ENTRENAMIENTO DE LA RUTA LARGA 46 KILÓMETROS DEL CAMPEONATO SUDAMERICANO 2019
ENTRENAMIENTO
DE LA RUTA LARGA 46 KILÓMETROS DEL CAMPEONATO SUDAMERICANO 2019
A
una semana del campeonato Sudamericano, quería recorrer la ruta completa, para
ver si mi cuerpo aguantaba el recorrido, así que me preparé para realizar el
circuito, el viernes en la tarde mi hija Mariangel Sira y mi hermana Chely
Sira, me compraron los panes de guayaba, equipé mi bolso, con franelas,
guantes, paño, agua, pito, teléfono celular, sal.
Me
desperté a eso de las 5 y media de la mañana, realicé como siempre todas mis
necesidades fisiológicas, tomé café, a eso de las 6 de la mañana, salí de mi
casa, al bajar por el Callejón Lugo, al salir a la avenida San Martín, vi que
el Cerro El Ávila estaba despejado, me dije a mi mismo: me van a regalar, un
excelente día para patear el Cerro, me persigné, me dirigí hasta la estación
del metro de Artigas, para tomar el tren para La Zona Rental, realicé la
transferencia por el pasillo para la estación de Plaza Venezuela, muchos
usuarios a esa hora, me monté en el tren rumbo a la estación de Altamira, al
llegar a la estación, subí a la Plaza de Altamira, comencé a subir caminando
por las transversales de Los Palos Grandes, hasta que llegué a la entrada de
Sabas Nieves, muchos deportistas a esa hora, pasé por el puesto de control,
saludé a los guardias nacionales y a los Guarda parques, tomé el tiempo de
Salida (Hora de Salida de Sabas Nieves
07:38 a.m.,), di inicio a mi entrenamiento largo, a un trote suave para ir
administrando las energías, subí por Sabas Nieves II, por aquí no me encontré a
ninguna persona, subí por las escaleras de Sabas Nieves, hasta llegar al lugar
donde antes estaba un banco, fui subiendo a un trote muy despacio, hasta que
llegué al puesto de Guarda Parque de Sabas Nieves, derechito a la capilla de la
Virgen de la Milagrosa, me subí hasta su pedestal, la toqué y me persigné, para
pedirle su Santa Bendición, aprovechando que el chorro estaba libre, me acerqué
para refrescarme, metí la cabeza y los brazos bajo el chorro, la humedad estaba
muy alta, seguí subiendo, saludando a los visitantes, logré llegar a la Loma
Serrano, cuando iba a comenzar a descender, me persigné, entre al bosque, en
bajada en busca de la Quebrada de Chacaíto, por aquí pasé a un grupo de
corredores, que estaba haciendo la ruta, corriendo por el hermoso bosque,
aprovechando lo plano y las bajadas, al llegar a la quebrada de Chacaíto, cómo
siempre ya habían 3 hombres bañándose en la poza, los saludé, les dije que me
bañaría cuando regresara, una de las cosa que aprecié, es que se estaban
bañando con jabón, lo recomendable sería un jabón biodegradable, recordando que
de esta agua muchos usuarios la toman en la cota mil, aunque sé que el agua se
filtra a través de la tierra, pero hay que cuidar el agua, porque el agua es de
TODOS.
Seguí
el camino, ahora me tocaría subir hacia el puesto de guarda parque de Chacaíto,
a un paso suave recorrí, el hermoso camino, en un claro me detuve a cambiarle
el agua el canario, me pasaron tres corredores, los alcancé en el puesto de
guarda parque, aquí me encontré al guarda parque lo saludé, cuando pasé por el
chorro, estaba ocupado por muchos corredores, cómo tenía suficiente agua, así
que me dije voy a seguir la ruta, tomé la pica de los Pinos, en busca de la
intersección de los Cafetos, a un trote suave, fui subiendo por los Eucaliptus,
hasta que llegué al rancho de Chacaíto, por aquí me alcanzó un corredor, tomé
un poco de agua, aproveché el chinchorro, entré al camino del bosque, una suave
bajada con algunos planos, para enfrentar las subidas en zigzags, logré llegar
a la intersección la Y, tomé el camino hacia los Cafetos, nuevamente se entra
en un hermoso bosque, con una alfombra de hojas secas, un camino plano, que te
invita a correrlo, algunas bajadas suaves en curvas, cuando se comienza a ver
las matas de café, ya me estaba acercando al cruce de la pica, el sonido del
bosque es maravillo, el canto de las aves me acompañaron durante este recorrido
en solitario, cuando llegué al cruce, tomé el camino a mano izquierda, con
mucha cautela, dándole chance de que mis piernas, se acostumbren a las bajadas,
se sube una pequeña lomita, para comenzar el descenso por el camino, un camino
poco transitado, curva tras curva, se va descendiendo en busca de la Loma el
Cuño, al rato llegué a una zona plana, que está sembrada con árboles frutales,
seguí descendiendo por la pica, hasta que divisé el techo de la casa del guarda
parque, vi las matas de Níspero Japonés, vi que habían dos amarillos, me los
comí, estaban muy dulcitos, terminé de descender por la carretera de cemento,
que tiene un fuerte inclinación, al llegar al Corta Fuego, vi muy pocos
usuarios, seguí por el corta fuego en busca de Lomas del Viento, a un trote
constante, recorrí esa parte de la ruta, al llegar a la intersección del
camino, tomé la que me llevaría a la Cruz del Ávila, con un trote suave, subí
por la empinada carretera, cuando me cansaba la caminaba rápido, hasta que
llegué a la carretera de tierra, sabía que me faltaba la mitad del camino, para
llegar a la cruz del Ávila, a un paso constante, alcancé a dos ciclistas, que
estaban subiendo a Papelón, los saludé, ya estaba pasando las curvas, alcé mi
mirada, vi a la Cruz de Ávila, por aquí me encontré a dos excursionistas, que
me sintieron venir, por mi respiración, los saludé tome la carretera de tierra,
pasé justo por las vía del teleférico, le estaban haciendo pruebas, ahora me
tocaría subir hasta el puesto de guarda parque de Papelón, al llegar estaban
varios usuarios, cuando me acerqué al chorro, me di cuenta que rompieron el
tubo, ahora el chorro está a nivel del piso, me tuve que agachar, para equipar
mis potes de aguas, hablé un rato con mi amigo el guarda parque, Miguel Zerpa,
quién estaba molesto con algunos desadaptados, quienes rompieron el tubo, me
informó que temprano subieron corredores, me despedí de mi amigo seguí el
camino, la reja el Portal Mágico II, estaba cerrado, me tocaría enfrentar la
subida, conocida como La Pared, una carretera con una inclinación de más de 70 grados,
por aquí me encontré a un grupo de muchachas subiendo, preguntando qué cuanto
faltaba para llegar al teleférico, le dije la verdad, que cómo dos horas, seguí
mi ruta, pasé por las instalaciones de las antenas, aquí me encontré a unos
guardias, le pedí el permiso para equipar un pote de agua, sabía que tendría
que administrar muy bien el agua, entré al bosque, aproveché el chinchorro, una
bajada y un plano, para enfrentar el camino, que es en modo zigzags, por el
camino me voy orientando por unos monolitos, que van indicando el camino, ya en
el segundo monolito, ya estoy aproximándome al segundo Chinchorro, un plano
para enfrentar una bajada, otro plano y subir una fuerte cuesta, hasta llegar
al pequeño mirador del Pico el Ávila, me detuve un instante a ver la hermosa
vista de la ciudad de Caracas, vi al Pico Occidental, entré nuevamente al
bosque de árboles, para ir en busca de las caminerias del Teleférico, a un paso
veloz, fui ascendiendo por el angosto camino, con mucha cautela, al pasar las
piedras, son un patín de lo resbalosa que están, por aquí me encontré a dos
excursionistas subiendo, me cedieron el paso, cuando salí del bosque, llegué a
las caminerias del Teleférico, aquí estaba una pareja disfrutando de la hermosa
vista, los saludé, (Tiempo de llegada 24-08-2019 Hotel Humboldt 11:20 am), al
rato llegaron los dos excursionistas, me senté en el muro, saqué de mi bolso un
pan de guayaba, me lo comí, llamé a mi esposa: Zaida Elizabeth Angulo
Contreras, para informarle que estaba en el Hotel Humboldt, me di animó, me
levanté del muro, me coloqué mis guantes de frío y un segunda franelilla,
comencé a descender la vía para ir hasta la estación del teleférico, que sigue
inoperativo, todo cerrado, lo paso con mucha cautela por los perros, vi algunos
trabajadores del teleférico en la estación, los saludé con mi buenos días,
comencé a descender trotando por la Fila del Ávila, hasta que llegué a la
entrada de la Pica de Los Pinabetes, vi a la ciudad de Caracas hermosa y muy
despejada, me provocó bajar hasta el mirador, pero me dije a mi mismo: estas
simulando la carrera, así que entré nuevamente al bosque a enfrentar la famosa
pica, con mucho frío, concentrado en el piso, bajé dando salto de un lado al
otro, apoyándome en las raíces, paso al lado de los árboles, para apoyarme en
ellos, por aquí me encontré a una pareja subiendo, luego pasé por la Y, tomé el
camino hacia Los Venados, el otro camino da al Pueblo de Galipán, me tocaba
bajar la zona con más dificulta, la pasé bien, me tocó el primer chichorro,
pasé el árbol caído, seguí el camino, con mucha precaución, luego llegué a la
zona de las Palmas, lo disfruto mucho porque aplaudo, grito: LAS PALMAS ; LAS
PALMAS, en esta zona comienza a mejorar el camino, hasta que llegué al viejo
tanque de agua, abandonado, sé que lo que me falta es una fuerte bajada, para
llegar a la entrada de la pica conocida por los excursionistas cómo la Pata De
Gallina, al llegar a la carretera, tomé el camino a mano izquierda, para ir en busca
de la intersección de Papelón con Zamurera, un plano con algunas subidas
suaves, por el camino me encontré a unas ramas secas atravesadas en la
carretera, me detuve para apartarlas del camino, luego se llega a una bajada, hay que evitar
el cemento y lo liso de la bajada, para evitar caídas, pasé por otro tanque
viejo y abandonado, antes era una parada obligada por los excursionistas, se
toma una subida suave para llegar a la Y, tomo el camino rumbo a Zamurera, a un
trote suave disfrutando el recorrido, en algunos claros, vi a las antenas de
Mecedores y la Cruz del Ávila y los teleféricos detenidos, cuando llegaba a una
subida la enfrentaba caminando rápido, ahora me tocaría lo plano de la ruta,
así que lo aproveché, al llegar al cruce de las piedra, lo recomendable es
realizarlo despacio, para evitar lesionarse, logré llegar al puente, la cascada
tiene agua, ahora me tocaría enfrentar las bajadas y subidas pero suave,
algunos árboles caídos, curva tras curva, voy corriendo, cuando veo los tubos
de agua, es un indicativo que estoy llegando a Papelón, al pasar un charco de
pantano, al alzar la vista, ya se ve el letrero y el pequeño claro, llegué
nuevamente al puesto de Guarda Parque de Papelón, equipé nuevamente los potes
de aguas, me refresqué la cara, ahora tendría que regresarme nuevamente al
Centro Recreacional Los Venados, volví a entrar al Bosque, a un trote suave
para afrontar las primeras subidas del camino, volví a pasar por el cruce las
piedras, cuando pasé por el pequeño claro del camino me detuve, un rato para
admirar la hermosa vista, EL Teleférico, la Cruz del Ávila y la ciudad de
Caracas, seguí la ruta, pasé el cruce las piedras, descendí con mucha cautela,
para tomar el largo camino la gran mayoría es plano, con algunas bajadas, por
aquí me encontré a una pareja que no conocía la zona, le di la orientación, que
seguirán el camino hasta el puesto de guarda parque de Papelón, de allí podrían
bajar o subir al teleférico, al rato llegué a la intercesión la Y, pero ahora
tomaría el camino hacia Zamurera, con mucha cautela, este camino es poco
transitado, hay una zona muy resbaladiza, muchos escombro de la lluvia, llegué
al puesto de Guarda Parque de Zamurera, no vi a nadie, todo cerrado, seguí
bajando, pasé por los baños abandonados y deteriorados lleno de basura, seguí bajando,
buscando el mejor camino, hay muchas raíces de los eucaliptos, hasta que llegué
a la intersección T, giré a mano derecha, para ir en busca del campo deportivo,
aprovechando los planos para correrlos y las bajada con mucha cautela, pasé al
lado de la Quebrada, esta vez estaba bajando poca agua, seguí el camino, olía a
leña, me dije: por aquí están cocinando, vi varias carpa instalada en los
kioscos, cuando llegué al campo deportivo, otra vez, vi muchas carpas
instaladas, crucé el campo deportivo, para ir en buscar del camino, que me
conduciría a la pica de los Pinabetes, por el camino me detuve en un chorro,
tomé agua, seguí el camino, por aquí me encontré a un grupo de excursionistas,
que estaban almorzando, le grité, buen provecho, desde aquí se comienza la
subida por la carretera de tierra, por aquí me encontré a un grupo de
excursionistas, que me preguntaron, que cuanto le faltaba para llegar a
Caracas, le dije que estaban llegando al centro recreativo Los Venados, que aún le faltaba bastante para llegar a la
Cota mil, seguí subiendo por la pica hasta que llegué nuevamente a la entrada
de la pica La Pata de Gallina, aquí me encontré a una familia descansando, me
preguntaron qué cuanto le faltaba para llegar a Galipán, les dije que como una
hora de camino, la señora me dijo; es que su hijo quería montar a caballo, me
despedí de ellos, entré nuevamente al bosque de los famoso Arboles grandes de
la pica de Los Pinabetes, pasé otra vez por el tanque de agua, viejo y
abandonado, no es lo mismo bajarlo, que subirlo, fui ascendiendo a un paso
rápido y constante, al rato llegué a la zona de las Palmas, cómo siempre
aplaudiendo, para animarme a mí mismo, alzaba mi mirada y la pica se ve muy
larga, logré llegar al árbol caído, aprovechando siempre lo plano para correr,
ahora vendría la zona más exigente, llegué nuevamente a la otra intersección La
Y, si se toma el camino a mano derecha se va hacia la Fila del Ávila, y si se
toma el camino a mano izquierda se va al Pueblo de Galipán, ya el frío se
estaba anunciando, con un fuerte viento, pasé la zona de los arboles grandes,
aproveché lo plano del camino para trotarlo, justo antes de salir del bosque,
alguna persona utilizó el camino cómo baño público, casi que piso el excremento
humano, grité: cochino, el hombre es el animal más cochino del mundo, si por lo
menos se hubiese retirado un poco del camino, y echarle tierra, salí rápidamente,
a la carretera, llegué al puesto de Guarda Parque de La Fila del Ávila, ahora
me tocaría subir hasta la estación del teleférico, justo antes de llegar, hay
una reja muy grande, que sería otro portal Mágico III, al llegar a la estación
del teleférico, hay muchos camiones, grúas, en el trabajo de construcción del
nuevo teleférico para la Guaira, terminé de subir hasta la estación del
teleférico, muy solitario, seguí ascendiendo, la vista hacia el pueblo de
Galipán estaba muy bella, el mar se veía espectacular con ese color azul índigo,
me tocó subir la pequeña cuesta, hasta que llegué a la intersección del camino,
me detuve un rato a descansar, aquí alcancé a otro corredor, que estaba
haciendo la ruta, almorzamos, conversamos un rato de la competencias, de los
duro que será el campeonato Sudamericano, estaba por segunda vez en las
caminerias del Teleférico, (Tiempo de llegada, en la segunda vuelta, Pico El
Ávila 02:10 pm).
Llamé
a mi esposa Zaida Elizabeth Angulo, para informarle que estaba en el Hotel
Humboldt, al rato invité al corredor a que diéramos inicio el descenso,
comenzamos a bajar juntos, al rato se me adelantó, por el camino me volví a
encontrar a la pareja, que le había dado la orientación, se quedaron asombrado
al verme otra vez, le di la información, que estaba realizando un entrenamiento
para una carrera, me despedí, le dije que se abrigaran porque en el teleférico
estaba haciendo frío, logré llegar al famoso Chinchorro, por segunda vez, pero
ahora en bajada, lo aproveché al máximo para correrlo, luego se comienza a
descender por la pica a una velocidad rápida, pero controlada, para evitar
cualquier caída, al rato llegué al segundo chinchorro, ya sabía que estaba muy
cerca de las Antenas de Mecedores, pasé por las antenas, para comenzar a
descender, por la carretera, la Famosa Pared, pero ahora en Bajada, luego de ir
frenando, logré llegar al puesto de Guarda parque de Papelón: por tercera vez
en el día, me dirigí al chorro, equipé mi pote de agua, tomé un poco, me
refresque la cabeza, la cara y los brazos, seguí la ruta, bajé hasta el cruce
del teleférico, seguí hasta la Cruz del Ávila, fui descendiendo por la carretera, vuelta tras
vueltas, pasé por la carretera de tierra, para volver a tomar la carretera de
cemento, hasta que llegué al sector de Lomas del Viento, con la intersección la
T, giré a mano izquierda para recorrer, el Corta Fuego, a un trote suave pero
constante, pasé nuevamente por debajo de la guayas del teleférico, que a esa
hora estaban todos detenidos, sin ningún movimiento, seguí el camino,
disfrutando del recorrido, acompañado de la hermosa vista de la ciudad de
Caracas, al llegar a la antenas de telecomunicaciones, a la zona de Loma de
Cuño, no había ni una sola persona, seguí la carretera, para ir en busca del
Puesto de guarda parque de Chacaíto, lo mejor de todo, es que el kilometraje
está marcado en las rocas del camino, me indicaba que estaba en el kilómetro 3.800
metros, como todos sabemos, el corta fuego tiene una distancia de unos 6
kilómetros de largo, cuando llegué al hermoso bosque de la Quebrada Ávila, me
encontré a dos muchacho los saludé, seguí el sendero, hasta que pasé por los
banquito de cementos nuevos, por aquí pasé, a una mamá, acompañada de su hija,
las saludé con mis buenas tardes, logré llegar al segundo banquito de cemento,
ya de aquí falta muy poco para llegar al puesto de guarda parque, vi que
estaban llegando unos 6 excursionistas a la toma de agua, les pedí el favor,
que me dejaran llenar mi pote, porque venía
corriendo, cuando pasé por la casa del Guarda Parque, estaba la familia en
pleno, realizando una jornada de limpieza, me saludó, le informé que estaba corriendo
desde la mañana, me dijo que la ruta estaba muy larga, me preguntó que para
donde iba, le informé que bajaría a la
Quebrada de Chacaíto, luego subiría a la Loma Serrano, para bajar a Sabas
Nieves, me despedí, me deseo mucha suerte.
Tomé
el camino para ir a la quebrada, aprovechando lo plano, a esa hora muchos
excursionistas estaban regresando de la poza, los saludaba, seguí a un trote
suave, enfrentando algunas subida, para luego comenzar el largo camino, entrar
al Bosque, muy solitario, algo oscuro, cuando llegué al cruce a la quebrada, no
había nadie por los alrededores, así que la poza, sería solamente para mí, lo
había decretado en la mañana, que de regreso me bañaría. Así que me quité la
camisa, los zapatos, las medias, el short, me di el mejor chapuzón del día, el
agua estaba helada, pero mi cuerpo, literalmente echó humo del
sobrecalentamiento que traía, cómo un niño me tiré varias veces, está larga la
poza, así que la disfruté, unos minutos, a vestirme, me sequé rápidamente, me
puse las medias los zapatos, mi short, me despedí de la poza, agradeciéndole el
baño energético, ahora vendría el ascenso hacia la Loma Serrano, ya casi que
mis energías están en E, de échale pierna, fui ascendiendo por la pica,
aprovechando los planos del camino lo trotaba, las subidas las enfrentaba a un
paso rápido, los paso de las rocas los realizaba despacio, para evitar
cualquier caída, ahora me tocaría correr la zona plana, para llegar a la pica más exigente del camino, poco a poco fui
ascendiendo, por aquí venia bajando un grupo a esa hora, un señor y 5
muchachos, los saludé, ya no tenía fuerza en las piernas, pero sabía que me
faltaba poco, así que a darle fuerte, logré salir del bosque, para llegar a la
intersección, La Y del Pico Occidental y
Sabas Nieves, giré a mano derecha, para comenzar el largo descenso, comencé a
bajar muy pausado, para que mi piernas, se ajustaran al descenso, rápidamente
llegué al puesto de guarda parque de Sabas Nieves, pasé por el chorro de agua,
tomé un poca, me refresqué la cabeza, equipé mis potes de agua, pasé por la
Capilla de la Virgen de la Milagrosa, para agradecerle, despedirme de ella y
pedirle su Santa Bendición, comencé a bajar por la pica, mucha tierra floja,
así que me dije con mucho cuidado, por aquí me sonó el teléfono celular, era mi
esposa Zaida Elizabeth Angulo Contreras, (Tiempo en Sabas Nieves 4:40 p.m.), no le
contesté la llamada, porque venía bajando rápido, bajé por Sabas Nieves I,
muchos usuarios subiendo a esa hora, otros bajando, lo que hizo que fuera más
lento el descenso, llegué a Sabas Nieves, pasé por los kioscos de venta de Coco
frío, me dirigí hasta el estacionamiento de Sabas Nieves, que será la LLEGADA
del campeonato Sudamericano, realicé algunos ejercicio de estiramiento, tomé
agua, cuando estoy dando un vuelta, me encontré al corredor que me vi en el
teleférico, él estaba llegando también, los saludé, me despedí de él, en ese
instante él estaba hablando por teléfono, chocamos los puños en señal de
triunfo, terminé de bajar, pasé por el
túnel, ya quedaban pocos vendedores, comencé a bajar por las transversales de
los Palos Grandes, (Salida de Sabas Nieves 05:00 p.m.), a esa hora llamé a mi
esposa: Zaida Elizabeth Angulo Contreras, para avisarle, que ya había culminado
el entrenamiento largo, le dije que ya estaba bajando, muchas personas estaban esperando
las camionetas, me dije no tengo paciencia para esperar, mejor bajo caminando,
al llegar a la plaza Altamira, me metí
en una panadería, para comprar pan dulce y pan salado, tenía mucha hambre, al
llegar a la avenida Francisco de Miranda, tomé una camioneta que me llevaría al
centro de la Ciudad, a la Plaza O'Leary, al llegar a la plaza, realicé la
transferencia de camioneta, hasta la bomba de la Quebradita, caminé hasta mi
casa, donde me estaba esperando mi linda esposa, con mi almuerzo-cena, con una
buena taza de café, felicitándome por haber realizado la ruta completa del
campeonato Sudamericano, inmediatamente me senté a comer un plato enorme de
pasta con carne molida, tajadas y yuca frita, que me supo a gloria, subí a mi
cuarto a quitarme los zapatos y la ropa, me eché en la cama, muerto de
cansancio, realicé varios ejercicios de estiramiento.
Era
para mí muy importante saber cuáles son condiciones mis físicas, saber a qué me debo enfrentar, cómo
debo administrar el tiempo que nos dieron para culminar el recorrido, sentir la
ruta, lo dura que es, lo más importante el choque psicológico, de saber que
tienes que subir dos (2) veces al Pico EL Ávila, pasar dos veces por el
teleférico, va a ser una competencia muy larga, realicé el recorrido de los 46
kilómetros, más los dos kilómetros de
traslado, casi 50 kilómetros de recorrido, realmente es una competencia para un
IRON-MAN, un maratón de montaña, no es lo mismo que un maratón de asfalto, así
que cómo dice Ramón Arroyo, de la película de 100 Metros, quiero ser un IRON-MAN, pero
para serlo hay que entrenarse todos los días, no solamente el corredor, sino la
familia completa, la familia va a correr un maratón de montaña, con el apoyo de
mi esposa, la de mis hijos y la de mis hermanas y la de mi mamá Rosa Pérez.
Así que para el 1 de septiembre del 2019,
voy a participar en el campeonato Sudamericano, donde representaré a mi país
Venezuela, a mis grupos de amigos corredores, a mis amigos montañistas, a mis
amigos senderistas, a ellos le voy a dedicar esta participación, sin ellos de
esto no hubiese sido realidad, espero dar lo mejor de mi ese día, disfrutar el
evento.
Están
todos cordialmente invitados a este magno evento, Por Hernán José Sira Pérez
“Rendirse no es una opción”
Hora de Salida de
Sabas Nieves 07:38 a.m.,
Tiempos de llegada
24-08-2019 Hotel Humboldt 11:20 am
Tiempo de llegada en
el segunda vuelta Pico El Ávila 02:10 pm
Tiempo de llegada pica
Sabas Nieves I 4:40 pm
Llegada a Sabas Nieves
05:00 Pm
Tiempos de Carrera
De 7:38 a.m., a 8:38 a.m., 1 hora
De 8:38 a.m., a 938 a.m., 2 horas
De 938 a.m., a 10 38 a.m., 3 hora
De 10: 38 a.m., a 1138 a.m., 4 horas
De 11:38 a.m., a 12 38 a.m., 5 hora
De 12:38 p.m., a
1: 38 p.m., 6 horas
De 1:38 p.m., a 2:38 p.m., 7 Horas
De 2:38 p.m., a 3:38 p.m., 8 Horas
De 3:38 p.m., a 4:38 p.m., 9 Horas
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