Al Pico Naiguatá, En El Día De Los Santos Inocentes, Año 2019

Al Pico Naiguatá, En El Día De Los Santos Inocentes, Año 2019




Recibí la invitación de unos amigos de la Julia, para subir al pico Naiguatá, como parte de una tradición que tiene de subir todos lo 28 de diciembre, quedamos en salir a eso de la 7 de la mañana, no se esperaría a nadie, así que tuve que madrugar, cómo un niño todo emocionado, me desperté en la madrugada, no podía dormir de la emoción, así que me levante de la cama, para realizar los preparativos, me di una ducha de agua fría a las 5 de la mañana, afeitado y realizadas todas mi necesidades, me vestí, esta vez subiría de excursionistas, no cómo corredor, comencé a arreglar el morral, mi desayuno, mi almuerzo, la cámara fotográfica, mis primeros auxilios, un suerte, mis linternas, mis bastones de traikings, la vejiga con dos litros de bebidas isotónicas, que realicé en la noche, para subirla congelada, (dos litros + una botella de plástico, más 2 botellas de agua) sé que en el recorrido no hay agua, celular cargado.
Me tomé mi taza de café, mientras terminaba de armar todo el morral, tenía una mata de aguacate, que quería llevársela al guarda parque de la Julia, a mi gran amigo Pedro,  la saqué del matero, la metí en una bolsa de plástico, justo antes de salir de mi casa me tomé la fotos de rigor, estas me permiten saber la hora exacta de mi salida, a eso de las 5.54 de la mañana, salí de mi casa, un amanecer oscuro, nublado el cielo, al bajar por el Callejón Lugo, no me encontré a ninguna persona, cuando salí a la avenida San Martin, muy solitario a esa hora, oscuro, sin muchas personas, vi por la acera, algunas personas que iban rumbo al terminal de pasajeros de Oriente, con sus maletas, me dirigí hasta la estación del metro de Artigas, cuando iba por la avenida, llegó un autobús de los Rojos, cargando pasajeros para Chacaíto, me monté, estaban cobrando 2.500,00 Bolívares, fue muy rápido el trayecto, aún oscuro pasamos por el centro, cuando pasé por el Parque de Los Caobos, se ve muy bonito todo alumbrado, fue igual cuando pasamos por la Plaza Venezuela, todos los alrededores de la fuente adornados con luces, seguimos hasta llegar a Chacaíto, me dirigí a la estación de metro de Chacaíto, cómo siempre con su retraso, tuve que esperar un buen rato, llegó el tren rumbo a Petare, me monté, todos asombrados por la mata de AGUACATE, les comentaba que iba para la montaña, un señor me dijo; que si la sembraba en buena tierra, en dos años ya estaba comiendo aguacate, llegué a la estación del metro de La California, me despedí de los señores, deseándole un Feliz Año, salí a la avenida Francisco de Miranda, subí por la acera del Unicentro El Márquez, para ir en busca de la parada del metro Bus, mi sorpresa fue, que estaba uno cargando pasajeros, aceleré mi paso, para que no me fuera a dejar, al montarme, le di lo buenos días al chófer, preguntándole el costo del pasaje 1.500,00 Bolívares, cuando caminé por el pasillo, me encontré a un compañero de carrera, lo saludé comenzamos a conversar, el metro bus, nos dejó en la avenida Rómulo Gallego, a la altura del Márquez, subimos hasta la entrada de la cota Mil, veníamos a un paso veloz, porque ya el grupo que estaba esperándonos,  ya estaban subiendo, llegamos a la entrada Principal de la Julia, comenzamos a subir, en mi caso me persigné, por el camino ya se estaba anunciando el amanecer, ya eran más de la 7 de la mañana, por el camino nos encontramos a dos damas, que se le hizo tarde también, tomamos la carretera de cemento, que es muy empinada y larga, a un paso muy acelerado, ya venía sudando, al llegar al Puesto de Guarda Parque de la Julia, habían muchas personas,  excursionista con su morrales, que iban a acampar y el resto de los excursionistas, que íbamos de ida y vuelta, mi amigo saludó a una de sus amigas, mientras tanto yo fui a saludar a mi gran amigo de muchos años, al Guarda Parque “Pedro Tenerias”, le di la mata de AGUACATE, más mi regalo de Navidad, unas hallacas y bollitos, me anoté en el listado de las personas que iban de ida y vuelta, el amigo Pedro iba a subir con nosotros al Pico, como yo iba con un morral pesado, preferí salir adelante, me despedí del grupo, comencé a subir por el camino de la Julia, un hermoso bosque de árboles de Eucaliptus, por la pica venían subiendo muchas personas, hablando disfrutando, por aquí me encontré a una dama, que venían subiendo con un morral muy pesado, la invité a que me siguiera, que aprovecháramos la sombra y lo fresco de la zona, porque luego nos va a pegar el sol de playa, llegamos al Tanque de agua, aproveché de refrescarme la cara, tomé abundante agua, seguí subiendo por la pica, por el camino se ve claramente el Pico Oriental, tuve que detenerme para sacar mi cámara para tomarle algunas tomas, sé que hay que aprovechar la ocasión, porque uno no sabe lo que no deparará el clima, eran las 7:53 de la mañana, seguí subiendo por el hermoso bosque, adelantando a los excursionistas que iban más despacio, con su morrales muy pesados,  un poco más arriba aproveché un claro del camino, donde se ve espectacular el Pico Oriental, volví a realizar una parada, para sacar mi cámara de mi morral, para realizarle múltiples fotos, con algunos acercamientos, ya eran las 8 de la mañana, desde aquí le di corrido, hasta que llegué al Mirador del Edén, no me asomé, preferí darle seguido por la famosa pica Dos Banderas, comencé a ascender en compañía de una pareja, que venían hablando, al rato los pasé, aprovechando el primer tramo, que tiene algunos árboles que protegen del Sol.
Subiendo por la dura Pica de Dos Banderas, tenía justo al frente al Pico Oriental, despejado sin ninguna nube, pero la Ciudad de Caracas estaba tapada con un colchón de nubes, sin dudarlo saqué nuevamente la cámara del morral, para tomarle fotos, por aquí me alcanzó mi amigo corredor,  a quién le realicé varias fotos, le dije que después se las compartiría, extasiado por la hermosa vista, realicé mis trabajos fotográficos, una alfombra de nubes sobre la ciudad de Caracas, ya eran la 8 y 20 minutos de la mañana, ahora a seguir subiendo por los escalones de la Pica Dos Banderas, muy hermosa la vegetación, todo muy verde y la gran mayoría de las plantas están Floreando, a cada rato me paraba para tomarle fotos al hermoso paisaje, recuerden: Al Que Le Guste Celeste, Que Le Cueste, realmente le cuesta a una persona, subir por esta pica, pero la hermosa vista que posee, es muy encantadora, me gustas mucho, porque no hay árboles, eso te da una mejor visual de la Ciudad de Caracas, y del Pico Oriental, como uno se conoce muy bien los Caminos del Cerro el Ávila, detallaba a la Pica del Estribo Duarte y su Único Árbol y al Pico Oriental, La Piedra del Indio, le realicé un acercamiento al Pico Oriental, con mi cámara, que se distingue el camino principal y el único Pino de Pico Oriental, maravillado, ahora a darle fuerte a esta pica.
En la tercera etapa que tiene la Pica Dos Bandera, llegué a un claro, aquí volví aprovechar de realizar algunas tomas fotográficas, ya el colchón de nubes estaba tapando parte del Cerro, muy hermoso el cielo azul, ya no se veía la ciudad de Caracas, solamente la nubes y el cielo,  me tomé una auto-foto para dejar constancia, ya eran las 8:40 de la mañana, sabía que me faltaba muy poco, para llegar a la última etapa de la Pica Dos Banderas, es muy hermoso ese camino, se va detallado el cambio de vegetación, seguí el camino, hasta que llegué al Mirador de Dos Banderas, muchos excursionistas descansando y desayunado, los saludé a todos, mi amigo el corredor, ya había llegado, me preguntó si el amigo: Pedro y su amiga venían muy lejos, le dije: que sí, que aún les faltaba mucho, cómo conozco muy bien la ruta, sabía que tenía que aprovechar el buen tiempo, así que preferí, seguir la subida, porque es un hermoso bosque, que da mucha sombra, así que me despedí de mi amigo y de las personas que estaban en el Mirador, entré al bosque, bajé hasta la intersección de Llano Grande con su famosa Pica La Ruta 77, unos excursionistas íbamos subiendo, otros ya venían bajando, por esta zona me encontré a un grupo grande, venían conversando, los saludé con mis buenos días, los pasé aprovechando el zigzags de la pica, al rato llegué a Pica de Las Toyotas, dándole fuerte hasta que llegué, al mini Bonsay, un pequeño arbolito, que está en la mitad del camino, siempre le realizo fotos, ya está creciendo, por aquí me encontré a otros corredores, los animaba a que me siguieran el paso, que venía lo plano, para luego enfrentar las fuertes subidas para subir al Pico Goering, pero venían ya muy cansados, seguí subiendo por los canales que hace la lluvia y por los caminos, cuando alcé la vista, ya se veía el Pico Goering, aprovechando la ayuda de mis bastones, fui ascendiendo por la pica muy fuerte, hasta que logré llegar a la Cumbre del Pico Goering, donde me encontré a un grupo de excursionistas, allí estaban muchos conocidos del Grupo Cerro El Ávila, muchas caras conocidas, me saludaban con mi nombre y apellido, les pido disculpa a las personas que no recuerdo su nombre, vi una carpa instaladas, muchas personas realizan el ascenso en varias etapas de acampada, cómo había muchas personas, me despedí del grupo de excursionistas, le dije: que no veríamos arriba en la Cruz, ellos me informaron que no iban hacia el Pico Naiguatá, qué iban hacer la Fila Maestra, le dije que si me rendía el tiempo a lo mejor los alcanzaría, bajé la pica, para enfrentar la fuerte subida, a un paso acelerado fui subiendo corrido, por aquí realicé una parada para comerme una galleta, a ver si mi teléfono tenia cobertura, pero nada sólo llamada de emergencia, por aquí me pasaron algunos excursionistas, le dije que estaba haciendo una pequeña parada, saqué mi bebida isotónica, que aún estaba congelada, sabía que me faltaba mucho para llegar al Pico Urquijo, ya el Pico Oriental, se había nublado, así que no saqué más fotos, pasé por el Pico Urquijo, por aquí me encontré a un excursionistas desorientado, no se acordaba del camino principal, le recomendé que siguiera las marcas que están amarradas en los árboles y arbustos, que esas marcan lo llevarían derecho hasta la Cruz de Metal del Pico Naiguatá, es un recorrido muy largo con fuertes subidas, el sol de playa a esa hora, sacándole provecho al tiempo le di corrido, hasta que logré llegar a la intersección de la Fila Maestra con el Pico Naiguatá, aquí estaban varios excursionistas, aprovechando que la Guaira estaba despejada, así que llegando, y tomando fotos, un hermoso color azul del mar, que se uno con el azul del cielo, aún en la montaña se siguen viendo los arañazos de las vaguadas, le ha costado a la naturaleza recuperarse, ya las nubes estaban tapando al estado La Guaira, desde aquí se ve el Picacho de Galipán y la Fila Maestra, ya eran las 10:30 de la mañana, desde donde estaba parado me voltee, para el otro lado del camino, la ciudad de Caracas, estaba escondida bajo un colchón de nubes blancas, por aquí me pasó mi amigo el corredor, prefirió subir corriendo, dejó en el camino a Pedro y a su amiga, compartimos un rato, le di la mitad de mi galleta, le dije: que se colocara en la piedra para tomarle algunas fotos, él siguió subiendo hacia el pico, yo me quedé tomando fotos, ya relajado a disfrutar de lo plano de la ruta, me dije, pasé por la zona donde la Piedras brillan, coloqué la cámara fotográfica encima de una piedra, para tomarme una fotos, con el fondo del Pico Naiguatá, coloqué la cámara en modo de disparo automáticos de 3 fotos consecutivas, 10:42 de la mañana, disfrutando de la hermosa vista, desde esta zona le realicé varias fotos al Pico Naiguatá, me encanta, porque le veo, una cara de un indio acostado, viendo al cielo, otra bella vista de la costa del estado La Guaira, se ve desde este punto, con un azul del mar, que se une con el cielo, giré la cámara hacia La ciudad de Caracas, aún seguía escondida bajó el colchón de nubes blancas, realicé fotos al camino y a los alrededores, seguí el camino en solitario, para aprovechar el tiempo, ya eran las 10:44 de la mañana, ahora a seguir ascendiendo por el camino de la ruta, a un paso continuo, fui subiendo, con los rayos del sol inclemente, por aquí me encontré a un grupo tomándose fotos, los felicité por su cumbre, una muchacha muy contenta, por ser su primera vez, me dijo, la pica se va tornado más empinada, a medida que se va llegando al Pico Naiguatá, subiendo las grande rocas, hasta que logré llegar al Anfiteatro, me subí a las rocas grandes, que están a mano izquierda para admirar la hermosa vista, luego bajé al Anfiteatro, vi que había una sola carpa instalada, tomé el caminó que me lleva derechito, hasta la Cruz de Metal de Pico Naiguatá, pasé por el naciente del Manantial, para comenzar a subir por el camino de la cruz, cuando entré al túnel vegetal, me encontré a mis amigos corredores de Info.Retos, los saludé, conversamos un rato, me informaron que habían subido en la noche, que iban a recoger su campamento, para ir bajando, le dije: que los alcanzaría, me despedí de ellos deseándole un Feliz Año, ahora me tocaría subir la gran roca, me ayudé por el mecate, que está amarrado con nudos, para su mejor agarre, comencé a subir entre las piedras y el camino para ir en busca de la Cruz de Metal de Pico Naiguatá, ya escuchaba las voces de las personas que estaban arriba, cuando llegué a la cruz, ya había más de 15 personas disfrutando de su cumbre, los saludé con mis buenos días, felicitándolos a todos por su CUMBRE, entre la personas, me saludó una dama, con mi nombre y apellido, Bienvenido Hernán Sira, la saludé, me subí a la roca grande, donde está sembrada la Cruz de Metal, para persignarme, para celebra mi cumbre, ya aquí estaba mi amigo, no había espacio en la Cruz de Metal para sentarse, por la gran cantidad de personas descansando y disfrutando del momento, la vista hacia Caracas, no la teníamos, porque estaba nublado hacia Caracas y hacia la Guaira, lamentándolo mucho había enjambres de avispas, por todas las piedras, se veían pegadas entre las piedra, no lo dejaban a uno tranquilo, te revoloteaban a cada rato, a dos personas los picaron, porque tenían franelillas, a uno lo picó el brazo, y otro en la axila, me senté a comerme un pan de guayaba, pero creo que fue peor, ahora se me acercaban, mi amigo me dijo: que tuviera cuidado al morder el pan, porque se estaba parando una avispa en mi pan, conversamos un rato, le pedí a mi amigo que me hiciera el favor de tomarme unas fotos, para dejar constancia de que había realizado mi cumbre, ya eran las 11:44 de la mañana, CUMBREÉ en el Pico Naiguatá, la última excursión del año, dándole Gracias a Dios, por haberme dado tanto, no se imaginan la gran cantidad de agradecimientos, que le di a mi Dios, a La Virgen, a los Ángeles y a los Arcángeles y en especial a mi amado: Arcángel San Rafael, quien siempre me acompaña, en mis excursiones, me lleva, y me trae sano y salvo a casa, le tomé varias fotos a mi amigo, le dije; que después se las compartiría, la avispas se volvieron alborotar, me despedí de mi amigo corredor, le deseé un Feliz Año, me despedí del grupo, comencé a bajar nuevamente entre las piedras, por aquí me encontré a los muchachos que me había encontrado tomándose fotos, los felicité, le di la indicación que ya habían llegado, los volví a Felicitar por su cumbre, en especial a la muchacha que era su primera vez, les desee un Feliz Año, seguí bajando, tomé el camino, por aquí me encontré a otra pareja, que se asombraron al verme, me Felicitaron por subir muy rápido, me preguntaron que si ya iba de regreso, le dije: que sí, que a lo mejor bajaba por la Fila Maestra, dependiendo de la hora, volví a bajar por la Piedra Grande, ayudado por el mecate, volví a pasar por el nacimiento del manantial, tiene mucha agua, por este sector hay muchas avispas, por aquí me encontré a el amigo: Pedro y a la muchacha, dándole la advertencia de las avispas, me despedí de mi amigo Pedro, deseándole un Feliz Año, le dije: que sembrara la mata de AGUACATE.
Está vez bajé hasta el Manantial Stolk, para equipar mis potes de aguas, me lavé la cara, tomé esa agua pura de manantial: AGUA DE MONTAÑA, aún me quedaba suficiente bebida isotónica, al llegar a la toma de agua, saqué mi cámara fotográfica, para realizar algunas fotos a la toma, ya eran las doce del mediodía, por aquí también llegaron algunos excursionista, a buscar agua, los saludé, me despedí de ellos, dándole la advertencia de que en el pico habían muchas avispas, volví a subir por la pica para ir en busca del Anfiteatro, por aquí vi un pequeño letrero, que es muy pequeño, casi que no lo vi, le tomé unas fotos, para que las personas que suban, sepan que en esa dirección, se va a la toma de agua, igual forma en las piedras está escrito con piedras blancas la palabra: AGUA, en otra alguien colocó H2O, otra señal con una flecha, el camino a seguir para llegar a la toma de agua.
Desde aquí vi a la Cruz de Metal, con mi cámara fotográfica realicé un acercamiento, tomé varias fotos de las personas que estaban en la Cruz de Metal, entre ellos a mi amigo Pedro, lo reconocí por su gorra de Guarda Parque, hermosos los parajes del Pico Naiguatá, seguía nublado la vista hacia la Guaira, apenas se dejó ver un poco de cielo azul.
Llegué nuevamente al Anfiteatro, ya la carpa que estaba montada, ya la habían desmontado, me imaginé que era la carpa de mis amigos corredores, aprovechado el momento, me monté en las Majestuosas Formaciones de Rocas, para ver si realizaba alguna fotos, pero estaba nublada la vista hacia la Guaira, me bajé de las rocas.
Me encanta subirme a las Piedras Grandes, que están justo en la entrada del Anfiteatro, para realizar tomas fotográficas, a este imponente lugar para acampar, es bello y mágico, este lugar con sus formaciones rocosas, detallando cada piedra grande, son muy bellas, me voy montando una por una, para ir subiendo hasta la más alta, dejé mi bolso y mis bastones, para subir hasta la cima de esas formación rocosa, el momento ideal para un fotógrafo, comencé a realizar mi trabajos fotográficos, sabía que tendría la Cruz de Metal a tiro, ya la tengo muy bien ubicada, tomé la primera foto enfocando a un gran roca, que sobresale, a través de la cámara, vi que aún estaban mis amigos en la Cruz de Metal del Pico Naiguatá, apoyé mi cámara, en una piedra para realizar un acercamiento, asombrado que habían más 30 personas tomándose foto y disfrutando de su cumbre, me gustaron estas fotos, ni ellos se imaginan que se las tomé, será un bonito regalo para el grupo de excursionista, le realicé varias fotos a las formaciones rocosas del Anfiteatros, con diferentes parámetros de la cámara, Caracas se mantenía tapada por el colchón de nubes, encontré un hermoso lugar para descansar, aproveché la ocasión, saqué mil almuerzo, para comer y descansar un poco.
Cuando terminé de comer y descansar un rato, me llamó mucho la atención la vegetación tipo sub-páramo, coloqué los parámetros de la cámara fotográfica en modo “Macro”, le tomé fotos a una planta, cuando me dirigí a otro mini-arbusto muy verde, en ese momento llegaron muchas avispas, una de ella se paró, justó en el mini-arbolito, que le estaba tomando foto, fue un momento fugaz, que sólo me dio chance de disparar muchas veces la cámara, disfrutando realizando fotos con diferentes parámetros de la cámara fotográficas, aproveché que estaba sólo, monté la cámara en una piedra para tomarme unas fotos, coloqué el temporizado de la cámara en forma consecutiva de tres fotos, para celebrar mi Cumbreee, jajajajaj.
Las avispas me seguían revoloteando a mí alrededor, salieron en varias fotos, comencé a descender de las formaciones de roca, seguí admirando las flores y los mini Bonsay, le realicé varias fotos, los colores que está dando el Pico Naiguatá son muy bellos, es la época más hermosa porque todo está floreando y muy verde, muchas orquídeas vi, algunas bromelias.
Bajé de la cima de las rocas, pasé buscando mi morral y mis bastones, para dar el inicio el descenso, comencé a bajar por las Gran Roca, para tomar el largo camino, a un paso de paseo, fui disfrutando el descenso, al llegar a Los Platos, me metí debajo de la formación rocosa, saqué mi teléfono de mi bolsillo de la camisa, a ver si agarraba señal, me indicaba que sólo llamada de emergencia, está vez no le tomé fotos a los Platos, preferí de realizar un pequeño vídeo, para compartírselo a todos. Comentaba en el vídeo “Buenas tardes Hernán Sira, les presento los Platos de Dios, está la parte de debajo de los Platos de Dios, vamos a ser un pequeño recorrido por aquí, un pequeño paneo, para que vayan conociendo los Platos de Dios y sus alrededores, si se están dando cuenta, está llegando la neblina, las formaciones rocosas, famosas y conocidas por todos. 
         Desde aquí, bajé escuchando música para acompañame, vi algunos excursionistas subiendo, los felicitaba por su cumbre,  les deseaba un Feliz Año, por el camino me senté en una gran roca, que posee una bella vista hacia el Pico Naiguatá y a la Ciudad de Caracas, por el camino me tomaba mi bebida isotónica, a través de la manguera, le realicé algunas fotos desde esta piedra, ya eran la 1:11 de la tarde.
Ahora desde la pica, bajé muy rápido, pasé por la intersección de la Fila Maestra, analicé por un instante la posibilidad de cual ruta tomaría, si realizaba el cruce de la Fila Maestra o Bajaba a la Julia,  ya no me quedaba mucha agua, ni alimentos, lamentablemente no llevé dinero en efectivo, ni mis tarjetas de débitos, así que no podría bajar por el teleférico, fue por eso que tomé la decisión, de bajar por la Julia, a un paso rápido fui descendiendo, aunque no me lo crean, me encontré a la dama que comenzó a subir a mi lado, me despedí de ella, también se me cruzaron unas muchachas que la vi bien temprano en la estación del metro con sus morrales, una de ella llevaba la misma camisa de la carrera de la Unión Europea, las saludé, deseándole una Feliz Año.
Algo que llamó mi atención cuando venía descendiendo, vi a una dama con unas muletas cargándolas, me di cuenta que no eran de ella, eran de un señor subiendo, quién es un Atleta de movilidad reducida, con mucho esfuerzo, lo felicité por su Cumbre, venía muy cansado.
Logré llegar al Pico Urquijo, todos los picos nublados, así que seguí descendiendo para aprovechar la sombra de esta zona, logré llegar al Pico Goering, aquí alcance a mis amigos corredores de Retos.Info, almorzando, los saludé, les deseé un buen provecho, muchas personas en el pico, descansado, aún estaba la carpa instalada, disfrutando de la excursión, me despedí de mi amigos, les deseé un Feliz Año, comencé a bajar por la inclinada bajada, seleccionando cual era el mejor camino, quería bajarlo rápido, el sol estaba inclemente, con mucho calor, a un paso acelerado, porque quería entra al bosque, llegué al fin de esta pica, comencé a entrar al bosque, el cambio es inmediato, arboles altos, que dan mucha sombra, en zigzags, fui descendiendo, a un paso rápido pero seguro, mis bastones son de mucha ayuda, sin ellos realmente se pasa mucho trabajo, ya me acostumbre a ello, si tropiezas con una piedra o una rama, te sirven de apoyo, para no caerte, en los caminos con dificulta son de soporte para tomar impulso y para frenar también. 
Al rato logré llegar a la intercesión de Llano Grande, aquí me encontré a un grupo almorzando, los saludé con mis Buenas Tardes Grupo, les deseé un buen provecho, conversé con ellos un rato, les pregunté que si iban al pico Naiguatá, me dijeron que si, les desee una Feliz Cumbre y un Feliz Año.
Un excursionista me preguntó cuál era el camino a tomar para la Ruta 77, le indiqué que tomara el camino a mano derecha, que tiene mucho monte, ya casi que no se aprecia, tiempo atrás, hasta se podía acampar en ese lugar.
En mi caso preferí tomar la Pica de Dos Bandera, sabía que sería muy dura por lo dificultoso que es el camino, me despedí del grupo, comencé a subir la Pica que me llevaría al Mirador de Dos Banderas, al llegar al Mirador, habían dos damas comiendo, las saludé, una de ellas me reconoció, me saludo con mi nombre y apellido, Es Usted el Señor Hernán Sira, le respondí: que si, nos presentamos, me comentó que me seguía en las redes sociales desde el año 2010, me senté en una piedra conversamos un buen tiempo, al rato vimos unas personas extraviadas, buscado el camino principal, nos quedamos asombrados: un joven y una señora muy mayor, le indiqué cual era el camino principal, luego llegaron dos excursionistas, que también venia bajando del pico Naiguatá, era la pareja que compartimos en la Cruz de Metal, asombrados porque los pasé y los dejé atrás, me felicitaron porque bajé muy rápido, ellos siguieron, se despidieron del grupo, le dije: que nos veríamos en el camino, el joven me  dijo seguros nos alcanzas, luego vi que llegaron dos muchachos más, ellos me dijeron: que prefieren bajar por la Pica de Dos Bandera, que por la Ruta 77, ya que es muy largo el recorrido, hay muchos árboles caídos, me despedí de mi amiga, y de los muchachos, me coloqué mi morral y mis bastones de trackings, comencé a bajar la Famosa Pica de Dos Banderas, muchas personas no les gusta bajar por aquí, para no lesionarse las rodillas, a esa hora estaba haciendo un sol muy fuerte, la ciudad de Caracas apenas se estaba despejando, al rato llegué a la tercera etapa de la Pica, ya eran las 2.28 de la tarde, vi nuevamente la pica Estribo Duarte, con su único Árbol, porque en esa zona hay un tanque de agua, en esta zona se han producido muchos incendios, es por eso que la vegetación es muy baja, seguí descendiendo, en los tramos semi planos los corría, a un paso veloz, y en los tramos con mucha dificulta los bajaba más despacio, para ir analizando el mejor camino, me volteé a ver el camino que había descendido, le tomé una foto de la entrada de la Pica Dos Banderas y al hermoso camino.     
A medida que voy descendiendo, la ciudad de Caracas se despejó en su totalidad, le realicé las fotos de los alrededores de ese sector, ya eran las 2,33 de la tarde, por lo que veía, aún me faltaba la mitad de la pica, así que le puse más velocidad a mis pasos, siempre aprovechó cualquier oportunidad de realizar fotos a la ciudad y a las nubes.
Seguí descendiendo por la Pica Dos Banderas, pasé a la pareja de corredores, quienes me preguntaron cuanto faltaba para llegar al Tanque de agua les dije: que aún nos faltaba la mitad del recorrido, la dama me dijo que ya quería llegar al tanque de agua, seguí bajando dando salto de aquí para allá y allá para acá, alcancé a la señora mayor, estaba bajando sola, su hijo la había dejado atrás, al rato logré salir de la Pica de Dos Banderas, llegué al Mirador del Edén, como venía muy acalorado, ni siquiera me asomé, por aquí vi sentado al joven, quien venía con la señora mayor, me despedí.
Ahora me tocaría entrar al Bosque de árboles grandes con mucha sombra, a un paso veloz, venia descendiendo, por aquí me encontré a un señor realizando sus ejercicios con un bordón largo, lo saludé le dije: que venia del Pico Naiguatá, me despedí de él, seguí bajando por el camino, a esa hora el Pico Oriental estaba Nublado, estaba escondido tras las nubes, cuando divisé en el camino las tuberías de agua, ya sabía que el tanque de agua, estaba muy cerca.
Al llegar al Tanque de Agua, estaba un señor, lo saludé, me vio que me estaba quintando mi camisa, para darme un baño, se despidió me dijo: que ya iba de regreso, me senté un banco, para quitare las botas, las medias, me quité la franela, me quité los pantalones, para acercarme al chorro de agua, que cae del tanque, después de ese largo recorrido, bajo un inclemente sol, mi cuerpo agradeció esa agua helada y templada, de esa sabrosa AGUA DE MONTAÑA, aprovechando de que estaba en solitario, disfrutando del momento, no me salía del chorro, cómo me enseñó mi mamá: tres chapuzones, para dejar las malas energías, cómo siempre, mientras me estaba bañando, cantaba la canción “Que se lo lleve el río, Que se lo lleve, el río” y otra canción de Guaco, “Y Pa Donde va lo malo, Pa allá, pa allá, Y pa donde va lo Bueno Pa acá, Pa Acá,” aunque no me lo crean, habían varios limones en el muro del tanque, me dije: a falta de jabón, alguien se bañó con limón, o alguien se realizó un limpieza espiritual, que tal. 
Vi que llegó el joven con la señora mayor, mientras me estaba bañando, no quería perder esa oportunidad de darme ese buen baño de agua helada.
Me sequé con mi toalla, me puse mis pantalones, me volví a sentar en el banco, para vestirme, me puse mi camisa de corredor, me sequé bien los pies, me cambie de medias, me revisé los dedos de los pies, a ver si no tenía alguna ampolla o algún golpe, nada solamente enrojecido por el esfuerzo, luego saqué mi cámara fotográfica, para tomarle algunas fotos del Tanque de Agua y de los alrededores, ya que estaba en solitario, ya eran 3 de la tarde, mientras estaba sentado en el banco, llegaron la pareja de corredores, muy cansados y agotados.
 Se sentaron en el otro banco, cómo yo estaba listo, le dejé el Tanque de Agua por si se querían bañar, el joven me dijo: que no, pero yo sabía que la muchacha se quería bañar, ella nos enseñó las piernas en la Pica de Dos Banderas, subió en Short, las piernas las tenía toda rasguñada por el monte, así que hablamos una rato de las carreras, de los costosas que serán el años que viene, me despedí de ellos, les dejé el chorro de agua para que lo disfrutaran.
Ya con la satisfacción del buen baño, iba bajando liviano, ese baño me cayó de maravilla, seguí bajando por el hermoso bosque de eucaliptos, por este sector me volví a encontrar el señor con el bordón grande, me despedí de él, seguí bajando la larga bajada, por el camino me detuve, coloqué la cámara en un árbol para tomarme unas fotos, seguí  descendiendo, hasta que llegué al puesto de guarda parque de La Julia, fui al baño, descansé un rato, me acerqué a la oficina, para reportarme que ya iba de regreso a Caracas, me atendió una dama Guarda Parque, me preguntó mi nombre y a qué hora había subido, me encontró en el listado, me preguntó la hora, le informé que eran las 3.30 de la tarde, o sea que comencé a subir a la 7 y 30 de la mañana y llegué a las 3:30 de la tarde, 8 horas de un Ida y Vuelta, al Pico Naiguatá, conversé un rato con la Guarda Parque, le dije que arriba aún estaban el grupo de la Julia, con Pedro, me despedí agradeciéndole por su custodia y cuido, le deseé un Feliz Año, le comenté que estaba cerrando mi año con este ascenso.
Caminé un rato por la Julia, visité al pesebre, les realicé mis oraciones y agradecimiento a: Dios, a Jesús, María y a José, por tantas bendiciones. Me despedí de unas personas que estaban conversando, unos estaban llegando y yo bajando a esa hora, al rato alcancé a los señores, que me encontré en el tanque de agua, asombrados por la rápido que bajé, también me encontré unos amigos de la Julia, me reconocieron inmediatamente, me saludaron, me preguntaron que si había subido con el grupo, le dije que sí, que aún estaban arriba compartiendo, me despedí de ello, deseándole un Feliz año, terminé de bajar por la carretera, tomé la pica, por aquí vi un joven guarda parque subiendo, lo saludé, le dije que ya venía de regresos del pico, me despedí deseándole un Feliz Año, bajé por las escaleras para llegar a la autopista de la Cota Mil, me persigné para agradecerle a Dios, que entré a la Montaña y salí sano y salvo de la Montaña, bajé hasta la avenida Rómulo Gallego, a la altura del Márquez, cuando llegué a la parada del metro bus, Bingo, estaba uno en la parada cargando pasajeros, agilicé mis pasos, me monte, le dije: al chófer que ya le pagaba, que el dinero lo tenía guardado en algún lugar en mi bolso, Mejor Imposible, no tuve que esperar mucho, una señora me comentó, que ella esperó más de 20 minutos.
Llamé a mi esposa: Zaida Elizabeth Angulo Contreras para informarle que ya había descendido del Pico Naiguatá, que ya estaba rumbo al metro de Caracas, se quedó asombrada también, porque bajé temprano, le informé que tomaría el metro hasta Capitolio, de allí una camioneta para la casa, al bajar al arden del Metro de Caracas, tenía un retraso, cuando llegó el tren, no traía aire-acondicionado, así que tuve que viajar en ese vaporon, muy lento el servicio, se paraba en la estaciones por mucho tiempo, llegué a la estación de Capitolio, realicé la trasferencia por él pasillo, subí a la estación del Metro de Silencio, para salir y bajar hasta la plaza O’Leary, donde tomé una camioneta, hasta el Bloque De ‘Armas, donde me dejó la camioneta justo en la entrada del Callejón Lugo, al llegar a la casa, ya estaban mi esposa y mi hija en el cuarto, viendo televisión, llegué derechito a la computadora a descargar las fotos, para ver cómo me habían salidos las fotos, se las enseñé a mi familia, vi el video de Los platos, y de la hermosa vista de la ciudad de Caracas, pero por no estar pendiente de los parámetros de la cámara fotográfica, grabé con el formato: en blanco y negro, peros se aprecia muy bien.
Me di un buen baño, mi esposa me sirvió mi almuerzo-cena, con una buena taza de café, ahora a descansar, así finalicé mi año 2019, subí a mi amado Cerro El Ávila, para agradecerle a Dios Primeramente y la Virgen, a mi Amado Arcángel San Rafael y todos los Arcángeles y Ángeles, por su protección cuando estoy sólo en esos caminos.
Quiero agradecerle la invitación a subir al Pico Naiguatá, al grupo de la Julia, que por tradición siempre suben los 28 de diciembre, nos vemos el año próximo con el favor de Dios.
Así fue mi excursión de cierre de año 2019.

Por Hernán José Sira Pérez 

      






































































                             


















































































































































































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