Entrenamiento corto al Cerro El Ávila

 Entrenamiento corto al Cerro El Ávila



 Aprovechando el tiempo, hoy 10 de febrero del 2021, vi al cerro el Ávila Hermoso y despejado, que me embrujó, aparte vi unas fotos que publicaron de cómo había amanecido el Cerro hoy, así que agilicé todo, para subir al final de la Tarde.

Salí de mi casa, para ir a la estación del Metro de Artigas, para ir a Zonal Rental, el metro con mucho retraso, llegué a la estación de Zona Rental a las 3 de la Tarde, así que al salir fui en busca de la Plaza Venezuela, para dar inicio a mi entrenamiento, comencé por subir por los Caobos, para subir a Las Palmas, para gira a mano izquierda, tomar la avenida Andrés Bello, al llegar al Parque Aristedi Rojas, comencé a subir, la larga subida de Maripérez, hasta que llegué a la autopista de la Cota Mil, pasé por el distribuidor por el túnel, para tomar la vía al centro de la ciudad, para después regresarme, para ir en busca de la Pica de la Florida, al llegar a la entrada de la pica, el monte está muy alto, deberían de cortarlo, antes de que llegué la época de sequía, por aquí me encontré a dos excursionistas bajando, los saludé, comencé a subir por la pica, que está muy seca, con mucho polvo, cuando llegué a la torre de electricidad, me detuve un instante, para admirar la ciudad de Caracas, vi que venía bajando una señora, ayudada de dos varas de madera, la saludé, le comenté que estaba aprovechando la tarde, seguí subiendo por la pica, antes de llegar al corta fuego, vi a un deportista bajando, lo saludé, pero como venía con sus audífonos puestos, ni siquiera me saludo, al llegar al corta fuego, todo en solitario, ni un alma, 




Así que di el inicio a subir al puesto de Guarda Parques de Loma del Cuño, al pasar no vi a nadie, todo cerrado, seguí el camino, tuve que pasar una cerca de madera, que está cerrando el paso, hoy preferí subir por aquí, para evitar el sol, porque el calor y la humedad está muy fuerte, a un paso rápido iba subiendo, en las partes planas la trotaba, en zigzags, iba aprovechando la sombra del bosque, al rato llegué a la zona donde están los arboles de mango, disfrutando el paseo, ya la pista de correr está como una alfombra de hojas secas, imagínense el sonido que hacen mis pisadas, gracias a Dios ya el clima comenzaba a cambiar, estaba muy fresco, cuando vi los tubos de aguas, es un indicativo que estaba llegando al pequeño tanque de agua, ahora me tocaría una pequeña bajada, para volver a enfrentar otras subidas en zigzags, al ver las matas de café, es un indicativo, que está llegando al sector conocido cómo Los Cafetos, llegué  a la intersección del camino , tomé el que me llevaría a puesto de Guarda Parque de Papelón, un hermoso recorrido por ese hermoso bosque, el camino está muy limpio, sabroso para correrlo, al rato llegué al puesto de guarda parque, vi a un señor recogiendo café, pensé que era mi amigo: Miguel Zerpa, pues no, era un señor que estaba recogiendo las semillas del café, ya tenía una bolsa llena, lo saludé, le pregunté por el gurda parque, me dijo que no estaba, me despedí del señor, al llegar a la toma de agua, al dirigirme al chorro, cuando lo abrí, lo que salió fue puro aire, gracias a Dios, todavía me quedaba suficiente bebida isotónica en mi bolso, hoy seguí rumbo a Zamurera, porque me encanta correr en este bosque, la pista está muy sabrosa, acolchonada por las hojas, a lo lejos divisé a dos señores trabajando plomería, se había roto el tubo de agua, lo estaban empalmándo, conversé un rato con ellos, les agradecí por reparar el tubo de agua, le hice saber, lo importante que es para nosotros los excursionistas, muy amable me ofrecieron agua, antes de que apretaran la abrazadera, le agradecí el gesto, me despedí, para seguir con mi recorrido, al llegar a la zona del cruce de los funiculares, me detuve un rato para tomar mi bebida, aproveché la ocasión para apreciar la hermoso vista a la Ciudad de Caracas, venían bajando dos muchachos en uno de los funiculares, los saludé, se quedaron asombrados al verme, metido en ese bosque, 


Seguí él camino más hermoso de parque, muchos árboles, escuché muchos loros, y pajaritos, con el sonido de mis pasos asustaba  a las guacharacas, y pájaros, al rato llegué a un claro donde se ve la Cruz de Ávila, y el tendido de las guayas de los Funiculares, seguí corriendo con mucha cautela, luego pasé por la zona que me encanta porque es un túnel vegetal, con muchas hojas en el piso, le certifico que es una alfombra.


 

Ahora me tocaría comenzar a bajar para ir en busca de la intersección de los Venados con Zamurera, ya tenía en mente, que quería darme un baño en la quebradita de los Venados, así que tomé el camino a mano izquierda, para bajar a Zamurera, 


Pasé por el puesto de Guarda parque de Zamurera, ni un alma vi, seguí bajando por los eucaliptos, hasta que llegué a la intersección, tomé el camino a mano derecha para ir al Centro Recreacional de Los Venados, disfrutando del sabroso clima , estaba haciendo mucho frío, al llegar al final de la pica, bajé hasta llegar a la caída de agua, en solitario, me quité la gorra, la camisa, el short, me metí debajo del agua, para refrescarme el cuerpo, estaba templada, helada pero divina, así lo percibió mi cuerpo, me di varios baños, a Lo Guaco Cantaba, Y pa´donde va lo Malo, decía: PA ´ ALLÁ, PA´ ALLÁ y Pa donde va lo Bueno, Pa Acá, Pa Acá, equipé con agua a mi vejiga del bolso que tiene una capacidad de dos litros, me sequé la cara y los brazos, me vestí, para seguir el recorrido, le pasé por un lado al Campo deportivo, para bajar rumbo a la Casona, le pasé a los Tres Pinos “Los Compadre”, porque son tres pinos sembrados: uno a la lado del otro, abracé la cruz del Excursionista, me persigné, un sonido llamó mi atención, era un pelotón en la Casona haciendo su orden Cerrado o una reunión de Guarda Parques, bajé por el camino, le pasé por un lado al puesto de Guarda Parque de los Venados, por aquí vi a una familia disfrutar de las instalaciones, los saludé, ahora me tocaría comenzar a bajar, pasé por las instalaciones del centro recreacional, al transitar por el estacionamiento, solamente habían un camioneta, ahora a bajar por la carretera, hasta que llegué a la quebrada Anauco, que le sigue bajando bastante agua, pasé por el puente de peatones de hierro, cuando iba por la carretera, vi subir a una moto, lo malo es que, me dejó el humo, contaminado el ambiente, al rato vi a un perro solo caminando por la carretera, era de una señora, que venía subiendo con sus dos perros, la saludé con mis buenas tardes, seguí trotando por la carretera, al llegar a uno de los kioscos vi a una camioneta, un grupo de jóvenes disfrutando de su día, al pasar los saludé,  seguí corriendo por la carretera, hasta que llegué al Mirador Anauco, me detuve un minuto, para subirme al mirador que construyeron, para disfrutar de la hermosa vista a la ciudad de Caracas, ahora aprovechar las bajadas, hasta el puesto de guarda parque de Clavelitos, al llegar vi a la esposa de mi amigo Leo, conversamos un rato, me dijo que en carnaval: No Van A permitir Acampar en Los Venados, me despedí de mi amiga, seguí bajando por la carretera, curva tras curva, hasta que llegué al puerto de Guarda Parque de Llano Grande, al pasar me despedí de los Guardias Nacionales y del guarda parque, seguí descendiendo por la carretera, hasta que llegué a la entrada de Cotiza, bajé hasta la Cota Mil, para cruzar la autopista y seguir trotando, le pasé por un lado al campo de Softball, vi que habían personas disfrutando de su grama artificial, seguí corriendo hasta llegar al final de la Cota Mil, ahora me tocaría bajar por la avenida Baralt, vi largas colas de carros, para echar gasolina, bajé hasta el centro de la Ciudad, pasé por todo el frente del Liceo Fermín Toro, por la estación del Metro del Silencio, para ir en busca de las Escaleras del Calvario, vi que estaban subiendo muchos corredores, yo seguí mi ruta, bajé hasta que llegué a la plaza O'Leary , mucha usuarios haciendo cola, para tomar los autobuses rojos, corrí por la acera de los edificios del Silencio, hasta que llegué a la esquina de Angelito, seguí trotando, hasta que llegué a la estación de Capuchino, le pasé por una lado, me subí a la acera, para ir más seguro, hasta que pasé por la iglesia de Los Palos Grandes, para ir en busca de la estación de Maternidad, en un falso plano, hasta que llegué a la estación del metro de Maternidad, pasé por la parte de abajo del distribuidor de la Araña, hasta que llegué a la estación del Metro de Artigas, seguí por la avenida, le pasé por un lado al Centro comercial Los Molinos, Farmatodo, la bomba de gasolina: hoy estaba vacía de carros, porque se acabó temprano, ahora me faltarían mis últimos 100 metros que los realicé rematando, hasta que llegué a la entrada del Callejón Lugo, subí hasta mi casa, al llegar subí a mi cuarto, para avisarle a mi linda esposa: Zaida Elizabeth Angulo Contreras, que ya había llegado, le pedí el favor que me calentara la comida, mientras me daba un buen baño de agua fría, mi linda esposa: me dio un almuerzo a lo “Guamanchi”, Dos platos de arvejas partidas: las Verdes, y un rica hamburguesa con tomate y carne , por supuesto mis dos tazas de café, ya en mi cuarto escuchando música Los Éxitos de Michael Jackson. Llegué a mi casa a eso de las seis de la tarde, ósea que entrené 3 horas hoy

         Así son mis entrenamientos cortos, ya nos queda poco tiempo para ir preparando nuestro cuerpo para el Maratón de Caracas, que se realizara en marzo del presente año.

Por Hernán José Sira Pérez               

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