí de la estación del teleférico, bajé por la escaleras hasta la parada de camionetas, justó en ese instante estaba una esperando pasajeros, que nos llevó hasta la estación del metro Colegio de Ingenieros, para tomar el metro hasta Plaza Venezuela, realicé la transferencia para la línea 3 del metro de Caracas, bajé al adén y tomé le metro para zoológico, al llegar a la estación Metro Artigas me bajé, caminé hasta mi casa, donde me estaba esperando mi familia, mi hermana estaba en mi casa,  me fue a visitar, mi esposa me sirvió el almuerzo, comimos , les conté todo el recorrido que había realizado, la Ruta Los Tres Picos, mi hermana me preguntaba que si no me dolían las piernas o los pies, le dije que no, para nada, más tarde acompañé a mi hermana Chely Sira a la parada, me despedí de ella, regresé a mi casa a descansar, disfrutar del campeonato de Atletismo Londres 2017, así son mis paseos domingueros .

Por Hernán Sira

                                        

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