Excursión Al Pico Naiguatá De Ida Y Vuelta, 28 de diciembre del 2020

 

Excursión Al Pico Naiguatá De Ida Y Vuelta,

 En El Día De Los Santos Inocentes, fecha: 28 de diciembre del Año 2020

 

 



Recibí la invitación para subir al Pico Naiguatá de Ida y Vuelta, por el Grupo de excursionistas de Los Julieros, ellos tienen la tradición de subir todos los días de los inocentes, para celebra el buen año, este grupo ya tiene esta tradición por más de 10 años, este es mi cuarto ascenso con ellos, así que di el inicio de realizar mis preparativos previos, como siempre hay que preparar muy bien la logística, así que comencé por armar mi Morral Siempre Listo, subir al Pico Naiguatá, hay que tomarlo muy en serio, comencé por arreglar mis botas de montañas, mis bastones, mi chaqueta para el frío, mis guantes y gorro, mis linternas, mis teléfonos celulares, la cámara fotográfica, mis primeros auxilios, mi Bandera Nacional, la manta térmica, mi pito, mi bota tipo cantimplora “La que se usaba en las corridas de toros o conciertos”, aún la uso, una camisa manga larga, un paño pequeño, pañuelos, papel toale, mi bolsito Siempre Listo con mi herramientas Multiuso, por si acaso, mi navajita, mi bolso de hidratación, mi salero, pimientaero, azúcar.

Luego preparé mi bolso para la comida, compré dos panes rellenos de guayaba, un golfeado, naranjas, papelón, le pedí a mi linda esposa: Zaida Elizabeth Angulo Contreras, que me hiciera dos arepas de harina de trigo, para el almuerzo, más dos huevos sancochados, ósea que llevé: desayuno, almuerzo y cena, sabía que el reto de un ida y vuelta, requiere de mucho esfuerzo y desgaste energético, en la noche preparé dos litros de agua de mi bebida isotónica, “Sal, Limón, Azúcar, Bicarbonato y Magnesio con papelón”, lo metí al congelador en la noche, así que me acosté temprano porque tenía previsto salir a primera hora, cómo un niño, no podía consolar el sueño, a eso de la 5 de la mañana mi esposa me despertó, para que me diera chance de preparar todo, así que me levanté, ya tenía la cafetera equipada, la encendí, monté los dos huevos a cocinar, mientras equipaba mi Morral Siempre Listo, me tomé una taza de café, equipé el termo para desayunar en el cerro, saqué de congelador mi bebida isotónica, ya tenía todo listo, así que justo a las seis de la mañana, como dice la canción de scouts, “A las seis de la mañana, cuando va a salir el sol, Levantamos la Bandera y nos vamos de excursión” mi esposa me acompañó, hasta la sala de la casa, me encomendó a los Arcángeles: Miguel, Rafael y Gabriel, para que me cuidaran, le di la información a mi linda esposa: Zaida Elizabeth Angulo Contreras, que tenía planificado llegar a las 8 de la noche, para que no se preocupara, nos despedimos, así que al salir de mi casa, aún estaba muy oscuro, con mucho frío.

Bajé por el Callejón Lugo, al salir a la avenida San Martín, vi a mi Cerro El Ávila despejado, eso no me gustó mucho, mañana despejada, tardes nubladas, me dirigí a la parada de la estación del metro de Artigas, donde me monté en una camioneta, que estaba cargando pasajeros hasta la estación del metro de Altamira, se tardó un rato en llenarse, salimos pero en el camino se iba parando en todos lados cargando pasajeros, pasamos por el centro de la ciudad, luego pasamos por el Nuevo Circo, donde vi a los picos del cerro despejados, luego pasamos por Parque Central, tomó la autopista de la Gran avenida del Parque de Los Caobos, seguía oscuro, cuando llegamos a la Plaza Venezuela, aún estaban encendidos los adornos navideños, vi a un gran pesebre de luces, alcé mi mirada buscando el reloj  de la torre de La Previsora, ya eran las 6:26 de la mañana, pasamos por la estación del metro de Zona Rental, tomamos la avenida Casanova, Centro Comercial el Recreo, luego pasamos por Chacaíto, subió para tomar la avenida Francisco de Miranda, Chacao, hasta que llegamos a la estación del metro de Altamira, al bajarme me dirigí a la Plaza, buscando cual entrada del metro estaba abierta, una señora muy amable, me informó que la que estaba abierta era la última, así que me dirigí a la entrada, bajé por las escaleras, al llegar al andén, corrí con suerte, estaba llegando un tren rumbo a Petare, me monté para ir hasta la estación del metro de la California, las personas se me quedaban viendo, como si fuera un Astronauta, en unas de las estaciones se me acercó una muchacha, me preguntó que si iba a subir al Pico Naiguatá, le dije que sí, me informó que ella también subiría, se quedó asombrada al ver mi morral, me preguntó que si me quedaría a acampar, le respondí: que no, que llevaba mi comida y agua, chaqueta para el frío, ella me comentó: que no había traído chaqueta, ni abrigo, así que la invité a que se viniera conmigo, al llegar a la estación del metro de La California, le comentaba a la muchacha, que el problema sería conseguir camioneta, para subir hasta la avenida Rómulo Gallego, aparte sé, por experiencia que el metro bus, se tarda mucho, cuando pasamos por la parada de pasajeros, le preguntamos a las personas, que cuanto tiempo tenían esperando al metrobus, nos respondieron que más de media hora, la fila de pasajero era muy larga, así que le sugerí a mi amiga que subiéramos caminando por la avenida Sanz del Márquez, subimos a un paso acelerado, porque el grupo saldría a la 7 de la mañana, conversando fuimos ascendiendo hasta llegar a la avenida Rómulo Gallego, ahora nos tocaría subir hasta la autopista de la cota mil, hasta la entrada de La Julia, pasamos por debajo del puente de la autopista, le notifiqué a mi amiga que estábamos en el famoso kilómetro 0, al comenzar subir las escaleras, me persigné y le pedí a Dios, que me permitiera llegar a la cima, dimos inicio a subir por la pica, ya veía bajando personas que suben hasta La Julia, los saludábamos, por el camino nos animaban, nos felicitaban por subir al pico, ellos ya sabían que el grupo había comenzado a subir, así que nuestro paso era más exigente, ya el sol estaba pegando muy fuerte, por los lados de Petare y la Urbina, no se veían del fuerte sol, al rato logramos llegar al Puesto de Guarda Parque de La Julia, a (1.140 m), me quité el morral, lo monté en uno de los bancos, me dirigí al chorro de agua, me enjuagué la boca, tomé un poco, caminé por los alrededores, vi el pesebre que colocaron en el puesto de guarda parque, a su lado está la capilla de la Virgen de la Milagrosa, me persigné, pidiéndole su santa bendición, bajé a lo que antes eran los baños, pero ya no lo son, tuve que aguantarme las ganas, mi amiga se quedó un poco, la tuve que esperar un rato, cuando llegó le sugerí: que descasara y tomara agua en la toma.

Luego nos dirigimos al puesto de guarda parque donde estaba una funcionaria, quien nos informó que el grupo habían salido a las 7 de la mañana, cuando firmamos el libro de visitantes, yo era número 126 y mi amiga le tocó el siguiente número, en el libro de visitante se nos piden que nos identifiquemos con nombre y apellido,  un número de teléfono, y la hora,  le pregunté la hora a mi amiga, me informó que eran las 7:51 de la mañana, la guarda parque nos informó que este año habíamos superado el número de participantes, nos despedimos, nos deseó un feliz ascenso.

Dimos el inicio de comenzar a subir por el camino de la Julia para ir en busca de nuestro primer objetivo: El tanque de Agua, por al camino le mostraba al pico Oriental que estaba despejado, caminando por el bosque  de Eucaliptos, nos presentamos formalmente, veníamos hablando, por el camino nos encontramos muchos atletas haciendo su recorrido, los saludábamos con nuestro buenos días, al rato llegamos  al Tanque de Agua, (1.325 m), me quité el morral, me dirigí a la parte de atrás del tanque, para cambiarle el Agua al Canario, aproveché que no habían damas por aquí, solamente había un señor bañándose, me  quité la camisa manga larga, me refresqué la cara, me lavé la cabeza y los brazos, saqué de mi morral “Siempre Listo”, la bota de vino, para llenarla de agua, la misma tiene mucha capacidad, cómo unos tres litros, la metí en el morral, mi amiga: Ruth, también aprovechó de refrescarse, tomarse unas fotos con su teléfono celular, le advertí que ahora había que darle corrido hasta el Mirador del Edén, (1438 m), a un paso suave, le comentaba a mi amiga: Ruth, que aprovecháramos la sombra de los árboles, logramos llegar al Mirador, nos acercamos al borde para que mi amiga aprovechara de tomar las fotos de rigor, muy amable me realizó algunas fotos con su teléfono. 

Le sugerí a mi amiga dar el inicio para subir por la Pica de Dos Banderas, es el camino más fuerte para mí,  escuché voces de personas que venían de la Ruta 77, vi a una señora, ellos comenzaron a subir, junto a nosotros, a un paso exigido, vi el camino muy bien limpio, le han hecho unas escaleras, que ayudan mucho en su ascenso, veníamos conversando con la señora, nos informó que habían tomado la ruta 77, pero no la conocían, se asustaron porque se encontraron muy solas, así que decidieron regresarse, era su primera vez que subían al Pico Naiguatá, fuimos ascendiendo, mi amiga: Ruth y la señora estaban muy cansada les exigía, que no se pararan que subieran poco a poco, pero me les adelantaba, tenía que esperarlas, les informaba que pronto llegaríamos al primer Mirador de la pica, por esta zona alcancé a un grupo, una excursionista, me saludos, me comentaba, que me reconoció por mi botas, que me vio el año pasado, la saludé, la animé a que siguiera, que nos veríamos en la cruz, El Pico Oriental despejado, con muchas nubes a su alrededor, estas vez no le tomé foto porque mi cámara fotográfica la tenía guardada en su bolso en mi morral “Siempre Listo”, en una de la paradas, les ofrecí agua a mis amigas, que no tenían, le advertí: que la administraran porque no hay agua hasta llegar al Pico Naiguatá, seguimos subiendo, asombrado por el gran trabajo de mantenimiento que le han realizado a la pica de Dos Banderas, le hicieron unos escalones, que nos ayudó mucho en el ascenso, está realmente en muy buenas condiciones el camino, unos excursionistas venían bajando, otros iban subiendo, la neblina comenzó a bajar del Pico Naiguatá, se llega a un primer claro, luego se llega a otro segundo claro, donde al levantar la mirada, se ve el final de la pica de Dos Banderas, me adelanté del grupo para llegar al Mirador de Dos Banderas,(1920 m), me quité el morral, saludé a las personas que estaban desayunando, otras descansando, otras comentando lo difícil que es está pica, nos informaron que un señor se tuvo que regresar a Caracas, porque le dio dolor de cabeza y vomitó por el camino, se sintió muy mal, tomó la decisión de regresarse.

Cuando estoy sacando mi desayuno, se despejó por un instante el Pico Naiguatá, en ese momento los rayos del sol estaban chocando con la Cruz de Metal, estaba iluminaba por sí sola, saqué mi cámara fotográfica, apenas me dio chance de tomarle fotos, pero no enfoqué bien la cámara, pero logré captarla, vi que en la Cruz de Metal, ya habían personas celebrando su cumbre, llegaron mis amigas, se sentaron a descansar, aproveché la oportunidad de desayunar, saqué de mi morral Siempre Listo, mi café y un pan relleno de guayaba, compartí el pan con mis amigas nuevas, en ese instante llegó mi gran amigo de montaña, al verme me saludó, el amigo: Freddie Navarro, conversamos un rato, me dijo que se iba a quedar a acampar, me invitó a que me quedara con él, le respondí que muchas gracias, pero iba con el grupo de ida y vuelta, el venía con su morral bien equipado, me despedí de mi amigo, le comenté que nos veríamos en el camino, le pregunté a donde iba a armar su campamento, me informó que en el Anfiteatro, bajo las matas, animé a mis amigas a seguir, porque apenas habíamos realizado la segunda etapa, les recomendaba aprovechar la bajada y los plano de esta zona, logramos llegar a la Y, que es la intersección de las dos picas: La de Dos Banderas con la Ruta 77, Rancho Grande (1900 m), ahora entraríamos a la zona boscosa, ya a esa hora venían bajando muchos excursionistas, les preguntábamos como la habían pasado la noche, por el camino mis amigas se iban quedando atrás, le decía que debían de seguir fuerte, a una amiga le di un pedazo de papelón, ya estaba muy cansada, ella quería ir hasta el pico, era su primera vez, me decía que ya no tenía fuerza en las piernas, la animé a que siguiera, que yo me adelantaría, mi amiga: Ruth, siguió a mi lado, pero a un paso exigido, hasta que llegamos a pequeño arbolito, que está justo en el medio del camino, ya está creciendo, ayuda a los excursionistas al pasar por su lado, ya uno se conoce la ruta, animaba a la amiga: Ruth que ya vendría lo plano del camino y una pequeña bajada, para afrontar la subida fuerte al Pico Goering, comenzamos a subir por la pica, para ir accediendo por un camino muy dificultoso, exigente para cualquier excursionistas, por aquí me encontré a una dama con su gorra y su camisa del Maratón CAF del año 2017, yo traía mi camisa del Maratón CAF del 2016, así que la felicité por su cumbre, y a un señor mayor que venía acompañándola, al despedirme de la dama, le comenté; Que no veríamos en Marzo, se quedó como pensativa, me preguntó porque en Marzo, le respondí:  por el Maratón de Caracas, me comentó  que ella quería realizar la Media Maratón, pero que no se animaba porque era virtual, no presenciar, le informé que esta competencia están muy costosas, me preguntó ¿cuantos estaban cobrando?, le informé: que para el maratón estaba la inscripción en 50 dólares, el señor me dijo: Ni que fuera el Maratón de New York, le comenté que no la realizaría ni por fuera, nos despedimos, al rato logré llegar al Pico Goering (2470 m), al llegar me quité el morral, lo coloqué en la roca grande, saludé a todos las personas que estaban descansando, otros venían llegado del Pico Naiguatá, cargado con su morrales, al rato llegó mi amigo de Montaña, Freddie Navarro, lo Felicité porque venía con su morral full equipo, para acampar, conversamos un buen tiempo, hasta que llegó mi amiga: Ruth, le di agua para que se refrescara, lamentablemente la otra amiga, no la vimos más, creo que tomó la decisión de regresarse a Caracas, así que decidimos seguir nuestro ascenso, nos despedimos de las personas, bajamos por la pica para llegar a un plano de la ruta, para enfrentar las fuertes subidas al Pico Urquijo, era una fila de excursionistas que íbamos subiendo, por aquí me encontré a un señor que volvió a repetir este año su ascenso, lo admirable de este señor: es que sube con unas muletas, porque tienen una prótesis en la pierna derecha, sube con mucha dedicación, lo Felicité por su tenacidad y un gran ejemplo a seguir, él venía subiendo con su grupo, al rato llegamos a lo plano del Pico Urquijo, muchas personas acampando, desayunado disfrutando del día, por aquí mi amigo: Freddie Navarro me dijo: que haría una parada, para sacarse una piedra de su bota, que lo estaba molestando, nosotros seguimos, nos encontramos a una señora, que era del país Ecuador, era su primera vez, nos dijo que ya no tenía agua, preguntando donde había agua, le informé: que había agua pero que estaba muy turbia, saqué mi cantimplora, le di un poco de mi agua, es muy importante subir bien equipado con agua, no se sabe si se encuentra agua por el camino, seguimos la ruta, le recomendaba a todos que siguieran las marcas, atadas en los arbustos, al rato llegué a la famosa intersección, La T, de lado izquierdo se toma la ruta de la Fila Maestra, si se toma el camino hacia la derecha, se va al Pico Naiguatá, aquí realizamos una parada larga para reagruparnos, ya habían dos señoras esperando a su guia, que venía acalambrado, aproveché de sacar mi camisa manga larga, ya estaban las avispas, haciendo acto de presencia y los rayos del sol estaba inclemente, a eso de las 12 del mediodía, fueron llegando mis amigos, Ruth y Freddie Navarro, mi amigo me decía que se tomaría una foto a mi lado, para que lo publicara en mi escrito, aprovechamos la ocasión para tomarnos unas fotos, todos muy felices porque ya estábamos llegando, nos tomamos unas fotos frente el pequeño letrero que señala el Pico Naiguatá, mi amigo: Freddie Navarro, me pidió el favor que le tomara algunas fotos para aprovechar el colchón de nubes en la ciudad de Caracas.

Por aquí llegó una señora que era amiga de Ruth, se saludaron así que nos tomamos otra foto con la señora, seguimos el ascenso ya habíamos logrado la Etapa más fuerte, ahora vendría disfrutar la fila y el ascenso del Topo Galindo (2550 m), mis amigas se quedaron tomándose foto, yo me les adelanté, fui ascendiendo, mi amiga venía comiéndose una arepa, al rato le pasamos por un lado a la Piedra que se conoce cómo la Arepa, ya muchos excursionistas venía de regreso, nos saludaban yo los felicitaba por su cumbre, por aquí me encontré a un amigo de montaña, me felicitó, me dijo que esperaría mis fotos del Pico Naiguatá, me despedí de mi amigo, lo reconocí por su barba, al rato pasé por el sector de la Pradera, vi que había una carpa instalada, allí acampé en el año 2014, por aquí me encontré a una amiga, me saludó por mi nombre y apellido, la felicité por su cumbre, le informé que había subido muy tarde por problemas de transporte público, nos despedimos hasta el próximo año.

Unas señoras venían siguiéndome, disminuí mi paso para servirle de guía, les informaba que nos faltaba como un kilómetro, así que comenzamos a subir la última pica, para llegar a la entrada del Anfiteatros, con mucho monte, en solitario llegué al Anfiteatro, (2700 m) porque mis amigas se quedaron rezagadas, al llegar a la zona de acampar, vi varias carpas montadas, vi al grupo almorzando, los saludé, le deseé un buen provecho, tomé el camino que va hacia la Cruz de Metal del Pico Naiguatá, pasé por el Manantial Stock, ahora vendría la última etapa, alcé mi mirada, vi que en la cruz de Metal, ya había una gran cantidad de personas, por el camino vi una carpa instalada, con todo los morrales afuera, todas las cosas regadas, comencé a subir por el camino, pasé por el túnel vegetal, por aquí venían bajando una pareja, me animaron a seguir, que ya me faltaba poco, que arriba había mucha gente, los felicité por su cumbre, ahora me tocaría subir por una roca, ayudarme con el mecate, que está en esta zona, para ayudar a los excursionistas, al terminar de subir esta gran roca, se encuentra con mucha vegetación, lo aconsejable es seguir el camino real o principal, seguir las marcas en los arbustos, ya que hay muchos caminos para subir a la Cruz de Metal, ya venían bajando unos excursionistas, me animaron a llegar, los felicité por su cumbre.

Llegó el momento Majestuoso, llegué al pie de la Cruz de Metal del Pico Naiguatá a 2.765 metros de altura, luego de recorrer los 12.9 kilómetros, saludé a todos Los Julieros, me quité el morral, fui saludando a los compañeros de montaña, muchos me reconocieron, me saludaban por mi nombre y apellido, a veces me da pena, porque las personas me saludan, a veces no los reconozco, por ser tantas personas que me siguen por las redes sociales, les pido disculpa a las personas que a veces no recuerdo sus nombres, subí a la cima, para agradecerle a Dios por dame su Santa Bendición, por escuchar mi oraciones y plegarias, que iba realizando por el camino, le agradecí a: mi Arcángel San Rafael por ser mi guía, le agradecí a la Virgen de la Milagrosa por su Amparo y Custodia, agradecerle a Él Dios Padre por otorgarme la salud necesaria, para realizar este ascenso al Pico Naiguatá, cada quien celebra su cumbre a su manera, la mía es persignarme aferrarme fuertemente a la Cruz de Metal, vi a la gran ciudad de Caracas, bajo un colchón de nubes, al rato me bajé de la Cruz de Metal, para sentarme, muchas personas me saludaban con un choque de puño, me felicitaban, me preguntaban que cuantos ascenso había realizado con los Julieros, les informaba que era mi cuarto ascenso, que el primero fue casual y los otros tres fueron por invitación a través de las redes sociales, tuvimos una conversa bien agradable, hablamos con un muchacho que es orfebre con el amigo: Tony, se me acercó el gran amigo de todos el Guarda Parque, el señor: Pedro Tenerías, me saludó con mucho afecto, a esa hora comenzaron a llegar muchos excursionistas a la Cruz, a todo el que llegaba lo felicitábamos, al rato llegó el excursionistas que tiene una movilidad reducida en unas de sus piernas, todos los Felicitamos, por su gran logro, al llegar al pie de la cruz de metal, le pidió a un compañero, que le permitiera sentarse en una piedra, que nos sirve de asiento, todos le chocábamos el puño para felicitarlo, fue un instante muy emocionante, luego llegó mi amiga: Ruth, la Felicité por su CUMBREEEEE, venía muy cansada y agotada por el esfuerzo físico, le sugerí que se sentara un rato. 

Aproveché el tiempo me senté a lado de mis amigos los Julieros, saqué de mi morral “Siempre Listo”, mis dos arepas de Trigo, rellena con un perico con jamón, todas las personas que me veían comiendo me desean un buen provecho, tomaba sorbos de mi bebida energética, que estaba bien fría, al terminar de almorzar, saqué mi cámara fotográfica, para realizar algunas fotos, lamentablemente la ciudad de Caracas estaba nublada, apenas se veía parte de la autopista, la vista a la Guaira, totalmente nublada, así es de caprichoso el clima de la montaña, es por eso que uno sabe, mañana despejada, tardes nubladas, es una gran regla que me enseñó un Tío de Mérida, que dice así: “Mañanas lluviosas, tardes despejadas”, realicé algunas tomas fotográficas a las nubes, con un fondo de un cielo azul, luego subí a la cruz para realizar algunas fotos, los otros pico estaban también nublados, muchos excursionistas del grupo de los Julieros sentados en la piedra conversando, descansando, compartiendo, tomándose fotos, las avispas estuvieron presente en toda la cima del Último Pico de la Cordillera Andina, no son tan agresivas como las del Pico Oriental, estas estaban más tranquila, pero yo no me fíe de ellas, es por eso que me mantuve con mi camisa manga larga, a un niño, lo picaron en la espalda, a otro amigo de montaña, lo picaron dos veces, le echaban broma, “Estas Dulcito”. 

Seguían llegando excursionistas todos llegaban derechito a la Cruz de Metal del Pico Naiguatá, para celebrar su cumbre, al rato cuando se desocupó la cruz de Metal, le pedí el favor a mi amiga: Ruth, que me tomara algunas fotos con mi cámara fotográfica, me dijo, que la programara, le dije; que ya la había colocado en automático, y en forma consecutiva, que disparara varias veces, para tener varias por si acaso, cómo una gran fotógrafo, me pidió que posara para la foto, sin ver la cámara, señale al cielo dándole gracias a Dios, en otra con la señal de Paz que es lo que nos hace falta a los Venezolanos y a al mundo entero, otra con un choque de puño en el corazón, diciéndole al mundo te Amo, después mi amiga me sugirió que me quitara la gorra, me tomó varias tomas, habían muchas personas haciendo fila para tomarse fotos al lado de la Cruz de Metal, así que era un quitate Tú, pa´ ponerme Yo, luego le sugerí a mi amiga: Ruth, que subieras a la Cruz de Metal para tomarles fotos, le realicé algunas tomas con mi cámara y otras con su teléfono, mi amiga realizó sus posturas de Yoga, para celebrar su Cumbre, es por eso que digo, que cada quien tiene su forma de celebrar, otros llegan desesperado, corriendo a besar la cruz, una dama llegó toda emocionada, subió a dale un beso a la cruz.

Al rato se despidieron mis amigos los Julieros, con un choque de puño, deseándonos un Feliz Año, que nos veríamos el próximo año, mi amigo el guarda parque se despidió de mí, le dije que nos veríamos en el camino, mi amigo: Pedro Tenería,  se comunicó por radio para informar que ya el grupo comenzaría a descender, luego llegó un grupo muy animado, varias damas y niños, entre ellos un amigo de montaña del Grupo del Cerro El Ávila, me reconoció, me saludo con mi nombre y apellido, me dijo que había leído mi escrito del ascenso al Pico EL Ávila, asombrado por mi tiempo de una hora y veinte minutos, y el joven que había subido de la Guaira se había tardado 6 horas.   

Aproveché la ocasión para descansar, realizar algunas tomas fotográficas, ya eran las 3:33 de la tarde, cuando decidí en dar inicio el retorno a la Ciudad de Caracas, le comuniqué a mi amiga que fuéramos recogiendo las cosas para descender hasta el anfiteatro, le pregunté que, si había visto a mi amigo: Freddie Navarro, me dijo que lo vio montar su carpa, bajo los arbustos del Anfiteatro, nos despedimos de las personas que estaban disfrutando de su cumbre, me despedí de la Cruz de Metal.

Dimos el inicio a bajar por los caminos, delante de mi iba un grupo bajando, es muy recomendable seguir las marcas que nos señalan el camino a seguir, porque hay muchos caminos, que van a otras zona, seguí a las personas, cuando me di cuenta que no era el camino, hay varios caminos que van al manantial, o para otras zonas, así que le grité: que este no era el camino, le sugerí, que tomaran el otro camino, así que todos me siguieron, logramos llegar a la gran roca, para descender ayudado por el mecate, para pasar por el túnel vegetal, pasar el naciente del manantial, por el camino vimos llegar a unos excursionistas a esa hora, subieron a disfrutar de su Cumbre, yo seguí hasta el anfiteatro, donde me encontré a mi amigo de montaña, a Freddie Navarro, ya tenía armada su carpa, a esa hora ya estaba calentando su comida, con una pequeña cocina a gas, conversamos, un rato, como él se iba a quedar a acampar, le dejé mis provisiones, es una de las reglas de los excursionistas, el que baja, deja lo que tienes en su morral de comida, para otros excursionistas, me pidió el favor que le tomara varias fotos con su cámara, me agradeció, le deseé un feliz noche, que tuviera un Feliz Año, nos despedimos, por aquí vi a mi amiga: Ruth, le pregunté que si iba a bajar, me dijo que se quedaría un rato, porque encontró a un amigo fotógrafo, así que caminé por el anfiteatro, me encontré a un excursionista que usaba una barba muy larga, él se iba a quedar a acampar, me despedí de él, me deseo un feliz retorno a Caracas.

Subí la pica, al salir del monte escuché a unas personas que no encontraban el camino a seguir, les sugerí que me siguieran, había uno de ellos que me conocía el amigo: Rubén, así que fuimos descendiendo a un paso rápido, bajamos la gran roca, para tomar el camino plano, les sugería que aprovecharan lo plano para agilizar el paso, porque nos iba a agarrar la noche, al rato llegamos a la formaciones rocosas conocida cómo:  “Los Platos”, se pararon a tomarse fotos, yo seguí, pero una de la muchacha me llamaba: -señor Sira , no se vaya-, los esperé un rato, luego pasamos por la piedra conocida cómo la Arepa, aprovechando lo plano del camino venía a un paso veloz, hasta que logramos llegar a la famosa intersección, la T, le informaba a la grupo que esas formaciones rocosas que se veían: eran las Piedras de Dorotie, que si se tomaba el camino se encontraría las Fila Maestra, y las famosas formaciones rocosas conocidas cómo: La Puerta de Hércules, ellos quería conocerlas pero les dije, que no había tiempo, en otra ocasión, comenzamos a descender, para ir en busca del Pico el Urquijo, al llegar al letrero que indica el pico Urquijo, le sugerí hacer una parada para reagruparnos, tomar agua, ellos sacaron un termo de café, me ofrecieron pero les respondí, que no, que muchas gracias, vi que les quedaba muy poco, por aquí vimos llegar a un grupo de 4 señores, lo vimos subir con unos morrales muy bien equipados, uno de ellos me reconoció me saludo, quedó en verme a través de las redes sociales, asombrados, nos preguntó al grupo: ¿Quién tenía unos guantes para el frío, que me preste, yo se los devuelvo después? porque a él, se les habían olvidados, mi amigo: Rubén, se los ofreció, ellos quedaron de acuerdo en encontrarse luego para entregárselos, nosotros muerto de la risa, pensábamos que era una broma, por ser el día de los Santos Inocentes, nos despedimos del grupo, les deseamos un feliz acceso y un Feliz Año.

Le sugerí al grupo seguir bajando, por el camino iban muy lento, ya se nos estaba haciendo muy tarde, bajamos hasta entrar nuevamente al bosque, conversé con un amigo, que venía bajando con el grupo de excursionistas, me comentaba que era su primera vez, muy contento y emocionado, por este bosque venían subiendo muchos excursionistas para acampar, por aquí vimos subir a un excursionista con su morral bien pesado, muy cortes, le di paso, es una regla elemental, el que sube, tiene el derecho a paso, el porqué, va haciendo un gran esfuerzo físico para subir, el que viene bajando, ya viene descansado y liviano, lo recomendable es cumplir con esta norma, nos colocamos a un lado del camino, el señor al pasar nos dijo: que muchas gracias por darle paso, porque muchos excursionistas, no tienen la menor idea de la reglas no escritas, asombroso me reconoció me dijo: Yo tengo que tomarme una foto con Usted, que siempre publicamos fotos en el grupo del Cerro EL Ávila, en el Facebook, muy amable sacó de su koala, su teléfono celular, nos tomamos una foto juntos, le comenté que era un placer, mucho gusto mi amigo, nos despedimos del amigo, le deseamos una feliz cumbre, y un Feliz Año.

Ahora a seguir descendiendo por la pica, pasamos por el pequeño arbolito tipo Bonsay, lo abracé, agradeciéndole por su apoyo de tantos años, nos vemos pronto le dije, cómo el grupo iba muy lento, me despedí del amigo le informé que iba agilizar mi paso, porque yo iba para lejos, así que comencé a bajar más rápido, para aprovechar el camino del bosque, porque sabía que luego vendría la pica más fuerte, al rato logré llegar al cruce de las Picas de Dos Banderas y la Ruta 77, tomé la decisión de bajar por la pica de Dos Banderas, ya sabía que me ayudaría los escalones nuevos, y lo limpia que estaba, no sabia como estaba el otro camino, aproveché el camino plano, para enfrentar la subida al Mirador de Dos Banderas, al llegar vi a un muchacho corredor, disfrutando de su logro, lo vi con su tapaboca puesto, lo saludé, conversamos un rato, me informó que tenía como más de 20 años sin subir al Ávila, que lo había abandonado, le di la más cordial bienvenida, me despedí para que disfrutara de su cumbre, cada quien tiene su cumbre, la del él, era solamente llegar hasta este mirador.

Comencé a descender por la Pica de Dos Banderas, ya el sol de los Venados se estaba anunciando, la ciudad de Caracas no se veía, asombroso escuché a un vendedor de Plátanos, que anunciaba su mercancía a través de un megáfono, seguí descendiendo por la pica, iba superando las diferentes etapas, los pequeños miradores, los planos y semi planos, se me hizo muy largo el camino, por la pica me encontré a una pareja, la dama se había quitado las botas, iba descendiendo descalza, le eché broma: le comenté que esta noche no iba a dormir, por toda la carga energética que estaba absorbiendo por los pies descalzos, vi un grupo de muchachos subiendo, les desee un feliz ascenso, dándole la advertencia que se abrigaran bien, porque arriba estaba haciendo mucho frío, eran como 8 muchachos, seguí descendiendo por el camino, me detuve un instante para realizar algunas fotos del hermoso atardecer, el sol se filtraba a través de las nubes, realicé un pequeño vídeo, logré divisar por el visor de mi cámara fotográfica a un grupo que estaban acampando por la zona del cruce de Estribo Duarte, ya eran las 6:42 pm, todavía me faltaba la mitad de la pica de Dos Banderas, sabía que me iba agarrar la oscuridad en el camino, ya llegando al final de la Pica de Dos Banderas, veía el Mirador del Edén, más cerca, me animaba a mí mismo, ya estas matando esta pica, al llegar al final de la pica, me encontré a un grupo grande descansando en los bancos de madera, una dama tirada en el piso, haciendo sus ejercicios de estiramiento, los felicité por su Cumbre, le di la recomendaciones que se tomaran una aspirina y se bañaran con agua caliente con hojas de mango y árnica, me despedí del grupo, deseándole un feliz año, les informé que quería bajara hasta el Tanque de Agua, para darme un baño.

Bajando por el camino me encontré a mi gran amigo a: Pedro Tenería, venía bajando lento, le dije que lo había alcanzado, me comentó que venían lento porque venían con dos lesionados, uno con dolor en el tobillo, la otra con un dolor en la rodilla, muy gentil me dio paso, ya estaba oscuro, iba bajando tanteando el camino, mis linternas estaban en uno de los bolsillos del morral, en esa oscuridad no quería pararme a buscarlas, así que seguí bajando, todos veníamos bajando a oscura, seguí descendiendo por el camino en solitario, por esta zona choqué con una rama, que no la vi por lo oscuro, en mi cabeza, muerto de la risa, seguí bajando sabía que al ver las tuberías de agua, era un indicativo que estaba llegando al Tanque de Agua, cuando logré llegar al tanque, me quité el morral, vi que en el chorro estaban dos compañeras del grupo, dándose un baño con su ropa, le di la buenas noches, me quité la camisa, mi gorra, mis lentes, busqué mi paño, que lo llevé justo para este momento, felicité a las damas por su logro: Un Ida y Vuelta al Pico Naiguatá, también me felicitaron, les comentaba que había que darle gracias a Dios por este ascenso, muy gentil me cedieron el chorro de agua, para que me bañara, esta vez me di un  baño vaquero, si no hubiesen estado la damas, me baño completo en interiores, es una agua mágica, energizante, que te quita todo los dolores, al bañarme me despojé de todo los malo, a lo Guaco, cantaba, “Y Pa donde va lo malo, pa allá, pa allá, Y pa donde va lo bueno: pa acá, pa acá”, ósea que me despojé de todo lo malo, me cargué de toda esa energía del agua de la montaña, que estaba helada, muy templada, me salí del chorro, busqué mi paño, me sequé, me volví a vestir, aún me quedaba una reserva de comida en mi morral “Siempre Listo”, un pan de Guayaba, lo piqué en cuatro parte, le obsequié, un trozo de pan a cada una de las damas, me puse mi gorra, mis lentes, me monté mi morral en la espalda, en ese momento llegó mi amigo: Pedro Tenería al Tanque, me despedí de todo el grupo deseándole un Feliz Año.

Seguí descendiendo por el camino oscuro, ya uno se conoce estas picas y caminos de memoria, ya tenía a la Ciudad de Caracas más cerca, estaba esperando ver a las tuberías de aguas, que es el indicativo que se está llegando al puesto de Guarda Parque de la Julia, apenas vi la casa. me dije, lo logré, al pasar por el puesto de guarda parque, saludé a los guarda parque que estaban de guardia, le di mis buenas noches, uno de los guarda parque me preguntó ¿Que si yo era de la excursión del ida y vuelta?, le respondí: que sí, me buscó en el listado de visitantes, le di mi número el 126, le informé que el amigo Pedro Tenería, ya venía bajando que estaba en el Tanque, que venía lento acompañando a dos excursionistas que venían lesionados, le pregunté la hora al guarda parque, me dijo: -que eran las 6:57 pm-, me despedí agradeciéndole por cuidarnos, le deseé un Feliz Año, al bajar por la acera, vi a un atleta hacer sus ejercicios con unas pesas, lo saludé, al frente del pesebre vi a un grupo de  muchachas llegar a la Julia, luego se me acercó una pareja, ellos estaban preocupado por un familiar, que venía lesionado de una rodilla, les informé que ya venía descendiendo el grupo con el guarda parque, que ya estaban muy cerca, que estaba en el Tanque de Agua, se les notaba la preocupación, lamentablemente mi teléfono celular se quedó sin pilas, comencé a descender por la carretera de cemento, cuando di el inicio a bajar, a mi lado izquierdo vi la hermosa luna, que salió para alumbrarme el camino, recordé mis aventuras en el Pueblo de los Nevados, en el estado Mérida, siempre me sale la Dama a auxiliarme, en solitario fui descendiendo hasta que llegué a la curva plana, para enfrentar la última bajada, por aquí me encontré a una pareja bajando, uno de ellos sin zapato descalzo, le comenté: que venía del Pico Naiguatá, de un ida y vuelta, con el grupo de los Julieros, se quedaron asombrados, me preguntaban cuando se tardaría una persona en subir, le indiqué: que 6 horas subiendo y 5 horas bajando, me despedí deseándole un feliz año, no quise sacar mi linterna de mi morral “Siempre Listo”, para que nadie me viera bajar, a vece la luz de la linterna, nos pone al descubierto, llegué a la bifurcación de la carretera y el camino, tomé el camino a mano izquierda, caminé por lo plano de la ruta, para bajar, ya mi sonrisa estaba a flor de piel, muy satisfecho por mi gran logro, llegué al final de la pica, con mucha precaución, comencé a bajar la pequeña escalera, me persigné, salí del Cerro, llegué al famoso kilómetro 0, pasé por debajo del puente de la autopista de la cota mil, ahora me tocaría bajar hasta  la avenida Rómulo Gallego, me imagino que ya eran las 7 y media de la noche, sabía que mi esposa: Zaida Elizabeth Angulo Contreras, estaría muy preocupada en casa, por el camino me alcanzó al señor que encontré en el Mirador de Dos Banderas, nos acompañamos hasta la avenida Rómulo Gallego, me informó que había visto bajar a un grupo, muy cansados y adoloridos, le pregunté que si eran dos muchachas, con tres hombre y un niño, me dijo que sí, me quedé un poco más tranquilo, saber que ya venían bajando, pasamos por el estacionamiento del Centro comercial del Marqués, a ver si estaba abierta la panadería, nada, todos los negocios cerrados, nos despedimos, deseándonos un feliz año.

Me dirigí a la parada de pasajeros del metro Bus, a esa hora, ni un sólo pasajero, todo en solitario, no pasaban ni un carros, esperé un rato a ver si pasaba alguna camioneta de pasajeros, que me llevara a alguna estación del metro, nada me sugerí: a mí mismo:  Activa Tu Plan B, crucé la avenida para irme caminando por la avenida del Sanz del Márquez, fui bajando por la acera, a las personas que me encontraba les desea un Feliz año, al llegar al Márquez, estaba bien iluminada la avenida, con sus adornos navideños, al pasar por la antiguas instalaciones de CADAFE, vi que tenían instalado un árbol de navidad con luces en el edificio, pasé por un puesto de policía del municipio Sucre, los saludé con mi buenas noches, caminé por la parte de atrás del Unicentro del Márquez, me dirigí a la entrada de la estación del metro de La California, entré, bajé por las escaleras, pasé por los torniquetes, estaba gratis el metro, todo los torniquetes estaban libre, bajé al andén, al rato llegó un tren, rumbo a Pro Patria, me monté con la suerte que venía vacío, así que me senté en uno de los asientos rojos, al rato llegamos a la estación del metro de Plaza Venezuela, me bajé, me dirigí a los pasillos para ir hasta la Línea 3 del metro, para ir hasta la estación del metro de Artigas, subí por la escaleras, para bajar al andén, vi muchas personas sentadas en las escaleras, así que busqué un espacio, me senté a esperar el tren, lamentablemente había un retraso, pero ya eran casi las nueve de la noche, tuve que esperar un buen tiempo, al rato llegó el tren, todos los usuario nos montamos, molesto porque no anunciaban nada por los parlantes, del porqué el retraso, a esa hora no habían camionetas de pasajeros, así que estuve que tener la paciencia de esperar, cuando el tren arrancó pensamos que ya íbamos rumbo a las Adjuntas, pues no, se dirigió hacia la estación del metro de Bello Monte, bueno me dije: ya estoy montado, estaba muy cansado, aún me quedaba un poco de mi bebida energética, tomé la poca que quedaba, llegamos a la estación de Bello Monte, esperamos un rato para que el chofer cambiara de cabina, a esperar que cambiara el semáforo en verde, para continuar el viaje, al rato sonó la señal de cierre de puerta, volvimos a pasar por la estación de Zona Rental, Parque Central, Nuevo Circo, Teatros, Capuchinos, Maternidad, hasta que llegamos a mi estación la de Artigas, me bajé del tren, subí por la escaleras, al llegar al nivel de la avenida, ya estaba cerrado los acceso, salimos por la puerta de emergencia.

Todo oscuro ya, pocas personas y vehículos transitaban a esa hora las 9 y media de la noche, pasé por el centro comercial Los Molinos, vi que las bombas de gasolina no habían cola de vehículos, estaban cerradas las dos, llegué a la entrada del Callejón Lugo, abrí la reja principal, subí hasta llegar a mi casa, que estaba todo oscuro, hasta el nacimiento le habían apagado las luces, entré a mi casa, subí por las escaleras hasta mi cuarto, para saludar a mi linda esposa: Zaida Elizabeth Angulo Contreras, que estaba muy preocupada, porque ya eran las 10 de la noche, me quité el morral, mi esposa me sugirió que me fuera a bañar, mientras ella me calentaba la cena.

Me di un buen baño, me vestí, bajé a la cocina para cenar, le comencé a relatar mi travesía a mi esposa, mientras me comía una rica hallaca con pan, y café, que me supo a gloria, ahora descansar y a dormir, muy feliz por mi excursión de ida y vuelta al Pico Naiguatá     

Gracias a los entrenamientos previos que realicé en el mes de diciembre me fue muy bien, recordando que subí al Picacho, realicé la travesía de los Tres Picos, la Carrera Vertical Nocturna al Pico el Ávila hasta el Teleférico, para cerrar con broche de oro, la ida y vuelta al Pico Naiguatá, agradeciéndole primeramente a Dios por darme la salud necesaria, para subir hasta nuestro  Olimpo Caraqueño, agradecerle a mi amado arcángel San Rafael, por ser mi guía, a la Virgen de la Milagrosa de la Julia, por ampararnos en estos parajes, agradecerle al grupo de la Julia (Los Julieros) por invitarme a subir, a seguir esta hermosa tradición, agradecerle a mi amiga: Ruth por su fotos, agradecerle a mi amigo; Freddie Navarro, por sus fotos, el hermoso compartir del ascenso al Pico Naiguatá.

Así fue mi excursión de Fin de Año 2020

Por: Hernán José Sira Pérez 

 

 

Menú para esta Excursión

 

 

·       Desayuno; Pan relleno de Guayaba, con café

 

·       Almuerzo; Dos Arepas de Trigo (recomendable),

con Jugo, más un huevo sancochado.

 

·       Cena; Un Golfeado, Pan relleno de Guayaba con Jugo, un Huevo Sancochado,

 

Por el camino; Papelón, caramelos                          

        

















 

 































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Comentarios

Toivo Jaaniorg. ha dicho que…
Hola Hernan, disculpa estoy leyendo tu narración de la excursion al Pico Naiguata ida por vuelta 28 dic. 2020. y es la primera parte ? ya comienza el descenso pero todavía falta, me imagino que no esta completa y le falta el final.
Gracias y saludos y felicitaciones por tu cumbre .
diario ha dicho que…
Excelente relato amigo... Impresionante tiempo de bajada, 3:33pm en el Naiguata y llegaste a la cota mil a las 7:30pm, menos de 4 horas... Un detalle la Linea 3 del metro te lleva a La Bandera- El valle-Coche.... la Linea 4 es la que une Zona Rental con la Linea 2 (Artigas-Adjuntas)

Yo vivo por el Metro La Paz, y durante los ultimos 2 meses, he "intentado" agarrar el primer metro para hacer mis Excursiones (6veces)... y he logrado montarme entre las 5:31am y 5:55am... llegando a la California entre las 6:25am y 6:50am. No tengo efectivo para poder agarrar Camioneticas.

La primera excursion larga que hice en el Avila (2019) tambien me quede sin Bateria en el Celular, y lo habia dejado cargando toda la Noche anterior.. pero me dieron la Explicacion y Solucion... Resulta que el celular cuando pierde señal (alejado de Antenas receptoras) empieza a "Buscar" señal como loco y esto Desgasta la Bateria arrechamente, la solucion es Antes de salir de la Casa (o al salir de Metro) colocar el Celular en modo de AVION. Y listo jamas me ha vuelto a Fallar. Siempre al bajar puedo avisar a mi familia.

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