Mi Primer Baño De Playa Del Año 2020






Mi Primer Baño De Playa Del Año 2020


A mi Familia, nos invitaron para ir a la playa, el 02 de enero del presente año, Alejando David, el novio de mi hija: Mariangel Sira, pero cómo en el carro de la mamá del novio de mi hija, no cabíamos todos, le dije: que yo bajaría por transporte público, ese día nos despertamos muy temprano para realizar los preparativos, mientras arreglábamos todo, mi esposa: Zaida Elizabeth Angulo Contreras, montó el desayuno y el café, para bajar desayunado a la playa, a eso de las seis de la mañana, equipé mi bolso de corredor, saqué la vejiga de agua, que la tenía en el congelador, preferí no desayunar, solamente tomé café, me llevé la arepa rellena con Pernil, para comérmela en el camino, salí de mi casa para ir adelantándome, me dirigí a la estación del metro de la Paz, para tomar el metro bus, pero lamentándolo mucho no estaba trabajando con normalidad, la cola de pasajero era muy larga, cómo que todos nos pusimos de acuerdo para ir a la playa ese día, se paró una camioneta cargando pasajeros cobrando: 20.000,00 bolívares hasta Caribe, al rato tomé la opción del plan B, realizar la travesía por mi amado Cerro El Ávila, así mataría dos pájaros de un sólo tiro, hacer un entrenamiento largo y disfrutar de la playa.
Tomé una camioneta que me llevó hasta el centro de Caracas, hasta la estación del metro de Capitolio, subí por la avenida Baralt, hasta llegar a la Cota Mil, me dirigí hasta la entrada del Parque Nacional Wararaira Repano, en el sector de Cotiza, al dar el inicio a la subida, me persigné cómo siempre, a un trote suave subí por la carretera, hasta que pasé por el puesto de vigilancia del Puesto de Guarda Parque de Llano Grande, a esa hora no había vigilantes, ni Guardias Nacionales, ni Guarda Parques, así que comencé a subir por la Famosa; Pica de la Mona, tenía varios meses sin subirla, en el año pasado se quemó ese sector, pero ya se está recuperando, mucho monte por la pica, logré superar la Pica de la Mona, para tomar la pica que me conduciría al estacionamiento del Puesto de Guarda Parque de Clavelitos, me dirigí a la toma de agua, solamente me recibieron los pájaros, a esa hora no estaba mi amigo el guarda parque: Dugarte Jerez, estaba cerrada la puerta de la casa del guarda parque, el kiosco también estaba cerrado, así que tomé la carretera que me llevaría al Mirador del Anauco, en solitario, ni una sola persona me encontré en el camino, así que aproveché la carretera de tierra, para correrla, hasta que llegué a la Quebrada Anauco, disfrutando de la sombras del bosque, para dar inicio a las fuertes subidas, en zigzag por las grandes curvas, hasta que llegué al Centro Recreacional Los Venados, subí por la pica, pasé justo al lado de la Casona, para tomar la pica, que sube por el kiosco que tiene dos pisos, para subir por la carretera de tierra, que me llevaría directamente a la entrada de la Pica de los Pinabetes, logré llegar a la famosa Pica: La Pata de Gallina conocida por nosotros los excursionistas, entré al hermoso bosque, a un paso acelerado, le pasé por un lado al viejo tanque de agua, viejo y olvidado, el cantar de las aves, era lo que me acompañaba, a un paso acelerado, fui ascendiendo, pasé por el sector conocido cómo Las Palmas, como siempre en son de broma grito y aplaudo: LAS PALMAS, LAS PALMAS, desde aquí comienza lo bueno las fuertes subidas, pasé por el árbol caído que me indica la mitad de la pica, disfrutando de mi ascenso, sabía que me faltaba muy poco, le pasé por encima al árbol que se cayó el año pasado 2019, ahora me tocaba enfrentar la Pica Larga, para llegar a la famosa Y, es la intersección; si se toma el camino a mano izquierda se va a Galipán, si se toma el camino a mano derecha se sube al puesto de Guarda Parque de La Fila del Ávila, tomé el camino a mano izquierda, es un tobogán esta pica, se sube, se baja, aprovechando lo plano lo corría, en uno de estos plano, una rama, me rasguño el brazo, me ardió, pero me coloqué mi saliva, al rato me detuve, para colocarme un poco de mi orina, es muy normal que le pase uno esto,  cuando se está metido en el monte, esta vez no llevaba camisa manga larga, tenía mis primeros auxilio en mi bolso, pero no era para tanto.
Logré llegar a la carretera, bajé para ir en busca de la Capilla de la Virgen de la Milagrosa del Pueblo de Galipán, llegué a la capilla, esta vez no entré, solamente me persigné, muchos perros ladrándome, di el inicio de bajar hacia el pequeño boulevard de Galipán, cuando llegué a la parada de los Jeep, estaban varias personas esperando transporte, los saludé con mis buenos días, deseándoles un Feliz Año Nuevo, a todos, una dama estaba realizado la limpieza de unos de los negocio, no había nada abierto a esa hora, al pasar por la zona, vi a un joven, a varias personas esperando trasporte, para ir a la Guaira, los saludé con mis buenos días, deseándole un Feliz Año, cuando comencé a bajar por la carretera, pude ver al Picacho de Galipán, despejado, pegándole el sol, hermoso amanecer, por la carretera me encontré a varias personas subiendo al pueblo, con sus mercancías para la venta del día, como siempre los saludaba, les deseaba un Feliz Año, a los muchachos que me pasaban en sus motos los saludaba, fui bajando por el pueblo, al llegar al pequeño Mirador dónde está un árbol muy grande de Eucaliptos, me detuve un rato para admirar la hermosa vista que posee, hacia el Hotel Humboldt, al pueblo de Galipán, al Picacho, el olor a eucaliptos y a pino es muy delicioso, aire puro, desde aquí seguí viendo al Picacho de Galipán, es realmente muy hermoso, por ser un gran macizo, una gran roca, sin vegetación, ahora me tocaría la bajada, por aquí la carretera es de pura piedra, así que la bajé con mucha cautela, por aquí me encontré a un muchacho empujando su moto, se le salió la cadena, lo saludé, le dije: que le tocaba trabajar mecánica, me dijo: que lo haría rápido, que solamente era el empate de la cadena, el famoso Perrito, tomé el camino hacia la mano izquierda, para luego tomar la gran bajada, pasé por la casa de mi amiga: la Señora Ana de la Montaña, por el restaurante, desde aquí se toma una carretera, que me llevaría directamente a la torre, que están construyendo para la nueva vía del teleférico de la Guaira, por esta zona hay muchos pinos, un olor tan agradable para un corredor, al llegar a la intersección la otra famosa Y, me di cuenta que habían colocado un puesto de Control de la Policía, en un pequeño tráiler, también vi a muchos pasajeros esperando transporte, los saludé con mis buenos días, deseándole un Feliz Año a todos, desde aquí se ve las viejas torres del antiguo teleférico, el Hotel Humboldt, ya muy lejos, logré llegar a una curva, me subí al cerro, para admirar la hermosa vista del Mar, todos el Pueblo de Galipán, seguí descendiendo ya tenía al Picacho de Galipán de frente, detallándolo, ya no veía las piedras saliente, ni a la antenas, ni a la Cruz, fui descendiendo por la carretera, frenado para que mi cuerpo, no tomara tanta velocidad, al rato subieron dos jeep de pasajeros, curva tras curvas fui descendiendo, llegué a otro Mirador, no me pude aguantar las ganas de subirme, para admirar otra vez la hermosa vista hacia el mar, lo vi que estaba sereno, seguí descendiendo, pasaron muy pocos vehículos, pasaba por las curvas del camino, seguía admirando al Picacho de Galipán, ya lo estaba dejando atrás, mientras iba bajando, porque lo veía muy lejano, ya las mangueras de agua que cruzan el camino, me estaban anunciando, que estaba llegando al segundo pueblo: a San José de Galipán, cuando pasé estaba todo en solitario, ni una sola persona, ni un sólo carro en la vía, lo que si me di cuenta que todo estaba muy limpio, poca agua bajando por la quebrada, desde aquí se toma una subida muy inclinada, así que la subí a un trote suave, hasta que logré llegar a la loma, donde está la pequeña Plaza, vi a una señora esperando transporte, un perro la estaba acompañando, salió a ladrarme, ahora vendría el más largo recorrido, unas largas bajadas muy inclinadas, algunas subidas fuertes, pasé por un caserío, con un árbol en el medio de la carretera, seguía viendo al mar, a un trote suave, me volvieron a pasar los Jeep de Transporte, ya iban hacia la Guaira, cargado de pasajeros, ya sabía que estaba llegando al Museo de las Piedras, cuando tomé la gran curva, vi a la salida del Museo, para luego pasar por la entrada principal, con un letrero que anunciaba que estaba cerrado, por aquí me pasó una camioneta familiar, equipada para ir a la playa, por lo que vi que llevaban en el techo, llegué a la alcabala de la Guardia Nacional, estaba montando guardia dos soldados, lo saludé con mis buenos días, deseándole a los dos un Feliz Año, ya estaba en los predios de la Guaira, el inclemente sol, la vegetación típica de esta zona, comencé a ver al Aeropuerto y el Puerto de la Guaira, y a la cinta Costera, ya el Picacho de Galipán con sus antenas las veía chiquiticas, al rato pasé por las torres de electricidad, la vista hacia el este de la Guaira, podía ver a Macuto, con su famosa Iglesia, que se detalla claramente, a un trote rápido, tomaba el medio de la carretera porqué es la zona donde es más plana, sabía que me faltaban unas cuanta curvas para culminar la travesía, cuando llegué a la última curva de la carretera, me salieron unos perros a ladrarme, pero sin ningún inconveniente, al llegar a la entrada de Macuto, vi a unas damas haciendo calistenia, ejercicios con cuerdas y pesas, cuando les pasé por su lado, las saludé, cuando me vieron descender, sabían que era un corredor por mi vestimenta, me saludaron, les desee un Feliz Año, listo llegué a la calle Principal de Macuto, aproveché un asiento en la entrada para comerme la arepa rellena con Pernil, que me hizo mi esposa, ya eran las 9 y media de la mañana, luego  tomé una camioneta que me llevaría al Pueblo de Naiguatá, al llegar al pueblo, troté hasta La Playa de los Ángeles, donde me estaba esperando mi familia, mi esposa mi hija, el novio de mi hija, con la mamá del novio y el cuñado de mi hija, se quedaron asombrados, cuando les dije que había cruzado la montaña, me quité mi ropa, para darme: Mi Primer Baño de Playa del año 2020, un buen chapuzón en la playa, el agua estaba clarita y muy fría, disfrutamos todos el día de playa, a eso de las 5 de la tarde, tomamos la decisión de subir a Caracas, pasamos por la Playa de Naiguatá, al sector de los pocitos, para dejar el hijo de la mamá del novio de mi hija, que se iba a quedar con una familia para seguir disfrutando, realicé algunas fotos del Pico Naiguatá, visto desde la primera playa del balneario, así fue: Mi Primer Baño de Playa del año 2020

Por Hernán José Sira Pérez       



Los pocitos de la primera Playa del Balneario de Naiguatá, foto de Hernan Sira



Los pocitos de la primera Playa del Balneario de Naiguatá, foto de Hernan Sira




            

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